sábado, septiembre 06, 2008

¿Qué haces cuando los personajes se esconden y no pueden salir a escena? ¿cuándo no hay nadie que susurre una historia a tu oído? Supongo que en ese momento una se queda a solas y escribe de si misma.

Es cierto, he estado triste, algunas cosas han salido mal. Aplazar historias, aplazar viajes, dilatar esperas. Lo de siempre.

Y mi amigo el teclado esperando por mi, mientras yo espero cartas que no llegarán. Invitaciones a ninguna parte, charlas inocuas acerca de centauros y seres varios. Conversaciones con seres irreales.

No puedo escribir mi carta, hasta que reciba respuesta primero, que joda, esperar...esperar y confiar, ¿qué más me queda? a veces solo se necesita un buen interlocutor para seguir hablando y elucubrando y creando... pero en los intermedios entre una frase y otra, solo queda seguir esperando.

Hubieron dos cosas deplorables en esta semana. Que en el hospital me nieguen agua para tomar una pastilla (¿qué diablos les pasa a las reposteras, tan mal andamos?) y que hoy me hayan negado mi café de la felicidad, porque ya era demasiado tarde y la máquina no funcionaba...

Me acuesto con un helado delicioso de 3 bolas de colores puesto junto a mi cama y sonrío... Click!Una imagen de final feliz para una semana fatigante. Me tomo una foto así y se la mando por correo a mi madre. Mientras, por dentro voy pensando que detesto el helado cuando me obligan a tomarlo porque no hay café disponible...mientras, voy pensando que en apariencia una luce feliz y perfecta, pero la verdad es que solo ha tomado de la vida la segunda opción en todo.

Lo sé, deprimente. Es sábado a la noche y tengo migraña. C´est tout.

miércoles, septiembre 03, 2008

1. El Encuentro

Nos estábamos midiendo. Así empezó todo. Detrás de unos cuantos vasos de cerveza, estábamos tratando de dilucidar la verdad que habitaba en nosotros detrás de cada rostro.
No había sido una cita fácil, tuve que llegar en medio de la lluvia que caía en Bogotá a mediados de Julio y divisarlo entre los miles de rostros que poblaban el aeropuerto a media tarde. Me cagaba de miedo. Durante el viaje en avión había repasado muchas veces en mi memoria sus frases o las charlas por chat desde que nos conocimos, tratando de excitarme y que esa vasodilatación hiciera olvidar del todo, las noticias sobre gente que mataba a través de citas a ciegas o asesinos en serie auto publicitados por la red. No era fácil. La verdad me moría de miedo, pero no había otra.

Lo mire a través del vaso de liquido dorado y musité alguna frase que fuera ligeramente intelectualoide, después de todo, nadie quería quedar como una bitch ignorante en la primera cita. El me respondió a su forma y nos enfrascamos en una charla sobre libros de Borges que yo solo había leído pro resúmenes en el colegio y que él comentaba como si los hubiera escrito con la mano izquierda. Un snob completo, me agradaba el tipo.

La primera vez que lo vi sin embargo, me decepcionó su metro sesenta y su gorra nike azul. Con la mochila al hombro y la cámara en mano, más parecía un japonesito de esos que fotografían hasta como cogemos la comida los pobres. Bajo la visera, dos ojos marrones me saludaron con una frialdad, que casi me hace retroceder. Era de esperarse, yo debía haberlo decepcionado también con mi trajecito gastado de sábado por la noche. La misma blusita, el mismo jean y unos zapatos claros que me había comprado para la ocasión tratando de parecer fashion, pero que me quedaban más grandes que a Pulgarcito.

En la mesa las colillas de cigarro se acumulaban mientras tratábamos de impresionarnos mutuamente. Midiéndonos, tratando de no perder terreno. Al fin y al cabo él podía tener un montón de plata, pero yo tenía mi profesión que impresionaba cada que mencionaba que había terminado a los 21, porque fui considerada desde la secundaria niña genio. Eso si no era una mentira, siempre había sido hábil con los números, aunque eso no había logrado llevar más plata a casa. Había ganado becas, concursos, entrar a la universidad a los 15 y hacerme de un titulo, cuando todas mis amigas del barrio ya iban por el segundo hijo.
El por su parte, hablaba de museos, de viajes, de bolsa y de un montón de huevadas que yo no sabía si eran o no ciertas. Hablaba con fluidez en un castellano salpicado de palabras en ingles, como si eso lo hiciera más creíble. Yo no quería parecer tonta, creyéndole cada tontera que decía, pero la verdad tenía que acomodarme la quijada a cada rato, para no quedarme estupefacta ante sus historias de cómo preparar sushi o de cuanto puede costarte una cena de fondue en Manhattan. Carajo! El vivía en un país de maravillas al que no entraría nunca, al menos no con la espalada seca y yo a mis 21 y con una carrera terminada a las justas si solo había comido estofado con pollo de la olla de mi madre, porque comer fuera costaba lo que un libro de marketing avanzado.
El comenzó a mirarme el escote antes que yo inventara algún rubor en la cara para parecer decente. La verdad me agradaba que mirara. Eran los tiempos en que yo me veía como poca cosa, a pesar de lo mucho que había estudiado, me agradaba que mi cuerpo gustara, sentía que eso de alguna forma compensaba el hecho de no tener un rostro de revista o una ropa cara. ¿Qué miraba un hombre en mi? Había sido el inicio de muchas hipótesis, que hasta ahora no logro responder del todo.
Cuando yo le puse la mano en la pierna ya era demasiado tarde para hacernos los buenos, llevábamos muchas horas de alcohol en las venas y como 500 pliegos de conversaciones por chat resumidas en una sola charla en que hablamos de comida, arte, libros, sexo y política como si fuéramos eruditos. Tal vez era un loser igual que yo, pero la diferencia era que mientras yo solo había conseguido clase turista a Colombia, el jamás había viajado en algo que no fuera en primera clase, ni vestido algo que no valiera más de 500 dólares. ¿Qué carajo quería él en alguien como yo?
Entre la embriaguez de la ilusión por hacer realidad un amor platónico, dejaba que se apoderara de mi su mirada color te, sus manos tibias de uñas cortas y su boca con el sabor a tabaco que me marcaria de allí en adelante cada que buscara una especie a quien amar.
En el avión, mientras me acomodaba por primera vez en mi vida el cinturón de seguridad, no podía dejar de mirar a las aeromozas bellezas de piernas largas y ojos bien pintados. ¿Qué esperaba el de mi? No superaba una mujer promedio, para esa época ni me pintaba, ni usaba ropa de moda, apenas lo que hubiera en las tiendas de mi barrio, nada de marca, nada fashion, ese tipo de ropa que se compra en bolsa y se te ofrece en la calle. Tenía el cabello mas ensortijado que ahora y las cejas pilosas hasta los ojos. Mis manos no sabían que era esa hechicería del manicure y mis rodillas jamás habían probado humectante y sin embargo…sin embargo el me tocaba como si yo fuera algo mágico, una virgen, un hada. Me miraba como si fuera la última mujer del mundo, como si para él fuera la primera. ¿Qué había hecho? ¿En realidad le había mentido en todo?
Es cierto, no sabía mucho de Borges ni de política internacional, menos cuanto era el sueldo mínimo en mi país. A las justas sabía lo que sabe una chica de 21 años: Que tienes que tomar los sueños por la garganta y hacerlos tuyos. En ese tiempo tenía mucha fuerza, era una leona, pensaba que lo que tomara de la vida era mío por derecho.
El me siguió besando como si mi garganta fuera el final de cada deseo. Su lengua rezumando nicotina, mezclada con mentas y café, había sido lo primero que conocí de Colombia. Cinco horas más tarde adormecida por el alcohol, descansaba sobre su pecho en una tina gigante. Tal vez el fuera el hombre de mi vida-pensé- si sobrevivía a mañana, sin que me drogara o me cortara en trocitos, tal vez ese tipo fuera la oportunidad de mi vida.
He hecho dos descubrimientos exquisitos esta semana:

1. El cua cua sabor a mani es la cosa mas enviciante del mundo!

2. El cafe frappe con crema, super helado, es mejor que cualquier pepa de la felicidad!

sábado, agosto 30, 2008

Adios Manuel Antonio

Lo he perdido, acabo de enterarme. Es mi enésimo Agosto sin él y me acabo de dar cuenta que tal vez...( que bella palabra, me suena a esperanza) tal vez lo haya perdido.

