viernes, agosto 31, 2007

La Ciudad y Los Quesos

Y nada pues, hoy me sentia feliz, ser'a solo eso.

Hace tiempo que queria escribir, hace mucho tiempo de todo. La gente anda diciendo que me gusta la medicina porque lo tomo como un hobbie, como algo q se termina, como algo de lo que no tendre que vivir.

Y que hay de malo en eso?

No seria peor ( Y disculpen la ausencia de tildes, peor el teclado es pirata) que tomara a la medicina como un trabajo? Como algo que me ata a jefes, a servir, a tener que ganarme los soles con el sudor de mi frente?

No es acaso mejor verlo como un hobbie, como un safari al Africa, como una caminata en busca de oasis, como trepar altisimo sin cuerdas de seguridad? ( que al cabo ejercer la medicina en este pais es casi lo mismo...) No es mejor saber que es una elecci'on y no algo impuesto? que ejerzo mi libre albedrio, que podria renunciar el rato que se me de la gana, que pudo vivir de cualquier cosa, incluido vender aretes en un parque?

No es mejor saber que puedo despertar cada manha con la emocion de haber cumplido un sunho de chica, esos suenhos que todo el mundo piensa no podras lograr porque no das la talla y en eso pum! Lo haces?

Para mi es como ser astronauta, como pilotear un avion, como hacer cosas que no pensabas. No que sea heroe de alguna pelicula, pero jamas pense que seria medico, que soportaria la presion, que soportaria el castigo. Aqui son mas verticales que en el ejercito y mas petulantes que gerente de Banco, pueden ser a llegar mas rajones que escritor de revista chicha y mas serruchos que aprendiz de golfa. Estar en este Hospital es una joda de las grandes, me dicen que daria hasta para guion de pelicula, una version adapatada de La ciudad y los perros pero en scrubs y con batas blancas. te imaginas? A las finales y hasta hago mi diario de La vida En UCI para un medico cualquiera y hasta me hago famosa... Ja!

Parece que no abandono nunca mis fantasias de escritora.

pero joder, hoy mientras estaba en el banho y me entretenia leyendo una revista nueva para relajar el hacer del cuerpo, me di cuenta que cualquiera puede publicar huevadas, no solo los bloggers y encima te pagan por ello. O sea, Que maravilla! que lujo! escribir como lo estoy haciendo ahora y que te den una columna para que despepites tu h'igado acerca de la maldad del mundo...para que 5 locos se rian, o hagan higado contigo, o de ti, o de tus malditos errores gramaticales, o de que te creas tan por encima de ellos (hay que ser bien acomplejados para pensar que la gente anda encima tuyo, pisandote la nariz de Pinocho) que puedes escribir con el desparpajo del que cree saberlo todo.

Joder! ( y no se porque digo Joder, porque de espanhola no tengo ni las malditas ñ y aun asi prefiero la palabreja , a decir caray - que suena a tio- o carajo-que no me sale con naturalidad, o mierda- que la verdad me sale bastante a menudo, pero no queria añadirle mas lisura al escrito este) Joder! que que rico que sera ganarse la vida haciendo eso. Me debi apellidar raro! no, no, me debi relacionar mas...No, no, debi haber seguido periodismo, no...mejor, debi haber planteado la posibilidad de escribir en serio hace mucho tiempo.

Pero...

No podr'ia pues, porque si me pagaran por escribir ya no escribiria, lo tomarai como un trabajo, no me sentaria a fumar y a reirme de la cara de la gente que lee las huevadas que yo escribo, no tendria cara para escribir las huevadas que ahora escribo... o sea, si me pagaran ya no seria lo mismo.

Sin embargo...

Por que de la medicina si acepto un pago y llego a ser feliz?

deberia entonces a renunciar a mi super sueldo de medico (que de super no tiene nada, apenas si me alcanaza para darme gustos y frivolidades de cualquier soltera de mi edad) porque si es un hobbie, pues por los pasatiempos no se nos paga, asi que deberia renunciar, donarselo a los pobres, darselo a mis padres! Pero no pues, tanto me han dicho que no sea radical, que ahora juego a ser tibia y sonsa y por tanto me quedo con mi sueldo, y encima trabajo en algo que ya parece pasatiempo, por lod e ocupar 7 dias a la semana sin derecho a descanso.


