jueves, septiembre 07, 2006

Como una Mujer Cualquiera

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Hay días en que me siento atractiva. Descaradamente atractiva. Paso por los escaparates, las vitrinas, los vidrios en las ventanas y me veo bella. Me siento bien.

Pero hay otros días- que son los mas- en que me siento irremediablemente fea. Durante esos días no paso por escaparates, ni me veo al espejo. Camino rápido hacia ninguna parte o voy a paso lento, como si el día pudiera esperar por mí. En esos días no me deprimo ni nada, no me detengo a observarme. Llego a entender el que nadie voltee a mirar, debido a mi atuendo deportivo, a la cola despeinada, a la falta de maquillaje.
Esos días no me siento mal, por no verme bien. Es mas, me siento cómoda.

Me dejo de sentir cómoda si me cruzo con alguien que vaya perfumado y listo y encima me conozca. Mas en ese momento pienso: "Es por este disfraz de chica casera, por el disfraz deportivo. No tengo de que preocuparme"

Disfruto sorprendiendo a la gente. Cambiándome de disfraz. Es gracioso cambiar de cara.

Los días en que me siento atractiva veo mi imagen reflejada en los escaparates y camino segura. Destila de mí, ese poder pasajero que da el sentirse apreciada por las miradas de otros. Mas aun, ese poder de sentirse segura sobre los tacones altos, bajo el rimel en las pestañas, debajo del cabello arreglado. Puede ser que nadie desee mirarte, siempre es una posibilidad. Pero una mujer adecuadamente arreglada tiene el poder de hacer que la miren. No es belleza. Es seguridad.

Los pasadizos entre las tiendas se extienden entonces como pasarelas vacías y puedes notar las miradas de los hombres adultos, de los esposos maduros, de los novios jóvenes. Esa mirada fugitiva del hombre atado. Una mirada que huye del círculo invisible que lo une a su pareja o su familia. Y esa mirada es recibida entonces. Algunas veces agradecida. Puede ser una sonrisa. Una mirada en contragolpe. Algo que les haga saber que valió la pena la escenita de celos de la novia o de la esposa.

Las mujeres somos crueles carceleras de nuestros afectos y defectos para con el hombre que amamos. Es la mirada de una mujer celosa un hierro candente, un látigo mojado. Una señal de alerta para alejar a otras mujeres. Yo me alejo, sigo caminando.
La mayoría almuerzo y compro sola. Me quedo mirando la gente que pasa acompañada. la gente camina en grupos o en pareja y la gente que va sola teme saludar o hablar mas de la cuenta.
Entonces siento el rechazo.

Hablo del rechazo como ese evento desafortunado que hace que un hombre te pueda mirar por horas sin dirigirte la palabra. Que almuercen frente a frente y te mire mientras comes, mientras bebes y no se acerque nunca. Hablo del rechazo en la cola del cine, cuando el tipo de adelante te ve como animal raro y no se atreva a hablarte. De esa mirada que lame tu exterior perfumado a metros de distancia, pero jamás se atreve a preguntar tu nombre.

Esa es una sensación que se vive como rechazo. Entonces no hay nada que calme ese dolorcillo en el pecho. Esa indignación de ser ignorada no por falta de belleza, sino por falta de decisión.
Porque esta vez no es el problema la falta de maquillaje, la ropa deportiva, el usar zapatillas hondas. No es que hayas caminado mirando a las puntas de los pies sin dirigirle la mirada a nadie. Que te hayas ocultado bajo un aspecto antisocial de gafas grandes y gesto serio.
Ese ya no es el problema.

En un momento determinado el problema ya no es una, sino ellos. Eso es rechazo.

Y llego a casa fatigada de haberme vestido para los escaparates, para los reflejos en las vitrinas. Para ver mi cara en la vajilla reluciente. Llego a casa fatigada de haber caminado sola. Pero como soy tan mujer, tan segura, tan atractiva, la gente piensa que confesar el que necesito a alguien es sinónimo de debilidad. De falta de amor propio.