Me doy cuenta tam bién, que él ya no es una persona, ni un rostro, ni un sentimiento. En mi octavo Agosto, me doy cuenta que él se ha difuminado lentamente en cada nueva persona que llegó a mi, dandome con sus palabras ánimos para seguir adelante (entiéndase, como seguir adelante en ese terreno amargo, amplio, enloquecedor que es escribir para unos pocos) tal vez por ello, de alguna forma su aliento me ayudó a seguir viviendo, disfrazada de un nombre que algunas veces era mayor que yo.

Pero bueno, hoy no hablaré de mi y aplazaré por algunas semanas las historias en tercera persona que abundan por mi mente. Hoy me dedicaré a hablar de él, no como en un velorio llorando su partida, sino simplemente porque al hablar de él, saboreo el placer de saber que un día existió ( solo en mi mente, quien sabe?) y me dio horas y horas de felicidad sin pedir nada cambio que me comporte tal cual era, berrinchuda, niña, impredecible...una aguja en el traste, para cualquiera que intentara entenderme.

Esa falta de certeza de su materialidad, tal vez lo hizo eterno. En mi mente, pasan siglos y siglos de anécdotas a su lado, lanzado el humo a la farola, como quien ve pasar la vida y se queda al costado del camino. Tal vez no existió nunca, tal vez viva en mi mente y no lo recupere jamás, ni apilando todas sus cartas, ni imprimiendo ninguna de sus fotos a blanco y negro. Podría pasarme la vida preguntando quien lo vio vivo? caminando? ir a buscar a los pocos que escribieron sobre él o tomar las direcciones de sus vecinos mas odiados y preguntar ¿ qué pasó con él? son casi 8 años de ausencia ¿quién carajo escuchó alguna vez sobre él?

Agosto termina arrastarando consigo los fantasmas de amores pasados, de amigos, enemigos, elementos varios. Extiende su brazo y limpia de mi mesa, las migajas que dejó el amor. Empieza una vida nueva, un nuevo intento; y sin emabargo hoy hallé sus frases clavadas para siempre en mi memoria e intenté reproducirlas de un papel a otro, fingiendo que lo tenía otra vez cerca...pensando que, tal como antes, el abriría la boca y yo quedaría enceguecida, sabiendo que existía otro alguien como yo, amigo solitario de las noches mas locas.

Su cara se me confunde entre tantas otras. Por años fue el historiador amante de las historias de incas y españoles. En otros el chiquillo que pintaba cuerpos desnudos en los muros de una ciudad vacía. Pasó la vida y era el profesor de escuela que enseñaba a niños pobres el porqué seguir luchando. Tiempo mas tarde, lo descubrí bajo la piel de un artista que detestaba hacer ilustraciones. Y cuando ya pensé que lo había perdido, lo hallé en un tren camino a quien sabe donde, renegando contra la ley anti tabaco mientras escribía de a 4 dedos en un ordenador gastado.

El ha vestido tantos trajes para mi, que ya ni debería decir que es él, sino que fueron muchos hombres los que se disfrazaron para mi en este camino sin inicio ni fin, despeñandose sucesivamente de mi mente a mi garganta, a mi corazón y a mis manos. Hombres que inspiran a seguir escribiendo y a enredar historias entre la realidad y el invento.

Brindo con café frío por los que no volveré a ver y por todas esas líneas, esas cartas, esas despedidas que no llegaron, su abrupta huida de mi vida. Su tezón para quedarse aquí dentro.


Esto ya se termina y solo yo lo entiendo.

martes, julio 08, 2008

Tijeras

De él no volví a saber nada en mucho tiempo, cuando preguntaba nadie recordaba quien era y en sus misivas, la dirección nunca apareció clara. Nunca me ocupé mucho por tratar de re encontrarlo, imaginaba que vivía detrás de cada ventana cerrada en invierno o a la sombra de cualquier porche en verano. Prefería imaginarlo sedentario y pensante en cualquier paisaje que mi memoria ya no detectara como mío, prefería verlo tangencial a mi realidad, a una distancia tan corta entre ambos que sería imposible volver a salvar.

Nos conocimos cuando yo ya era vieja en el arte de amar y rechazar, él apenas un niño que fisgoneaba bajo los vestidos que colgaban del cuarto de costura de mamá. Iba allí a hacer caricaturas con la tiza lila de marcar la ropa, mientras yo me probaba uno tras otro, ropajes que siempre me quedaron demasiado largos. Nos conocimos de casualidad y de la misma forma nos olvidamos.
Es mentira, tal vez yo lo olvidé demasiado pronto. El primer beso había sido un tropezón de dientes y lenguas tartamudeantes, bajo telas de colores, en un campamento gitano de 2x2 dentro de mi propia casa. Yo ya era vieja para entonces, lo repito, tenía 15 y sentía que podía matar de amor a cualquiera, él a sus doce apenas si podía decir mi nombre sin sonrojarse como una cereza.

Eran los tiempos de la música ochentera que jamás pasó de moda y de las pulseras iridiscentes en las manos con las que me dibujó triste y sin colores en su primer retrato a lápiz. Los dos éramos imágenes grises entonces, igual que ahora. El tiempo pasó y no lo volví a ver, si fui su primer amor o él el mío, aun lo ignoro. En mi noche de casada entre la embriaguez del champagne y el dolor de sentirme propiedad de alguien, grité su nombre como el que pide auxilio, esperando que mi voz atravezara un continente y un océano que nunca serían mi casa. No sé por que lo hice, a lo mejor él me recordaba la libertad de mi primera infancia, el saber que yo era única para alguien. La gris protagonista que lucía vestidos de color en sus primeras historietas de amor.

A veces cuando regresaba de visita, pasaba por la casa que fue mía y de mi madre e imaginaba que él aun estaba ahí, oculto en la cesta de telas coloridas esperando a jalar mi mano en la oscuridad que dejaban los días de invierno, para arroparme con su silencio que lo decía todo.
De amor nunca hablamos, pero tal vez yo ya lo amaba, mi adolescencia discurría entre los libros, él y mi madre cosiendo. Junto a él hacía realidad mis primeros experimentos de deseo y dolor. Mojaba mis labios en su piel y lo mordía con pasión como había visto en las telenovelas sin ningún remordimiento de lo que pudiera pasar por su mente luego. Para mi él era un niño que nacía hombre de mí y para mí.

A diario asistía absorta al espectáculo de verlo crecer para mí, sus huesos flacos, sus carnes pálidas, su mirada de huérfano eterno. De verlo convertirse en hombre a los 15 cuando yo ya bordeaba los 18. ¿Qué clase de maestraen el sexo era yo? Me asustaba acontecer a mi transformación de vieja maestra a aprendiz asustada en el mismo cuarto pequeño de nuestro primer beso y de su primera vez.

Ël se había vuelto fuerte demasiado pronto, al empezar cada sesión cortaba mis vestidos a la mitad con la enorme tijera de mi madre y mi espalda quedaba a la intemperie para sus besos en la violencia amordazada de otra tarde de amor. Nadie supo nunca que tan unidos estábamos, creo que ni yo misma. Las cosas sucedieron en secreto y sin palabras bonitas, sus labios se volvieron ásperos y sus manos largas. Seguíamos creciendo, pero tal vez, el creció mas que yo. Un día yo lo comencé a desear antes que él llegara a casa, y supe entonces que ya no podría desear a nadie más y fue cuando pasó todo. Los viajes, el alejamiento. El nunca mas y el para siempre. El amor lejos de su violencia y de sus tijeras, jamás volvió a ser el mismo.