El proximo mes seguira siendo igual?

cambiode equipo de trabajo, de dinamica de laborar, de jefes de todo. Claudio solia decirm que el pasaba por eso cada anho o cada dos anhos que se cambiaba de corporacion o de proyecto. Que al final siempre te amoldas. Yo soy una persona renuente a los cambios ( y de so me acabo de dar cuenta este anho) por ejemplo, sigo viviendo en el lugar pequenho en donde vivo, en mi buhardilla, solo porque me da flojera cambiarme a un lugar mas grande a si sea mas barato, todo porque no se si me adaptaria adecuadamente. O no me corto el pelo, porque no se como me quedaria corto, o que esper'e 2 anhos para operarme los ojos, solo porque no sabia si andar sin lntes me haria ver linda...Ja!

En suma, no me gustan los cambios, lo pienso mucho. Yo siempre me lo pienso mucho cuando el tema no es sexo o meter cuchillo.

Pero si hay algo que me gusta menos que los cambios, es quedarme en un mismo sitio para vivir ( no, no es una incongruencia) me jode no poder viajar auqneu sea en autobus, a cambiar el paisaje; salir de excursion a un pueblito chiquito, irme de viaje con mis viejos. Extranho no poder verlos a menudo, pero me alegra no tener que vivir con ellos, pues no entenderian el que no llegara nunca a cenar, mucho menos a almorzar, o que llegara tan cansada que apenas si contara lo que me paso en el dia.

Paso algunas noches con June contandole cosas, no se como lo soporto. No se como m soporta. Seguro somos animales raros, seguro es que solo nos vemos una hora cada 4 dias, o que no tenemos demasiado tiempo para discutir. Ser'a que yo no salgo cons sus amigos y el no conoce a los mios. Sera que por un momento, siento que he metido la pata contandole todo sobre mi, incluido el blog y otras tontadas.

HOy tengo gans de escribir, porque es viernes y llgu'e temprano, proque no saldre de juerga, porque no me llega la regla. Porque hace semans quiero hablar con alguien que no me responda lo que ya se, sino solo conmigo. Sino escribo me volvere fumadora.

Si no escribo me volvere un ente que no habla, porque sueña todo el
dia en poder volver a escribir.

Yo extranho contarme las cosas, poner en limpio mis ideas, mover los dedos, sere demasiado egocentrica, misogina y todos esos adjetivos, qu vas aprendiendo en la adolescencia. Sera que soy yerba mala, sera que ya no me quieren. Hoy tenia gans de escribir, again and again...

Sera que te estuve extranhando.


Laura.

miércoles, agosto 29, 2007

Jodida pero Contenta

Buen dia querido amigo,
Quien quiera que seas, porque con tato seudónimo blogger y similares, ya no se quien es quien y apenas si se quien soy yo.

Bueno, te decia, buen día, porque es la única manera en que se me ocurre iniciar una carta que ya tiene meses de ser postergada por tanto trabajo, flojera y otros compromisos no del todo sanos, lo cual es una gran alegría a mi parecer, viviendo en este desierto que es Lima.

Te contaba que hoy día pensé en venir a escribirte, tal vez porque los dedos me picaban, o porque comí una sobredosis de brownies como preámbulo a la gran despedida que preparan en el pabellón. Estos meses han sido meses de mucho trabajo, pero al parecer es solo el comienzo de una larga cadena de acontecimientos que me atan al universo laboral y de seudoesclavitud peruano.
Contra todo pronóstico me hallo casi feliz. No recuerdo haberme sentido tan motivada, a pesar de que trabajo de Lunes a Domingo de 6 a 6, cuando no es mas. Es la primera vez que siento que la medicina es tan bacan como en las pelíoculas, con harta sangre, harta gente que necesita ayuda, hartas cosas para poder hacer. No sé, me gusta el caos creo. El día del terremoto me sentía tan plena, que probablemente era la persona que se mantenía mas en pie y mas emocionada a pesar del pasar de las horas de ambulancias llegando con gente enterrada hasta las orejas. Supongo que me sentía útil, supongo que entendía por primera vez que medicina era mas que un juego de universitarios, en donde nos peleabamos por hacer notar quien sabía mas o quien recordaba mas cosas teóricas o a quien le salía mejor un procedimiento.