¿Por qué no confesarme mientras puedo hacerlo? Yo no quiero callar como los hombres que me miran de lejos y no me preguntan mi nombre. Que el silencio sea para guardar secretos importantes, cosas que puedas leerlas en la mirada. Las cosas simples deben decirse.

Y que más simple que decir que a veces solo siento como una mujer cualquiera y desearia que el hombre que calla pueda atreverse a preguntar mi nombre y saber si esta noche ceno sola.

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Imagen de Antonio Blanca.

20 comentarios:

Laura Martillo dijo...

A mis amigos que buscan los cuentos d elos jueves, los iento mucho.

Pensé que hoy era miércoles o martes. ya será otro dia para los microrelatos.

Deicidio dijo...

Me pasa similar a tí, en los vidrios me veo a veces panzón, en otras estoy macuco, en otras mazetón, en otras famélico, por eso rehuyo a las vitrinas, me mienten siempre.
Por cierto, que bien se te ve en la foto de este post... no tienes que dudarlo al ver vidrieras, te ves muy bien.

George dijo...

Lei el post anterior y un comentario dice "la belleza es subjetiva", no hay mas que decir al respecto.

"Es gracioso cambiar de cara", hey, tienes razón, yo cambio de cara varias veces al día y si es muy gracioso.

Por lo demás, creo que este escrito hay un poco de divagación... no estoy seguro.

novivo dijo...

Me gusta cuando narras tus confesiones. Bueno todos nos sentimos bonitos o feos de vez en cuando.

un beso

junio dijo...

Te parecerá raro pero la carga de frustración que le has puesto a la palabra rechazo casi es nueva para mí.

Marea dijo...

Si ellos no se atreven a dar el primer paso hazlo tú. Si se intercambian miradas good, luego le sonríes y si él te devuelve la sonrisa ya tienes luz verde, el próximo paso es hablarle, al ataque compañera, esa es mi táctica y no tiene pierde XD. Siempre está el riesgo del verdadero rechazo pero mientras más rápido sabes que pisas mejor no? Digo verdadero rechazo porque el rechazo del que hablas lo siento imaginario. Me olvidaba hoy me siento peponaza, ja.

Edem dijo...

Creo que el problema es que nos sentimos asustados con vosotras.
Me explico. A nosotros se nos ha educado en ideas de otro siglo. Es decir, ser un caballero, preguntar primero, etc. El resultado es que somos timidos con vosotras.
Pero es que tambien la cosa ha cambiado. Desde la revolucion sexual de los 60, pasando por la igualdad de sexos (si, ya se que todavia no es total, pero paso a paso, no?), nos ha descolocado todo.
Hace 30 años, todavia juraban obediencia las mujeres al marido, y eso en los votos nupciales. A nosotros, la ultima generacion despues de esos 30 años, nos choca. Creo que no sabemos como comportarnos. Vemos a las mujeres como Damas, no como compañeras. Y no, no tiene que ver nada con el paternalismo, ni la creencia de superioridad ni nada de eso.
Y esa es otra... no se porque, pero a mi me parece que las mujeres tambien os habeis aprovechado de eso un poco.
Quereis la igualdad, pero os encanta que se os trate como a Damas. Por mi perfecto, ya que soy un romantico incorregible, pero es que, mientras no haya un "manual de como acercarse a tu ser ideal" o mejor, un "manual de como acercarse al otro sexo", creo que seguiremos dando tumbos.
Y lo dice alguien que es capaz de escribir poemas a las mujeres, buscando ese algo que las define y que las hace tan deliciosas, y tambien alguien al que le cuesta acercarse a una.
Ummmm no se si me he explicado con todo esto. En fin, un saludo de
Edem, el cual sigue buscando a su compañera...

XIGGIX dijo...

cuando era joven, jamas evite un encuentro. siempre tome la iniciativa;pero ahora q ya soy tio, la cosa cambia, pq en esta epoca la desconfianza ha creado ciertas barreras-creo q lo comente en alguna ocasion-y entonces uno anda con pies de plomo pq la gente anda con cara de poto, ya no se sonrrie como antes,se ha perdido el sentido del humor...y bueno, no es para menos con estas huevo fritos de los politikos, q si se les pusiera en un divan, se asustarian de su oficio...joer!! nos han cagau hasta el gileo
yo tengo un espejo bueno y uno malo y una sarta de moretones en el brazo recuerdos de media cereza, por sapaso incorregible...