El día que volví a saber de él vinieron a mi mente, hilos, telas y colores estridentes flotando en el aire mientras se entregaba a mí. Su mano sobre mi mano, la tijera que cortaba toda materia que se opusiera a su deseo, su fuerza para doblegarme a él, para demostrarme que había crecido. Por eso no me llamó la atención que fuera él el mismo personaje del que ahora hablaba todo el mundo.
El asesino de las tijeras lo llamaban entonces, para retratar de modo gráfico su afición por cortar la piel de sus víctimas después de hacer el amor. 12 mujeres en 6 años. Todas con piel recortada, sin mayor muestra de remordimiento de su parte. Volvió a mi mente el rechinar de su tijera entre mis vestidos. ¿Y si un día te cortara la piel para saber si llevas dentro un corazón? Me dijo una vez. Tu jamás harías algo así- le dije, con frialdad. Y lo seguí besando hasta clavar mi lengua en su ombligo.

Vi su retrato en las portadas de todos los diarios de la isla y aunque no decían su nombre real, supe que era él. Vino a mi mente la lluvia cayendo vertical en un retrato a lápiz que nunca llegó a terminar y su voz que emanaba diáfana en el primer te quiero que me dijeron en serio. Tal vez debí responderle que las mujeres no tenemos corazón, pensé mientras me arropaba en el cesto de ropa vieja, intentando buscar en la oscuridad mohosa de esa casa su mano desnuda y su silencio que siempre me lo dijo todo.

miércoles, julio 02, 2008

Pablito, una inversión a futuro

Se preguntaba si había llegado el momento de detenerse y de ser feliz con lo que tenía. Vigiló la ventana un momento más y se tendió boca arriba bajo el techo avainillado de la habitación. Había pasado mucho tiempo entre el primer intento, la primera ilusión con algo, a medida que pasaban los años, el deseo se había apagado un poco y mes a mes se había tratado de convencer de que si las cosas no salían como las planeaba, eso no lo tiraría para abajo; sin embargo era cada vez más difícil. Es cierto, el deseo había perdido su brillo, la ilusión era una palabra que no combinaba con los colores de su ánimo, la esperanza ya ni sabía lo que significaba, pero cada vez que le tocaba perder, la sensación de náusea y el dolor del rechazo conservaban su sabor intacto sazonando cada hueso roto. Era casi imposible acostumbrarse al fracaso, mes a mes, una estación tras otra, el dolor de caer al piso volvía a dolerle como antes. Que delicioso hubiera sido entonces quedarse panza arriba contando las resquebrajaduras del techo como en ese preciso instante, que delicioso el quedarse dormido a mitad del camino.

Repasaba cada uno de sus momentos de pérdida y se daba cuenta que habían sido inútiles todos los intentos por romper la esferita segura donde dormitaban sus sueños. Si en los primeros años de su juventud se consideraba un pez demasiado grande para una pecera con tan poco agua, ahora con un par de kilos y canas mas encima podía vislumbrar que por muy corto que fuera su espacio, ya no había mar que quisiera aceptarlo.
No sabía bien cuando había empezado todo ese juego, había destruido 2 matrimonios, rechazado amable y luego salvajemente la idea de que lo convirtieran en padre. Se había negado rotundamente a construir casitas pequeñas en un país que no sentía suyo y en ese viaje alocado por sacar a toda su familia de la pobreza ahora se había quedado solo.
¿Cómo lo iban a invitar a comer si miraba con asco cada potaje que le sirvieran? ¿Cómo presentarle a alguien si con su sarcasmo citadino espantaba a cualquier chica de familia? ¿Cómo ofrecerle un sueldo mínimo si él no había estudiado para eso? Era difícil tenerlo como familia, yo se lo dije a mamá desde que estábamos en el colegio, esos sueños de grandeza no lo van a llevar a ninguna parte. Pero que bah! Mi madre seguía invirtiendo en él cada ahorro que tuviera, para un nuevo curso de idiomas, para que supiera de música, de vinos, de computadoras; mientras que aquí nosotros jugábamos pichanga en las vacaciones, comiendo huevo frito en el almuerzo y pan con camote para el desayuno. Creo que a las finales mi vieja fue la culpable de que Pablito como lo llama todavía, sea un infeliz de mierda, que se moja los pantalones con la idea de morir de viejo en el Perú, sin haber visto nada de lo que estudiaba en sus libros de historia.

La verdad es que sí, el hecho de resignarme me llena de pavor, sería dejar de intentarlo todo y sería darles la razón al admitir que todos estos años, tanto estudio no sirvió de nada. Que no hay ninguna diferencia entre yo y el resto de la familia, ni siquiera mi tozudez para seguir intentando. Años y años de inversión de los viejos en su “pequeña empresa” como me llamaba mamá. Ahora que lo pienso, dejo de llamarme así con mi primer matrimonio. Creo que fue la primera cagada que hice. Pensé que casándome con una mujer de grandes metas como yo, las cosas mejorarían, pero así como yo soñaba con salir de mi barrio de peleas callejeras, ella soñaba salir de su barrio pituco de media mampara y entre su ambición y la mía, creo que ella por ser mujer terminó ganando y se largó con el primero que pasó. Nunca admití ante nadie que ella me dejó primero, la verdad es que yo la dejé marcharse, no me convenía enamorarme si quería irme fuera y sólo Dios sabe que me estaba enamorando de la manera más estúpida, por un momento hasta pensé en quedarme aquí a vivir el futuro perfecto de la casa con jardín y el perro delante.

Para ese momento mi vieja ya había tirado la toalla creo, Pablito no traía un sol a la casa y el gasto en su ropa y la nueva carrera que había elegido ya nos tenía hasta el cuello. Todos pensamos que se había vuelto cabro, cuando comenzó a salir con esos de la escuela de arte, por eso que nos alegramos con su segundo matrimonio. La segunda mujer tenía 2 hijos, un carro y una casa con cochera, parecía que la había hecho linda, hasta que el huevón del Pablo le pidió que empeñen la casa para irse a vivir fuera.

¿Fuera?- me dijo y me echó de su vida. Ella quería establecerse y tener un padre para sus hijos que no fuera vicioso ni pegalón, y a mí de padrastro no me iba mal, al fin y al cabo yo no quería hijos ni nada que me atara a este país de mierda, pero cuando me dijo que en ese plan yo estaba solo, que ella no invertiría ni un centavo en esa quimera, caí en la cuenta que en verdad estaba solo, más solo que nunca en esto. Fue entonces que olvidé la idea de tener familia, casa, lo único que me movía era irme de aquí a algún lugar donde cualquier mínimo talento mío, fuera pagado como se debía.

Aceptémoslo, mi hermano estaba loco. Comenzó con lo de las pinturas, luego casi nos convence a todos de dedicarnos a exportar huacos y cuando ya había comenzado a hacer plata, nos comenzó a ver por encima del hombro. ¿Despreciar a su propia familia, a mi viejita? A mí me jodió todo eso, dejé de huaquear y convencí al resto del barrio que nos pagaba muy poco, así que en un santiamén su negocito con los gringos se le fue al piso. Ahora hasta me arrepiento, cuando lo veo viviendo solo como un perro; pero ¿qué hubiera sido de nosotros si este huevón se hacía de plata? Era capaz de echarnos a la policía, así de poco nos quiere. Es que mi hermano de tanto soñar con cosas para él, ya perdió los escrúpulos.Yo se lo he dicho a mi madre, pero ella no me cree. Para ella siempre será Pablito el que nos sacaría de pobres.