Por si te lo preguntabas, tambien estuve en lo del sismo, lo pasé aquí en Lima, y creéme que después de pasar 2 terremotos, lo de Lima fue realmente una huevada. La gente de auí se asustó como si volviera el terrorismo, las chicas ya se querían tirar por los balcones, el edificio de al lado hizo sonar todas sus alarmas, hasta yo bajé bien creída de que la maldita casa se caería en cualquier instante, con tanta viga mal puesta, pero bueno, sobreviví como toda hierba mala, con mi pañoleta en la cabeza y la cara de disgusto por ser la única vez en que llegué temprano a casa y me enfundé en mi pijama a cuadritos, sin importarme nada a las 6 de la tarde y fue cuando comenzó todo, maldita la hora en que me tomé mis 2 somníferos para la migraña, porque cuando tocó la alerta roja, tuve que partir al hospital retando al tráfico y luchando para no dormirme, para darme cuenta que en Emergencia no pasaba nada y que recién al día siguiente traerían los heridos, muertos y demás víctimas del sismo que si se sintió en todo su poderío no en Lima, capital sino en Ica Y Pisco.

Todas estas noticias ya las sabes, lo nuevo de todo esto es que hubieron y siguen habiendo mas donaciopnes que en cualquier otro desastre natural, según opini´çon general, porque fue la primera vez que Lima sintió la remecida y se solidarizó con toda la gente que de verdad se quedó sin nada. Bien por ese lado, gracias a A. paraggi que llevó comida, ropa y otros enseres mientras duró la emergencia, a su familia, a la gente que fue a darnos cosas a los que trabajamos esos días, de verdad que esa recompensa valió mas que todas las horas de sueño y de estress que vivimos.

En fin, todo para decirte que sigo viva. Joder! Si la hago mas larga que cura de parroquia... Es que hoy tenía ganas de hablar pues, será que venía dormitándome en la combi y pensé en que sería de mi blog, que sería de todo, me dieron gans de mandar un mensaje en una botella, como la primera vez q que descubrí blogger y me pareció que era maravilloso escribir y ser leíada por otras personas. Pensé en toda la gente, hasta en lso tipos con los que me andaba peleando, los molinos de viento, los acosadores, las brujas y las vecinitas. Me acordé de mucha fauna de gente blogger, que escribía y webeaba como loca, de un montón de esquizoides adorables, de bipolares con gustos exquisitos, de tíos solterones, de lesbianas que no se aceptaban del todo. Yo me choqué con todos y con ninguno, aun ahora guardó algunos fonos, correos, cartas viejas. Yo por supuesto cambié el mío y si llamé un par de veces a alguien es porque me dio la confianza de hacerlo. En el último semestre como blogger solo me crucé con tipos tranquilos, será q yo, ya no despedía tanta feromona, pero cada vez q salí con un blogger, fue para hablar de música, para comer rico o para reirnos de alguna gente. No me arrepiento de nada de lo que hice, he vivido como he querido y aun he tenido tiempo de enmendarme, eso no le ocurre a todo el mundo, asi q agradezco haber enderazado a tiempo el camino autodestructivo de la autocompasión y el martilleo.


Hablando de Martilleo, esa vaina si no la cambié del todo, creo q al bautizarme asi, di en el clavo por completo. Ahora me doy cuenta q puedo decir las cosas mas duras sin darme cvuenta y decir las verdades mas crueles sin que me lo pidan. Tamaño defecto! pero eso solo con los amigos, asi q mejor y no me den confianza que los acribillo de verdades. Que joda el ser tan jodida, creo que terminaré solterona...ojala tenga plata para las cirugias y para adoptar muchos hijos, no renunciaría jamás a ser madre, debe ser la edad, que me hace pensar en tanta cosa, pero si no me hice pediatra fue simplemente porque pensé en tener hijos propios, eso me solazó cuando cambié de especialidad y me volví lo que soy.