Laura Zaferson dijo...

Esos que te miran y no te dicen nada son la cagada. Esos que hacen su ruidito... ssss ssss ssss.
Jajaja. Mongoles.

Unknown dijo...

tienes un blug muy muy inspirador,me encanto,y nose xq eso de 'la tierra del olvido' me hizo recordar a carlos vives jaja,cdt besos!

Unknown dijo...

A mi me pasa algo asi, ahy dias que me siento lindisima, como hay otros que simplemente digo, estoy FEA!, y nada hay para arreglarme, no se a que se deba tal vez mi estado de animo,

besos,

margee

elvenbyte dijo...

Cuando una mujer se abre de esta manera, mirándose en un blog como si fuera este un espejo, sólo quiere decir que siente el anhelo extraño del reconocimiento. Ser mujer ya es muy importante. Yo, siendo hombre, os envidio en muchas ocasiones. Me gustaría ser menos rudo, pero no puedo, o más listo, pero no me llega, o más tímido, pero no va conmigo. Soy tío y punto.

Y lo peor de todo es que la mujer, aunque independiente, inteligente, igual al hombre, también me gusta mujer en sí, femenina, atrayente y atractiva...

David
http://certeza.wordpress.com

Maik Pimienta dijo...

Ummm me encanta cuando te pones estupenda y sincera a la vez. Quiero leerte más así. Jodida y radiante. Bhesos.

tierragramas dijo...

Aunque no lo creas, eso mismo, a veces, pasa con los hombres. Sobre todo cuando pasan los 25 años.

De todas formas uno no se deprime. Lo piensa nada más a la pasada.

Son buenas tus reflexiones. Profundas. Directas. Honstas.

TINTA DEL CORAZON dijo...

La belleza de una mujer trasciende su apariencia.

Anónimo dijo...

Bueno, gracias por venir.
Querido K. anule la opción de solo usuarios de blogger para que pudieras comentar, pero veo que lo haces sin problemas.

A mis amigos, un beso.

Les escribo luego. Parece que las charlas de viernes volveran a ser de madrugada.

P.D. Gracias pro estar pendiente de los "cherrys" que hacen al blog.



Laura Hammer

Anónimo dijo...

¿Rechazo? Jamas hubiera pensado que cuando me quedo parado sin reaccionar ante la sonrisa devuelta por una mujer la estuviera rechazando. Es decir, a veces he sentido que no respondía a sus espectativas. Es decir,si te sonríe podría (nótese el condicional) podría esperar que por lo menos la saludes. Pero no lo había visto como un rechazo de mi parte. Y te dire que lo que has escrito me invita a replantearme el tema. Debes tener razón. Gracías Laura!!

x1 dijo...

Laura, ¿por qué? no te deprimas. Como podras descubrir, la vida es hermosa. El rechazo, siempre lo tendremos; al fin y al cabo no podemos hacer felices a todos tenemos que vivir como nos parece, solo no herir a los demás eso es suficiente.

Nicolás Bustamante dijo...

Yo, generalmente, soy de los hombres que calla. Y no es porque no me gusten las chicas ni nada por el estilo, sino porque soy tímido, infinitamente tímido y aterrado ante la idea del rechazo.
A veces me encantaría que fuera la mujer la que se acercara, preguntara por mi nombre y si esa noche ceno solo. Sería fantástico. Mi vida sería muchísimo más sencilla y más plena. Pero no se donde encontrar a esas mujeres...

Besos y abrazos!!

Seb :)

PD: Prueba con acercarte un poco más a los hombres. Tal vez tu belleza y tu desplante los aterren y los hagan desistir de interpelarte.

Anónimo dijo...

Es increhible, me gusta mucho como escribes y las cosas que escribes, eres muy realista y posiblemente reflejas el problema de cada persona en ti, bueno de hecho son confesiones tuyas, `pero te confieso que muchas de las cosas que escribes son como muy parte de mi.

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