A mi jamás me gustó estar de mesías de nadie, no podría sacarlos de pobres si ellos no querían, si no estudiaban, si no se relacionaban, ahora ya tengo un poco de plata, salí del barrio misio en el que nací, al menos me moví dos manzanas y siento que no he hecho nada, han pasado 10 años y apenas si mi nombre se conoce entre los círculos de pintura de Lima. A veces me pregunto si vale la pena seguir soñando, tal vez en otro sitio hubiera sido más fácil, pero a mi edad cada embajada que toco me pide nexos fuertes con una patria que me aborrece. No tengo esposa, casa, hijos ni un perro al que mentar como familia, mi capital se ha esfumado entre vender huacos pintados e invertir en citas caras con gringos más hambrientos que yo. A veces me dan ganas de no seguir intentándolo, era más fácil de chico, cuando mamá me acariciaba el cabello y con toda la fe del mundo decía que yo era “Su Pablito, una inversión para el futuro”. Alzo los ojos, el futuro es este pero yo no puedo aceptarlo. En el techo hay 8 resquebrajaduras, y en mi ventana muchas casas igual de feas que la mía, solo que yo ya no puedo volver. Debería seguir intentándolo, debería, debería...al fin y al cabo no queda mas que tirar para adelante, no?

domingo, junio 29, 2008

Sobre las agujas del tiempo

Quería contarte un cuento, pero no tengo historias más que la mía. Por ahora solo te contaré cosas de mí, dado que mi mente aun está convaleciente de tanto trabajo y realidad fea. A veces quisiera renunciar, sabes? Pero no sería lo adecuado...o la mejor decisión. Mas que renunciar, sería más interesante decir: Mira esa mujer, era médico, lo tenía casi todo, logró todo lo que su profesión requería de ella y un día renunció y se volvió artista en las calles, ahora es clown en las esquinas o hippie en algún barrio bohemio...vaya cojones! Se ve feliz.

Lo que no sería lo mismo a decir: Miren esa chica, no pudo con la presión de la escuela de posgrado y tuvo que renunciar, ahora es una pastrula en alguna calle sin nombre...
Es gracioso que para poder
dejar definitivamente algo, primero debas llegar al final de ese algo. Sino
simplemente es renunciar por miedo.
A mi me dan miedo muchas cosas, pero no suelo admitirlo...el otro día por ejemplo no pude dormir sola después de ver una de esa truculentas películas de suspenso-terror, fui a buscarlo a su cuarto y dormía como una roca al lado de sus hijas. ¿Cómo despertarlo? ¿Cómo decir que en ese momento yo sentía necesitarlo más que ellas? Esta historia es la de nunca acabar, supongo que lo máximo que ambicionan los padres es que sus hijas hallen una persona que las cuide tanto como ellos lo harían, que les dé un hogar...Supongo que mis padres deben sentirse un poco frustrados cada vez que sienten mi voz por el hilo telefónico, necesitando ayuda. Como huérfana en tierra ajena.

Los padres leen entre líneas ya deben saber, que no tengo lo que necesito...deben suponer que estoy lejos del hogar en el que podría sentirme protegida. Pasa el tiempo y hace mucho que deje de escribir, de cocinar o cantar..No hay tiempo, no hay ganas, no hay cuerpo...Entrar al mundo real es una de las peores cosas que le puede suceder al ser humano...Crecer...Oh! qué difícil es crecer y darse cuenta que uno no puede ser todo lo que quería o que por lo menos la valla se pone inmensa a medida que pasa el tiempo. Entre escribir cartas a mis amigos, comer alguna que otra cosa y dormir, se me ha ido el fin de semana...Mi última guardia, un poco más tranquila que las anteriores...es curioso que cuando estoy con la bata del hospital quisiera tener más canas, mas arrugas, una cara más cuajada que de seguridad a las personas...y cuando llego a casa solo quiero empequeñecer, volverme jovencita, que no me importe nada y enamorarme como una adolescente del primer chico que me diga que soy especial.

Antes todo era tan fácil, las frases más simples parecían regalos inmensos. Hoy en día, mi tiempo pasa como un tren veloz ante mí, yo siento el viento de su velocidad, de su desenfreno y tomo mi café a solas, al lado del camino, esperando tomar el valor para subirme y que me lleve a algún lugar bien lejos que tome el nombre de hogar.

martes, junio 24, 2008

Mientras camino

Mis lunares son equidistantes, lo observé hace mucho, las veces cuando estaba a solas en la tina o algo meditabunda jugaba a hacer líneas imaginarias entre ellos...pequeñas manchitas creciendo tímidas en una piel que antes no los tenía. Me pregunto si la gente que lleva pecas en el cuerpo jugará a contárselas, a hacer constelaciones con ellas, a imaginar océanos cambiando de tonalidad entre los vainillas y chocolates, tal vez empiezo a entender el romanticismo tras los hombres que se enamoran de mujeres pecosas...tal vez.

Hoy salí a caminar como antes, no volví a casa no había porque regresar, mi viejo amigo el televisor tiró la toalla y no enciende hace 2 semanas, como faltan solo días para estar de vacaciones no me preocupo en hacerlo arreglar, ni en comprarme otro...ya se verá cuando vuelva...ya se verá pues.
He esperado con ansia un tiempo para mi, para poder caminar, oler el mar, extender mi vista mas alla de los muros de esta ciudad, extender mi vista simplemente...me va volviendo la miopía de pensar que mi mundo en casa se reduce a pocos metros de mis ojos...extraño extender mi visión kilómetros y kilómetros en busca de una estrella, en busca de la última ola, de donde muere el océano, de la última hoja en la copa de un árbol, de la última luz del único faro en la ciudad...Tal vez es esa la diferencia entre quedarme en casa y salir...yo siempre busco una puerta por donde salir...y a veces tambien alguna ventana.

El, mi ex novio...el primero de todos, el único en realidad, me suele preguntar porque me gusta tanto la calle. Suena a insulto, suena a reproche, a escupirme que soy diferente a él y su vida fungosa de felicidad a la sombra de un hogar cerrado, con las ventanas separandolo del ruido de la calle y las puertas selladas a prueba de ruidos, de otras personas...yo tambien le pregunto porque él prefiere esa vida solitaria de paredes asfixiantes, como vivir en un nicho en vida... porque no desea ver mas allá.

Yo soy de la gente que camina...a veces huyendo, la mayoría de veces buscando algo. Tal vez es esa la explicación.

He tenido varias horas para pensar, mientras camino hablo de lo que siento, de lo que creo, de lo que espero, es una buena terapia de la que aun no había tomado conciencia. Tal vez escribo de forma invisible mientras camino. Mis ojos siempre están lejos, por eso que la gente cree que llevo música en los oídos, que estoy en otra...tal vez si lo estoy...tal vez la música si esté fluyendo en ese momento en mi, ríos de mñusica, palabras, pensamientos, emociones. Mientras camino no necesito a nadie mas y a la vez necesito a todo el mundo.

Hoy, millones de palabras han salido de mi, millones de ideas ocultas, no tengo miedo de pensar cosas que en casa me deprimirian o me harían llorar, mientras camino, puedo enfrentar mis miedos, mis odios, mi mierda, como decía Rafa, mientras camino me dejo llevar y me ubico en este mundo, cual es mi sitio, se perfectamente a donde no quiero ir, el destino me es siempre desconocido.

Mientras camino,acepto que ya no seré la misma de antes, que los dias están pasando, que el tiempo se alimenta de mi, de mi voluntad o de mi temor, la ciudad está dispuesta a tragarme y a hacer que desfallesca en el intento, dispuesta a que tire la toalla y me vuelva una mas, alguien mas del sinfin de gente que abandona sus sueños, que deja de caminar, que se conforma, que se queda en casa viendo tv, por miedo a salir y que la calle nos devore en ella, devore todo en lo que creemos, todo lo que amamos, es mejor ocultarse, cerrar los ojos, intentar dormir, verdad? Conosco esa sensación, lucho a diario contra ella.

Mañana será otro día y luego que? Vivir un día después del otro, resignandose a vivir muertos en vida...resignandose a no levantar la cabeza por miedo a ser golpeados por un día peor que el anterior.