Que raro, jamás pensé ser lo que soy, pero como dice la gente, es mi personalidad en busca del caos y el movimiento la que se siente mejor aqui que en pediatría.


Hoy veia desde el bus los edificios y als ventanas pasando frente a mí, me gusta ver los techos de las casas los pisos altos, los detalles q nadie advierte, parece otra ciudad. Lima parece otra, tan grande, a pesar de la noche que cae, con las canchas abiertas y las luces encendidas, con los restaurantes con vista al mar, con los autos brillantes, Lima parece por un momento grande y bonita, será que me ha comenzado a gustar, será que cuando salgo del trabajo solo vuelvo al lugar en donde elegí quedarme.

Extraño a la gente que quiero, hoy se me arrugó el corazón al pensar en mis padres, en lo sencilla que es su vida ahora. En su felicidad, parece que toda su felicidad fuera ese pedazo de mar, ese pedazo de tierra verde en el que eligieron quedarse, quisiera que hubieran ido a todos los lugares que yo fui y que hubieran disfrutado todas las cosas de las que yo disfruté. A veces recuerdo mi vida al lado de Claudio y me siento como una cenicienta que no tenía derecho de haber sido tan feliz.

Será que me conformaba con poco, que cada viaje, cada salida, cada noche a su lado yo la sentia enorme, increible. Ahora todo lo que tengo es mio, pequeñas cosas, casi nada, pero soy feliz, feliz por haber vivido lo que viví y tambien por haber vuelto sana y salva. Feliz porque en algun lugar de mi alma, siento que solo hay una persona que me quiso y ala que yo quise y fue real, no me lo contaron. Fue como las telenovelitas mexicanas, como las revistillas de La Tellado, fue como todo eso junto y lo vivi yo, asi que ando feliz...como quien dice, ando ahora Jodida pero Contenta.


Hasta el momento en Lima he aprendido que los hombres, todos y sin excepcion son impuntuales, que cada vez que te dicen llego en 5 , llegan en media hora, que si van a cancelar una cita, te llaman apenas 20 minutos antes, que mejor si no te arreglas mucho porque vienen siempre demasiado sport o demasiado elegantes o demasiado todo. Pucha, que lo que he aprendido en Lima, es que de tanto hambre he comido en un mismo plato puré con arroz como si fuera rico, y he puesto la ensalada no en plato aparte sino sobre la carne, como si fuera decente. He aprendido a auq ela gente limpia sus cubiertos con servilleta de papel, como si con eso les borrara los gérmenes y que muy poca de la gente que trabaja 12 horas seguidas lleva cepillo dental al trabajo.

He aprendido varias cosas y he cambiado muchas otras, aca no diferencian las y de las ll y te dicen flaquita si como eso fuera amigable; te llaman coqueta si respondes el saludo y malogradaza si entiendes la broma fuerte, aca la gente es mas mojigata que en cualquier sitio y creo que yo he presidido por buen tiempo el batallón de cucufatas que pensaban mal de la gente, pero hace tiempo que ya no pienso nada. Creo que hace mucho que hice reset a todo, creo tantas cosas en las que no creia, que hoy me sorprendo de seguir viva.

El otro día sentí tanta conmiseración por un paciente homosexual con SiDa con el que estuvimos bromeando gran parte de la noche sobre su situación y la mía, que me arrepentí de haber sido tan prejuiciosa cuando niña, tan mal pensada, tan temerosa. De todas esas veces en que vi la enferm,edad como si fuera un castigo, tal vez algo justo por la vida mal vivida. Todos esos años, en que me lavaba las manos afanosa, esperando llegar a casa pulcra, inmaculada y santa, reflejando el blanco de mi guardapolvo en toda acción que cometiera y que mala era. Que malos hemos sido todos.
Hay un momento en que el paciente pasas a ser tu y el de la gran posibilidad de morir pasas a ser tu; en ese momento es que todos los esquemas se te van abajo, todo pierde sentido, todo lo aprendido, por un momento sientes que en vez de morir estás naciendo de nuevo, aprendiendo todo de nuevo.

Amigo mío debo irme, supongo que a estas alturas sabes el porqué de las veces que estuve triste y el porqué el solo hecho de estar viva me es suficiente.

Un beso.


Laura.

viernes, junio 08, 2007

Pero que extraña es la vida, no pensé que volveria a estar tan animada...feliz? No se, solo animada, me anima que me expriman, que me saquen el jugo, no dormir, no tener tiempo para almorzar, vestir ridiculamente de blanco, ver enfermos todo el dia. Me anima que no haya un momento del dia para preocuparme de mi misma , de mis tontos problemas de niña engreida, me anima despertar a las 5 30 de la mañana en esta ciudad gris que siempre huele a pescado podrido y ver que aun esta de noche a traves de mi persiana, desnudarme a tientas, meterme bajo el chorro de agua caliente y despertar a medias, pensando todo lo que tengo q hacer hoy dia, las siguientes 24 horas, la siguiente semana.

Que extraño es cepillars elos dientes sin haber desayunado, amarrarse la cola sin haberse peinado, fingir que uno esta despierta cuando en realidad no ha dormido. Y llegar y saludar como si nada y como a una la ven sontriendo , piensna que es la mujer mas feliz del mundo, las pacientes piensan que yo soy la mujer mas dichosa, que quien como al doctorita , que viene tempranito impecablemente vestida, seguro le pagan bien...y yo me rio, porque no saben lo que es esto, ni se imaginan que uno sonrie solo porque es otro dia y uno esta viva y las ve vivas y eso es suficiente para estar tranquila.
No saben, que la vida de un medico a veces sabe a buena mierda, pero como es una mierda elegida, se mastica con animo y hambre, para que alimente, para detoxificarla, para hacer con toda esa mierda de peleas diarias contra el trafico , el sueño y la incomprension de los familiares, algo productivo. Y asi ayudar, ayudar a otra gente que en verdad esta hecha mierda, no como una que se la paso viajando y escribiendo en papelitos y dibujando en servilletas y aprendiendo a ser poeta. No Como una pues...Yo soy una mujer cualquiera que aun estoy sana...en cambio ellos, en cambio ellas...

No se, es Junio, Lima esta mas triste que nunca, apesta a basura a todos los dias, debe ser la brisa del mar, el invierno crudo, el smog, el vapor de los cadaveres andantes. Pero yo camino animada, ojerosa, sonriente...esto es una rareza, la gente q ue me ve, me dice que estoy mejor que nunca, que se me ve feliz, yo no puedo creerles, pense que eran las pastillas, el tratamiento para la migraña, que habia adelgazado, que ya no uso lentes... no, la gente dice que me veo bien y yo no se a que se deba, se supone que yo no tenia vocacion, se supone que escribo mejor de loq ue soy medico...Se supone que deberia estar hecha mierda, pero aca estoy...De pie, como si hubiera esperado por este mo0mento toda la vida, como si estos dos años solo hubieran sido un parentesis turbulento que me enseñó a apreciar despues de todas sus perdidas, lo bueno que es tener las pocas cosas que he llogrado, la poca gente buena que he conocido, los pocos hombres decentes a los que he amado.

Enciendan la musica, que hoy estoy cafeinica y contenta.

lunes, mayo 28, 2007

...También podría ser que no me conozco, que nadie me conoce. Que ignoro lo que soy y de que estoy hecha, tal vez ese sea el verdadero dilema. Pero a quien le importa, estamos a puertas de Junio y yo no hago más que quejarme, debe ser el frío que me tiene así, malhumorada, medio triste. Debe ser que estos días todo el mundo se fue de viaje, o tiene pareja o consiguió un empleo agradable, menos yo. Yo que estoy esperando cuando termine esta agonía y empezar de nuevo el trabajo de guerra, otra vez lo que conozco tanto: estudiar, correr, amanecerse.