Yo no soy asi, me duele conformarme, me duele sentir miedo, me duele ocultarme...
Mientras camino me doy cuenta que no es mi destino el NO SER, hay algo mas alla afuera, desconozco que es, pero me llena de esperanza creer que hay algo alla afuera que espera por mi, a que lo tome, a que luche por el, a que me lance a tomarlo, sin miedos, por derecho.
Porque esta vida miserable debe tener alguna finalidad mas que el solo soportarla, debe existir algo que explique el SER, el ESTAR y el querer...vana palabra.


Mis lunares son equidistantes, a veces juego a hacer mapas con ellos mientras me desvisto y me pregunto cual de ellos es el primero, o cual el último, en donde comienza y termina todo, si hay un camino, donde es que termina? Tal vez solo sea mejor seguir caminando.

sábado, junio 14, 2008

Día Quince

Estaba escribiendo un cuento en mi cabeza, cuando alguien me interrumpió. A veces la vida interrumpe las ideas y no puedes volver a atraparlas, esta vez era porque alguien estaba pidiendo un médico. Aqui hay tantos médicos- me dije- Porque tendría que ser para mi, seguí recostada en el mueble negro, tratando de volver a coger el hilo del cuento, ubicarme en el paisaje, sentir los olores, la textura del paisaje mientras entro en él y me hago proptagonista de la historia, pero nada, ya no puedo como quinientas veces durante este año, hay alguien que ha interrumpido.

-¿Qué pasa señora?- pregunto, asomándome a la cama revuelta de la persona que grita con tan insitencia. Es que no me han cerrado el suero, me dice y ya se acabó. Yo la miro con resignación y le cierro el suero. Es trabajo de la enfermera, quisera regañar, pero es inútil. Aquí la gente piensa que le entra aire a las venas si el suero se acaba y que va a morir por embolia o algún invento de catástrofe médica. Al iniciar mi trabajo aquí, cosas como esas me hacían perder la paciencia, me quedaba explicándoles que no debían hacer tant escándalo, por un invento de alguien que no sabe nada de medicina. Pero ahora, solo miro resignada y vuelvo a mi asiento. Debo permanecer aquí, hasta que llegue la hora de irme. No hay pacientes graves, no hay nada que investigar y va llegando la hora de vbisita asi que un montón de familiares entraran a las salas de hospitalización, gritando por un informe, porque les cierren el suero, preguntando si les pueden traer algo de comer, o cuando se va a ir de alta. Debo esperar allí a que me hagan todas esas preguntas y responder l mejor que pueda. Mientras tanto me acurruco de frío en el mueble, esperando que la fatídica hora de visita marque las dos de la tarde.

En Lima, el invierno ha entrado de golpe, un sábado estaba con una polera corta y ahora tengo que abrigarme con un par de casacas para no morirme de frío. Lima tiene tanta humedad, que es como respirar dentro de una pecera- escucho a menudo. A mi al principio me agradaba la idea de ser un pecesito mas, en la húmeda capital, yendo de auí para allá, respirando agua o haciendo una burbuja que mer separe del resto. Encontraba algo poético en el hecho de Lima, la humedad y yo como un pez chico en una pecera grande haciendo pensamientos de burbuja. Ahora solo siento frío y mando al diablo la poesía.

Miro el reloj y son las 3 de la tarde, aun nadie me ha llamado, los internos se deleitan en dar información a los familiares, como médicos grandes, a penas si tiene 22 años y están ahí explicando porque de la enfermedad, si se va a ir de alta o no, asumiendo mi trabajo de relación con el público, algo que por momentos llega a hastiarme. Un día uno de ellos, me pregunto si se podia quedar a mi lado cuando le dijera a una familia que su hija había muerto, me pareció extraño, pero es parte de su aprendizaje, asi que deje que se pusiera a mi lado, mientras explicaba todo a los familiares, las lágrimas, los gritos, las preguntas. Mi interno se siente abrumado, creo que él tambien quiere llorar, me da pena y cólera. Se supone que debe hacerse fuerte, no puede mostrar tanta debilidad, no debe mostrarse dubitativo o algun familiar agresivo puede golpearlo, como ya ha sucedido.

Haces esto a menudo?- me pregunta medio asustado cuendo termina. Ufffffff- respondo yo. Tienes que tener cuidado porque una vez un familiar golpeó a un interno de medicina, pensando que era él culpable- le digo y luego le cuento como hay locos, agresivos y depresivos entre la gente al que uno le da la noticia. Nunca sabes con quien vas a tratar. Creo que no me entiende, asi que lo cuento del caso en que un tipo sacó un arma y comenzó a buscar al médico encargado de su madre, que estaba agonizando. El interno, se ríe. La verdad es risible nuestra vida, cuando lo ves a distancia uno se burla de las veces que el médico está en mas peligro de morir que el propio paciente.Y es que a veces yo tambien he tenido miedo que me abofeteen o me arañen la cara, al momento de dar la noticia, especialmente de muertes inesperadas durante la noche, o cuando fallecen pacientes jóvenes.Ves tanto dolor, tanata ira en los ojos, mi alma se encoge y se agacha, esperando el golpe de venganza, ante una ficha mas del sistema de salud: El médico. Me arrugo, quisiera huir, pero por fuera estoy serena, tratyando de que las palabras salgan lentas, entendibles, bien planeadas. Tranto de no levantar la voz ante ese grito de fiera herida: Por qué? Por qué no hicieron nada?
Para ellos es nada, me digo.Para mi, sin embargo, lo es todo, mientras vivo en el hospital, lo que hacemos por salvarle la vida a alguien es todo. Como explicárselo? Debo aceptar el llanto, el rechazo a un sistema de salud ineficiente.La muerte como un día a día. Llegar a mi casa, resetear todo.Que mi mente quede en blanco para tener la fuerza de levantarme al día siguiente y venir aquí a dar la cara.

Trato de acurrucarme lo mas que puedo para dormir un poco antes de la guardia, es imposible. Solo duermo cuando estoy en medio de un cuento, entonces imagino días soleados, arroyos de agua clara, risas de niños, algo que me aleje de este infierno. Sin embargo, ultimamente solo puedo escribir cuentos tristes, en parajes oscuros, con gente llena de desconfianza y dolor. He abandonado la idea de escribir, lo máximo que puedo hacer es retener dos o tres ideas en mi mente y esperar un momento libre a que salgan los personajes. Pero ya no salen, todsos mis personajes, están ocultos en el laberito de mis sesos, se reprimen a ser protagonistas de una historia, que tal vez no podré acabar. Mi cabeza se llena de sombras y me voy quedando dormida. Sin darme cuenta me he vuelto yo tambien un personaje de Lima la gris, esperando a que escampe, esperando una historia buena,. un final feliz, alguien que sepa escribir en mi o de mi. Una ilusión simplemente.

Suena mi alarma, la hora de dormir se ha acabado y es hora de ir a Emergencia.

martes, mayo 27, 2008

Dia Catorce

Camino entre la gente casi sin saber a donde voy, el ruido, el dolor, la soledad pasan por mi costado como enormes montones de paja en una ciudad vacía. Yo tambien camino con dolor. Mas este dolor es físico e intratable, cada día tratar una droga nueva, destruyéndose mi estómago, mi ánimo, mi fuerza. La bulla de la gente feliz pasa por mi lado sin prestarme atención, yo paso sin mirarla. Somos dos desconocidas, caminando en direcciones opuestas de la misma vereda.

Como poco, me duele comer. Mi placer favorito se ha esfumado, por eso llego a casa cansada y me acuesto sin sueño. EL resto de la tarde son vasos con agua tibia a medio terminar, pastillas, alguna que otra inyección, una pañoleta estridente amarrada a mis sienes trtanado de contener una migraña que surge por falta de alimento y mucho pensar.