Quisiera pensar en cosas bonitas, pero este clima, esta humedad que cala en lo profundo de los huesos, a veces yo también me siento una Olivia Sánchez, a veces yo también siento que es invierno acá dentro y que solo caen hojas secas de este corazón demasiado nudoso y antiguo.
Es irónico que cuando esté feliz no escriba, que solo lo haga cuando estoy a solas, sin nadie a quien contarle nada. Es como si la repentina soledad me forzara al teclado, al escrito, a la introspección más huachafa. A buscar respuestas a preguntas que siempre se muerden la cola.
Me fuerzo a escribir algo menos triste, pero debe ser el clima. Este clima del diablo que me hace sentir melancólica y cansada. Mi viejo dice que es la presión, la presión atmosférica la que nos pone así, a él le da por fumar, en invierno fuma más temprano. Fuma justo en ese instante en que el día cambia a noche, en ese momento en que el cielo tiene el color de lo aplastante del día. Ese momento en que solo puede protegerlo un cigarrillo. Yo no fumo, pero quisiera un vicio. Un vicio que me haga olvidar lo sola que me siento a veces cuando el día varía de la claridad a la noche. Es una necedad, lo sé. A lo mejor solo necesitaba decirlo. Decir que necesito de algo que me llene cuando me siento así, repentinamente sola.

El otro día mientras estaba en cama, pensaba en como pasaban los días. Los días buenos y los días malos, ambos son iguales, solo el uniforme cambia. Como si fueran miembros de un mismo batallón preparado para una guerra que no sucede. Cada día es un soldado que parte al frente a luchar contra el destino. Sale a veces con traje de fiesta, otras con traje de guerra. Ningún soldado vuelve al regimiento.

Y así en la lucha diaria de sobrevivir a mis días malos y mis días buenos, a veces voy pensando que me vuelvo eterna. Un fósil, un elemento mas en la decoración diaria de este mundo extraño. A veces me dan ganas de que bajen el telón, de que saquen todo, me da ganas de quedarme en un planeta desierto y buscar a un Principito que me de soluciones simples a problemas que parecen complicados. A veces quisiera descansar sobre una piedra, morirme, mimetizarme con ella. ¿A quien le importa en que se convierte un martillo? ¿A quien le importa que estoy hecha? He vuelto solo para decir que estoy cansada de mí, no es Abril, pero los días parecen mas tristes que siempre, debe ser el preludio de Junio, de un Junio que nunca llega.


domingo, mayo 27, 2007

Laura Hammer, quien quiera que sea

Hace tanto que no escribo, a veces dudo de si podré hacerlo de nuevo. Si podré escribir con la fluidez de siempre, si podré llegar al final de una línea. Escribir un poema me parece ya, la cosas mas rara del mundo, el hecho de transcribir un cuento que haya surgido de mis laberintos cerebrales suena a osadía, a temeridad… ¿Quién soy yo para creer que escribo? Dicen que la realidad es solo aquello que queremos creer. Yo he querido tanto poder escribir, como cuando me lo tracé la primera vez hace 27 años, que ya parece que me lo hubiera creído y que en esta fantasía, hubiera arrastrado conmigo a gente que me leía, que me creía o lo peor, que creía en mi.

A menudo reniego de mis historias, todas han sido reales, la trascripción de hechos de mi vida diaria, pero con la visión de alguien que ha visto muchas películas y que se imagina siempre una musiquita para cada escena y un desenlace inesperado para cada situación. La gente me dice que eso es lo que debería publicar, que eso es lo que a la gente le gusta leer…a mi me enfada saber, que la gente se ha dedicado a leer diarios ajenos, no por comos e escriben, sino por el morbo del mensaje de fondo. “Se masturbó” dicen, “Lloró”, comentan…para mi eso no es bueno, mi catarsis diaria y mis cuentos son cosas muy diferentes, pero…A pocas personas les gustan mis cuentos y muy pocos pagarían por leerlos…¿Quién sabe? A lo mejor si escribiera siempre cosas sucias…ja…es una buena alternativa, pero a veces no se diferenciar que es sucio de lo que no. A veces simplemente todo lo siento hediondo y feo y a veces, todo demasiado blanco y puro. Los grises, mientras escribo no se suceden como yo quisiera y camino de un lado al otro del espectro luminoso, como un fantasma que ha perdido su sombra y sale de la oscuridad con el afán tonto de encontrarla.

Hoy me dijeron por ejemplo lo de los tatuajes en el cuerpo de las mujeres…No lo sé, tal vez sea cierto lo que piensan los hombres, tal vez su morbosidad va mas allá de nuestro entendimiento, tal vez subliminalmente si nos hacemos esos tatuajes en esas zonas, pensando en el momento del sexo…pensando en el momento de agradar al hacerlo. Tal vez, es fácil llegar a creerlo. Lo difícil es creer que las mujeres pueden vivir de impulsos, impulsos que son tomados como errores y errores que son vividos como pecados. No hablo de los tatuajes ahora, hablo de todo un poco. De lo fácil que es juzgar, de lo fácil que es tirarse la soga al cuello. Yo que sé, a lo mejor solo me siento algo cansada.

Con frecuencia me dicen que soy inteligente y yo me río, debería sentirme halagada, pero es mas fácil que me sienta farsante. ¿Por qué debería culparme yo, por algo que cree la gente? Ahhh…el sentido de culpa, no puedo vivir sin él sabes? A lo mejor si viviera sin él no sería tan complicada…Un médico con sentido de culpa, eso es tremendo. Un médico dubitativo, inconforme…Bahhh, eso sucede a diario. A mi me llaman inteligente los intelectuales, cuando les cuento que soy médico. Los médicos me llaman inteligente porque dicen que escribo. En ambas profesiones soy a mi entender mediocre, pero a ellos les parece tanto. Tanto que a veces yo también me lo creo.

Mi ex novio solía decir: “Tu escribes, tu dibujas, a veces cantas, tu puedes hacer todo lo que te de la gana, yo solo se ser médico y por eso estoy casi obligado a ser el mejor. En cambio tu puedes elegir que ser” . A mi, eso no me parece una ventaja, saber hacer muchas cosas, es no hacer bien ninguna. Es ser dispersa. Quisiera haber sido solo médico, así dedicaría todas mis horas, toda mi vida, en ser lo mejor en medicina y no esperaría otras cosas, no esperaría nada. Pero a mi de niña me diojeron que podía ser lo que quisiera y aquí estoy creyéndomelo, creyendo que en cualquier momento yo podría destacar en lo que me diera la gana. ¿O acaso no hubiera sido buena abogada? ¿O acaso no hubiera sido buena arquitecta? ¿O modista? ¿O cocinera? ¿Acaso no hubiera podido ser lo que yo quisiera? Un poco de inteligencia y un poco de arte, eso es todo, la gente no se da cuenta que no eres el mejor, simplemente nota que eres diferente, con frecuencia eso es bueno…pero a la larga una termina frustrada, como yo, como Rafa, pensando que podíamos ser tantas cosas y tristes por ser bueno solo en una o dos o tres…nada con demasiado ahínco, nada que implicara mucho esfuerzo. Si yo estudiara medicina como debería estudiar, si yo leyera toda la poesía que quisiera leer, si yo viera todo el cine que pudiera abarcar…pero nada, yo soy observador, un transeúnte, me quedo con los brazos cruzados, porque a veces siento que no puedo hacer nada.

Aunque…Soy médico, desde allí puedo hacer algo. Eso pensé. Cuando vi a tanta gente incapaz haciendo tontera y media con gente inocente entre manos, decidí que era mejor ser médico. Es como una responsabilidad, hacer el bien si puedes hacerlo. ¿Me hace bien a mi? Sí, me hace bien. ¿me causa placer? Difícil compararlo como leer un buen libro o escribir una historia de principio a fin, pero si pudiera ser. No todo en la medicina es malo. Los pocos momentos de felicidad son espectaculares, te sientes tan buena, tan limpia, con ese sabor tan nítido de haberle salvado la vida a alguien, o al menos habersela mejorado. En cambio al escribir…Al escribir, no le hago bien a casi nadie, es uin placer egoísta y mezquino. Escribir es un oficio tan solitario, que hubiera preferido ser músico. De todas las artes hubiera preferido heredar la música y no la escritura. Porque una canción apenas brota puedes compartirla, la gente puede entender de inmediato. Puedes socializar más, compartir más…En cambio yo, yo soy una pobre solitaria, escribo ante un teclado horas enteras y comparto solo los cuentos que ya están terminados. Las historias a medias me las quedo, o las comparto con alguien que sepa entender- aunque a menudo me equivoque también en eso- y luego las deje. En realidad, escribir era un oficio solitario hasta que empecé a publicar y por un momento sentía que también, en algunas líneas hacía el bien, indirectamente, sin darme cuenta, pero hacía el bien. A veces la gente necesita entender lo cotidiano, lo tonto, el desperfecto de la vida diaria. Yo hago eso, cuento mis desperfectos, tal vez viniendo de mi, una persona ajena a toda su realidad, puedan comprender algo de si mismos, tal vez, no sé, después de todo ¿a mi que carajo me importa? Ni que tuviera todas las respuestas, ni que fuera de verdad, lo que ellos creen que soy. Al diablo entonces, al diablo con todo eso…