He tenido mucho tiempo para pensar y soñar. Mi último sueño, casi pesadilla es justo aun árbolde olivo que descansa en una pared vieja del patio de mi casa, abajo un riachuelo y alguien diciendo que debo rezar, lo trato de hacer con fe y la pared en que se apoya el árbol comienza a destruirse, tambien el piso en que estoy parada, entonces tengo miedo, miedo de lo que va a apsar, de perder lo que conozco, dejo de rezar, abro los ojos, quieor gritar. Me paso el resto de días tratando de interpretar el sueño y el porque de sentirme tan mal después de eso.

La vida no va a mi paso, se mueve de prisa vibrando bajo mis pies. Yo voy a mi ritmo, de dolor y desánimo los últimos días. Soy un médico que no gusta de ir donde los médicos, que tien poca fe. Ahora mismo me revuelvo entre el insomnio de una cama destendida y las ganas de querer hablar. El techo se abre encima mío, un cielo color ocre como antes de cada tormenta, un cielo en que busco astros que brillen y que pueda ver. Bajo ese cielo no se si es de día o de noche, no hay ruido, el único grito es el mío, pero no pide ayuda, solo busca entender. Por qué? Por qué yo?

Quisiera un libro y una buena canción. Algo que distraiga mi marcha lenta, mi drama singular. Sin embargo dormiré arropada en la ilusión de amanecer físicamente bien, aunque por dentro todo se mueva en un temblor continuo, cada sentimiento se ha desmoronado y caido de su estante lustroso, ha caido al suelo sin romperse. Mi casa está temblando, no hay cosa que permanesca en orden...todo cae dentro mio y afuera el viento hace girar las cosas para que no me toquen, solo me mareen un poco. Yo sigo caminando y me doblo sobre mi misma con las manos en los bolsillos. Supongo que en la gran Lima el invierno ha llegado.

viernes, mayo 23, 2008

Dia Trece

apenas caigo en la cuenta que han pasado 10 dias entre mi ultimo dia hábil escribiendo. Entre lo de la cumbre, los feriados y mi hermana, casi ni he visto los mensajes...miento si los he leido, esperaba uno en especial, pero va terminando el mes y no llega, asi que creo que mejor lo olvido.

Como ultimamente el blog es solo para ejercitar mi habilidad con las mans sobre el ordenador o despabilar mis ideas con menos pereza que mi 12 meses previos, empezare contando cosas de mi, para relajarme un rato.

Esta semana he llegado temprano a casa la mayoria de días, no porqeu llegue antes de las 7 pm como se podria pensar, sino que cuando llego aun siento que el dia tiene muchas horas para mi. Inicialmente las ocupaba estudiando o arreglando mi ropa, pero en los 2 ultimos días solo he visto peliculas...por el momento es lo único que suple un poco el no poder leer un buen libro.

Hace 2 días fue Spanglish, una risa ver a Paz Vega hablando como mexicana. La pelicula me agradó, es mas tengo bastantes pasajes de ella rodando por mi mente aun. La forma sutil en que se van enamorando, el hecho que el cocine para ella. Adam Sandler es el tipo menos agraciado del planeta, pero juro que en ese personaje, resulta tan encantador, que es imposible no sentirse atraida...En fin, cosas de mujeres.

Hoy he reparado en eso que muestran los ingleses en sus films, el actor principal siempre con una media docena de amigos de lo mas heterogeneos aconsejando sus vidas. Debe ser una muestra de la vida moderna, donde la unica familia que posee una persona que proimedia los 30 son sus amigos raros.

Yo solo tengo 2 0 3 amigos en esta ciudad, a los que puedo contar todo, incluyendo sexo, ideas depresivas, odio al mundo, frustraciones varias. Por alli uno que otro mas en el hospital, que pueden entender absolutamente toda mi joda profesional porque ellos la viven igual, pero que no tienen una puta idea de lo que sucede en mi vida íntima. Es decir, ante mi primer grupo de amigos puedo cambiarme hasta los calzones sin preocuparme que diran, y ante el segundo puedo hablar de sangre y agujeros anatómicos sin que se inmuten.

Lo peor es que mis amigos entre si casi ni se conocen, apenas si saben sus nombre so sus profesiones, jamas podria juntarlos en un mismo lugar para cenar o beber como en las peliculas gringas, proque dudo si tendrian otra cosa en comun que mi existencia. Son tan disímiles unos de otros, que mutuamente no entienden como puedo tener de amigos unos de otros. Cada uno dellos forma en mi vida círculos inexplicables, de tiempo y experiencias. Cada quien representa a su forma fases de mi crecimiento personal. Sin embargo no puedo unirlos. No quiero unirlos. He explicado esa actitud en el hecho egoista de suponer que apenas se conozcan entre si, formaran nuevos lazos que me mantendran al margen. La explicación es larga...no para un blog.

Bueno, es dificil escribir, ver television y oir a Oasis al mismo tiempo, especialmente si debo terminar una presentacion para el hospital...fuchila...Otro día hablamos, creo que estoy perdiendo el Touch...

martes, mayo 13, 2008

Dia Doce

Luego de algun tiempo perdiendo el tiempo frente al televisor, debo admitir que me encanta la publicidad de Kenzo. Por que no puedo tener a alguien que me quiera lo suficiente para regalarme un perfume que yo misma no admito regalarme?

jueves, mayo 08, 2008

Día Once

Sigo enferma y peor aun, con dosis extra hormonal que me hace lagrimear cada 15 min. Llevo 2 dias llegando a casa para sentirme miserable. Las cosas buenas duran tan poco que a veces ni nos damos cuenta.

A veces cuando el carro desvia la ruta y paso cerca por donde su antigua casa, esa que apestaba a humedad y persianas rotas, miro largamente esa calle, como si algo de mi quisiera irracionalmente volver. Algo salvaje en mi, extraña el momento de llegar a prisa, cerrar la puerta y hacernos el amor contra la pared o encima de la cama llena de periódicos viejos, como si estuvieramos huyendo de algo, tal vez de nosotro mismos.

Pienso en lo satisfecha que me hallaba sobre ese colchón en el suelo, viendolo lavarse la cara con jabón en el bañito vecino, en ese momento solia planear, no sin algo de miedo, como cambiaría yo esa pieza, poniendo una planta por aqui, una mesa por alla, trayendo mis cosas, comprando pequeños utensilios de cocina, para cuando tuvieramos que alimentarnos, a ver, si el sexo daba tiempo.

Nadie imagino entonces, que hacer planes es mejor que la realidad. O que todo sabe mejor cuando aun es intangible. Todas esas noches que le abri la puerta a escondidas mas alla de la medianocjhe, proicurando no hacer ruido para que no despierten mis vecinas solo me hacia desear el momento de poder vivir juntos, de como seria hacer el amor a diario y despertar juntos a diarios como ya casi lo haciamos. Mi ilusión era la de uan colegiala, con planes poco congruentes, en donde no tallaban sus hijas, ni mi orgullo.

Hacer el amor con él, era fácil y casi casi sin culpas. Me llegaba a entregar totalmente, tal vez porque confiaba en que el conocia tanto mi cuerpo, que sabria exactamente donde tocar o como hacerlo, para hacerme sentir bien. Mujer completa.

El resto de la relación fue difícil, a pesar que por momento pude creer que me entendía, no llegamos a ser cómplices, ni compañeros de vida, mucho menos amigos. El con sus prioridades familiares y yo con las mias. Puedo decir sin lugar a duda que quise intentarlo y en algun momento hasta crei que podia enamorarme, claro, con miedo, pero enamorarme, de esa situacion cómoda de dormir juntos aunque no nos vieramos el resto del día.

No se cuando cambió todo, o tal vez si. El momento como siempre tuvo lugar y hora para mi. Pero el no estuvo, no estaria ninguna de las veces siguientes que lo necesité y tuve que recurrir a la ayuda de otros. Jamá sun rastro de apoyo, ni una palabra agradable, peor aun, cada vez que podía me hacía sentir la quinta rueda en un coche que no iba a ninguna parte. Si lo intenté, es poque muy en el fondo no queria tirar la toalla tal como lo hice con Claudio, no queria aceptar que un hombre podia desplazarme siempre por las prioridades mas triviales de alguna de sus hijas. Simplemente quewria pensar que alguien podia valorar que yo valia mas que un intento.

La realidad es otra, sin embargo. La realidad no puedo cambiarla. La vida debería ser como en las películas y los hombres que dicen amarte, deberian madurar un poquito para poder equilibrar la vida de padre con al de pareja, para no quedarse eternamente solos.

Los hombres que he conocido, siempre han priorizado la vida de sus hijos sobre la vida propia y a los hombre sque he conocido siempre les ha parecido que es mas facil que yo una mujer soltera, sacrifique toda su vida por ellos. Un poco de respeto no vendria mal de vez en cuando. El respeto ya que no viene gratis, tendré que darmelo yo primero, dejando de intentar querer a personas que no me merecen. El respeto debería darmelo yo, no buscando ayuda para salir de lios en que yo sola me he metido. Todo eso lo se y he de hacerlo, pero no sabes que dolorosas son mis noches, sin abrazar a nadie.

Extraño tanto a mi madre. Quisiera abrazarla y decirle que tiene razón, que su hija menor puede tener éxito en todo pero no en el amor. Que me da dolor llegara casa y no tener a quien abrazar, peor aun, que estops meses a pesar de haber estado acompañada me he sentido mas sola que nunca, pues mis conversaciones han chocado contra un muro. Que eso de querer un compañero mas que algo imaginario se va volviendo un dolor fisico que está acabando conmigo.

Extraño mas que nunca mi casa, mi plato caliente en la mesa, poder abrazar sin sentir que el abrazo es mesquino, sin sentir que me dan la mitad de lo que pido.

Me he sentido trsite, esa ya no es una novedad. Me estoy acostumbrando a serlo, pero de vez en cuando, es bueno aceptar que he mordido el polvo, otra vez y otra vez y no hay manera de arreglarlo.

martes, mayo 06, 2008

Día Diez

Estoy enferma. Anímicamente inestable. Podría escribir un millón de posts, pero estas noches prefiero una Tv que no me diga nada.

Prox. Plan: Mudarme sin mirar atrás.

Nota: De verdad hace sentir muy bien romper las cosas de otros.

miércoles, abril 30, 2008

Dia Nueve

Aun no ha terminado mi día, lo sé. Pero dudo muchoq ue vuelva a salir, aunque no me he colocado aun el pijama usual. Se que no saldré. Solo quisiera quedarme aqui un rato y conversar con alguien. El alcohol me deja demasiado lúcida.

Hoy tomé un par de tragos después de un almuerzo de confraternidad, me agrada que no me afecte como antes. Que la cerveza no pase de ser un licor alegrón para departir con los amigos, incluso con los que no lo son.

Me siento triste. Dispongo de demasiado tiempo, estoy muy lúcida, carezco de sueño y no tengo con quien hablar. En los últimos meses he cogido la costumbre de masturbarme cuando no puedo dormir, eso hace que luego de la tensión y contracción de todos mis músculos, caiga en un estado de laxitud placentera que me deja directo en los brazos de Morfeo. Pero hoy no, no tengo la mas mínima idea lujuriosa en mi mente para conseguri algun orgasmo que sea preámbulo para un buen sueño.

Sabesque quisera hacer? Ir al starbucks mas cercano y pedir un cafe helado mientras espero a alguien, no se porque tengo la sensación de que hoy si se acercaria alguien a hablar de cualquier tontera, no me importa si desea flirtear, hoy no estoy de humor, asi que no caeria tan facilmente en el juego, pero si me serviria para usar la retorica y la maña de la conversación inútil, esa de preguntas y respuestas en que solo deseas saber que tan fuerte es la otra persona, Que tan fuertes son sus convicciones, en lo que sea, incluso en comer chocolates.

Hoy, a falta de gente, o de ganas de que se que se me congelaran los pies en el cafe ese, por su exagerado uso del aire acondicionado, me sentare a hablar contigo. Te contare por ejemplo que no me compro libros, proque los únicos títulos de novelas que me agradan siempre superan los 80 lucas por libro, de que soy una tacaña empedernida, de que envidié a mi mejor amiga cuando en su primera cita le regalaron- al parecer con la intención extraña de culturizarla para que deje de ser una chica pumpkin-la edición especial de 100 años de Soledad.

Antes a mi me solían regalar libros, obviamente libros extraños, de autores extraños tambien. En la primera cita siempre querían impresionarme, casi nunca me regalaban flores o peluches, siempre eran libros. Ahora extraño eso. Se por ejemplo que si saliera con alguien mas jovencito que yo, no se le ocurriria comprarme el libro que deseo, ni me llevaria a elegir uno al Virrey, solo por verme ojitos de felicidad al saber que tengo el poder de elegir...con el dinero de otro.

En fin, te decía que hoy tengo gans de hablar, o tal vez solo de hacer un monólogo. He llegado a extrañar esos tiempos en que tras mis vanos monólogos se abrian como 20 comentarios que me interesaban y otros 20 para mandar a la mierda...era gracioso, me hacían sentir importante, hoy a la distancia suelo apreciar esa reacción en la gente. Aprecio haber llegado a causar una reacción.

Tengo en mente un par de personas con als que quisera salir hoy, lo lamentable es que se tanto de ellas, que probablemente se que la pasaria mal, especialmente porque se que la piconería es un terreno minado para los intentos de buenas relaciones y yo, una picona- como le dicen en Lima a la gente que nos e queda callada- por naturaleza, no puedo resistir a gente que sea similar o peor que yo...Especialmente cuando, en un hombre , el ser picón con una mujer, es sinónimo de violencia verbal no justificada.

Extraño tener un novio, ya lo he dicho, pero tal vez extraño o anhelo mas , el tener una pareja - tambien lo he dicho- pero no para darle ese amor de pelicula del cual hablan todos, sino simplemente como hoy, para hablar y hablar y que no te cierren la pagina en lo mejor de tus elucubraciones sobre la vida y el mundo. En otras palabras, una pareja vendría a ser la única persona en el mundo que se atreve a aceptar ser testigo de nuestras desgracias y felicidades mas íntimas, sin pedir nada a cambio, excepto el ESTAR a tu lado.

A diferencia de otros días en que escribo menos achispada, hoy no oigo múscia ni estoy calata. Hoy estoy completamente vestida viendo Los Simpsons a escaso volumen, como quien no quiere perder el contacto con la realidad, cualquiera que sea.

Debería contarte mas cosas, mas y mas...esto no debería ser un blog, debería ser un chat, para estos momentos de ocio, de preámbulo para los días feriados...Debería poder hablar con mucha gente a la vez para reirme o contar alguna anécdota o dimplemente imitar a alguien como lo suelo hacer siempre....No se, hoy estoy de buen amor, sería una compañía divertida...en momentos asi, me siento bien de estar en una ciudad grande y me siento mal, de no estar en una ciudad mayor...

Si supieras que todo esto es solo por estar mas alla...si supieras que el marco de toda esta historia es solo poder salir a un lugar mejor...pero ya te lo explico mañana...No mañana no! Mañana estoy de guardia...y el viernes moriré de sueño...y el sábado una fiesta de gala...oh Fuck! un día cualquiera te contarñe el porque de toda esta historia, incluida la historia de la visa para un sueño.

Dia Ocho

24 horas de migraña, 2 inyecciones en menos de 8 horas. Reacción adversa: Distonia. Segunda reacción: Náuseas y vómitos, luego de correr al baño delante de todas mis pacientes para vomitar, termino llorando encerrada junto al water del hospital.


Pasada la migraña, siento que el mundo resurege de nuevo, inclusoi siento ternura y hasta ganas de escuchar que tiene para decirme la gente, tengo tantas ganas de ser abrazada, que olvido que prometí no volver a abrazar a mi interno y lo busco por todo el pabelló hasta encontrarlo, le doy un abrazo fuerte, clavo mi boca junto a su cuello, cuanto quisiera que tuviera mi edad, cuanto quisera que fuera alguien para besar.

Dia siete

me cortaron el internet. Debe ser un complot para q deje de escribir huevadas.

domingo, abril 27, 2008

Día Six

Lima puede ser un escenario perfecto para la novela negra. Tambien para una que otra pelicula surrealista, con la bruma entre los edificios grises, mudos testigos de la carrera diaria por llegar temprano al trabajo entre las prostitutas adormecidas, los vagos en las esquinas y los botes de basura descompuesta. Lima puede prestarse de escenario a cualquiera de mis episiodios de depresión mas insalubre, pero no es escenario para escenas de amor. Nunca lo será.

En Lima, ciudad capital, el amor se rompe como trozitos de galleta recien horneada, se desmigaja, se deshace. No hay buena química para crear historias de amor en una atmósfera como esta. Mis personajes nunca se llegan a encontrar a si mismos, se quedan en casa ideando el suicidio,o se pierden por laberintos oscuros, camino a la absoluta locura. Mis personajes aquí simplemente se pierden.
Lima logra diluir cualquier intento de amor. Los protagonistas ven el futuro veloz y vertiginoso huyendo en el camino de al lado. Siempre tangencialmente, inalcanzable. Lo ven discurrir, correr de prisa, no llegan a montarse en él; el futuro es un tren bala y mis personajes van siempre a pie. Se quedan en las calles malolientes en sus mil vericuetos hasta el siguiente día, que al final resulta siendo el mismo.

Por eso he inventado ciudades y parajes que sólo existen en mis sueños. Ciudades que fluctuan entre algun recuerdo y alguna sensación prestada, allí es mas fácil situarse o dejarse ser...Mi escenario es aquí dentro, un lugar que cosquillea en mis tripas y que nos e donde termina.

Abro mi blusa sin pudor ni recato, rompo los broches de un jalón que me destroza las uñas y entonces salen todos ellos de mi, duendes, hadas, brujas y gnomos. De mi corazón salen a trote toda esa jauría de personajes inconquistables. Abro mi blusa y todos salen de prisa a zambullirse en ese paraje que he creado para ellos. Me rompen los ventrículos en su huida, las cuerdas tendíneas, las costillas...cada músculo se abre en mi, ya no soy materia ni cuerpo definido, mis límites son difusos entre mi pensar y la realidad cercana.

¿Qué es real después de todo?


Halo mi cabello sin apuro, meto mis dedos entre los rizos desodernados y van saliendo uno a uno, los personajes que pueblan mi día a día, tiro el cuero cabelludo como si de un disfraz se tratara... me arranco los ojos, los tiro como esferas celestes a volar en un cielo plateado que no conoce nubes.

No necesito mis ojos, mis pupilas, ni mis retinas...Me abandono a soñar despierta, no necesito nada que sea célula, cuerpo ni materia...Ahora todo mi yo, es un ente que se funde con lo no visto y lo no creado...Me busco y me abandono en esta atmósfera que es y no es...Soy una matriz que palpita, que ve parir de ella, personajes y sueños...historias que no conocen otra luz que la íntima...historias que cabalgan a medias entre mi sentir y mi vivir...¿Qué soy ahora, sino la patria extraña para pájaros de fuego y dragones agonizantes? ¿Acaso no soy el mar, el cielo y el pasto?

¿Acaso no soy yo mi propia tierra?

Aquí dentro no amanece, mi sol son dos planetas rosados, no hay tiempo, segundo, bitácora de viaje...Abro mi pecho y se pinta mi vida interna en beige y technicolor...Abro mi blusa, mi boca mi ser y puedes ver con miedo que no hay materia, ni un lugar para amar. No hay límite...una frontera a donde llegar y clavar banderas o señales de conquista, mi naturaleza es salvaje y esta llena de personajes que no habitan sino en la vía absurda que sujeta mi corazón y mi mente...De gente extraña como yo...de monstruos, de personajes acorralados por un asesino llamado conciencia, personajes con deseos de libertarse de un mal libreto apodado destino...gente que sufre por no poder acomodarse en ningun lugar, si saben que el lugar es aquí dentro...por no poder conformarse si saben que aqui de donde nacen, siempre abra mas y mas de ellos...

Abro mi pecho y no hay mas que sueños refugiados en un pais desconocido...Un territorio que lleva mil nombres...un lugar que es el mío.

sábado, abril 26, 2008

Día Cinco

El final de mi sábado la paso oyendo música, en mi cuarto a solas...Hace mucho que no me dedico a mi, siempre hay cosas importantes que hacer o adonde ir. Suelo deprimirme en casa debido a la crianza que nos dio mi padre.
Mis padres eran maestros y tenian las tardes libres, después de almorzar saliamos al menos 2 horas a dar vueltas en el auto a donde sea, a cualquier barrio, en cualquier pista, hacia cualquier lado, generalmente el recorrido era el mismo y terminabamos o en una pasteleria o comprando fruta en el mercado. Era una felicidad sencilla en la que no habia que compartir mucha palabra, mi padre manejaba y mi madre y nosotros estabamos atras pensando en nuestras cosas o comentando algo que hubira pasado durante el día.
Habia tardes que no saliamos a ninguna parte, eso era sinónimo de no tener plata para la gasolina, de que mis padres estaban molestos, de que el dia estaba lluvioso...No salir era sinónimo de que algo andaba mal. Y ahora sin darme cuenta veinte años después el quedarme encerrada en casa solo puede significarme un dolorcillo que no puedo explicar. Ese dolorcillo de no ver las casas ni los árboles pasar frente a mi, rápidos a través del bólido viejo que era nuestro nave de escape a ninguna parte.

El sábado terminó hablando con un par de desconocidos a través de uina ventana de internet. He descubierto con pesar que ya no me entretienen las charlas cibernéticas, no hay mucho asombro en la gente que llego a conocer...Hoy por ejemplo, cuarenta tipos de saludos para flirtear se abrian en mi pantalla...unos mas huachafos que otros, palabras como baby, reina, dulce e incluso regalito de Dios se iluminaban en mi computador, bloqueandolos uno a uno, sin el insulto usual que caracterizaba mi mal genio de las charlas antiguas. No es que los tolere, simplemente prefiero obviar cuando me dicen linda o pretender fingir una dulzura que suena a mariconada.

Lo que descubrí hoy fue que no se puede entablar una conversación con alguien que se menosprecia a si mismo. Uno de los tipos que tenia mejor ortografia que los otros hablaba tan mal de si mismo que estuve a punto de vomitar. No entendia el porque me aclaraba una y otra vez que no era guapo, pero si un buen amante...sonaba tan patético. Su ventana se abría una y otra vez y decia cosas como...Debes tener plata, quien como tu...Patético realmente.

Mi sábado termina, espero que las continuas quejas sobre mi misma no hagan lo mismo que con ese tipo en mis relaciones sociales...Es trsite que la gente te deje, solo porque tu te dejaste de querer primero.

viernes, abril 25, 2008

Dia Cuatro

Se acabó el frapuccino!!!

Mi paseo de hoy habria sido perfecto con la ayuda de mi bebida favorita...sin embargo lo tenia a él para hablar, esa fue la mejor parte. Descubrir que hay un mundo para mujeres consumistas y tener un hombre al lado lo suficientemente metrosexual como para entender esas frívolas necesidades básicas de las mujeres que no tienen otro placer que gastar en si mismas.

Llámame boba, pero solo por hoy habría querido compartir mi cama con él. Solo hoy poder haber seguido charlando de peliculas tontas y de gente en comun. Lo sé, cabe la posibilidad de que tal vez los dos estamos demasiado solos.

A estas alturas de nuestros muertos y heridos ya no cabe espacio para hablar de amor.

24 horas de mundo real

La pregunta para el ensayo en francés se refería a ¿Qué acontecimiento había cambiado mi vida. En la practica oral había ensayado la típica ...