Tal vez mi vocación era enseñar. Todos los hijos de mis padres tienen esa vocación , cada cosa que hace es enseñando, guiando, explicando, son didactas por naturaleza, pero ninguno quiso ser maestro, solo profesiones importantes, algo que no pareciera tan fácil como ser simplemente maestro…como los viejos…Tu sabes, mis viejos, los grandes maestros.

Tenía miedo ayer, hoy lo he sentido de nuevo. Miedo por dejar de escribir, por dejar de leer cosas que si me interesen, miedos por abandonar un sueño por una vocación , por optar por la profesión en vez del oficio, por volver a ser médico después de tanto tiempo. Pero se siente bien, se siente bien el serlo, olvidar mi mundo interno, mis ideas locas, dedicarme a otros, a ayudara otros, pronto volveré a los pasillos, al hospital, a la cama del doliente, al dolor del que agoniza y nada de todo eso podrá ser traducido a palabras. Ellos me darán sus gestos, yo lo traduciré a fórmulas, no hay espacio a sentir dolor, lo que se debe compartir es la fuerza, no la conmiseración, no la lástima. Caray, vuelvo a ser médico, ni me acuerdo como es eso. Seis meses después retomo mi vida de siempre, ¿que ocurrió estos dos años? Que me lo cuente alguien, dicen que escribía como loca, que viajaba como demente, que suf´ria de insomnio, que me enamoré mil veces, dicen los que me han visto, que renegué del mandil blanco, de la profesión, que renegué de todo. Que quería a la fuerza domar a los sueños, para que se hicieran realidad. Que quería tantas cosas. Que rechacé dos matrimonios, que amé como nunca. Dicen que me creyeron hombre, mujer, travesti, una loca. Que solo hubo poca gente que m vio tal cual era, y yo era tan simple, nada que ver con el personaje, nada que ver con Laura Hammer, y sin embargo cuando amaba, cuando me entregaba, era mas ella que ninguna de las veces anteriores. Y sin embargo cuando amaba…Tu sabes como era cuando amaba.

Esto suena a despedida, pero yo pienso que es un inicio, no se de qué, pero es un inicio. Me siento más segura que nunca, aquí en el anonimato, viciendo en la sombra de las personas comunes y corrientes, de esas con nombres de planilla, de esas que a nadie importa que hicieron o porque se mueren. Mas segura sin que me pregunten siempre ¿Dicen que tu eres la Martillo? No, jamás respondo, ¿Quién era esa loca?- arremeto.
Nadie, solo una chica que escribía un blog, hace mucho, mucho tiempo- responden.

domingo, mayo 06, 2007

Sempiterna

Antes que terminara el verano volví a casa. Fue el día que mi padre se dio cuenta que yo estaba envejeciendo. Mientras retozábamos en la arena, sin sombrilla, acostados sobre mantas de colores, tomó mi pie que descansaba sobre su pecho insolado y entresueños oí que le decía a mi hermana: Parece que esta niña hubiera vivido cien años, sus plantas tienen las líneas de una persona muy, muy vieja…

Yo desperté y mientras flexionaba el pie para darme cuenta que el viejo tenia razón y que mis plantas tenían tantas nervaduras como cualquiera que ya hubiera caminado el mundo 100 veces de ida y de regreso; sentí una enorme soledad al darme cuenta que toda la gente que amaba solo me había acompañado ese largo camino a trechos. Ahora comprendía que incluso mi familia, solo sabia rasgos de mí, de mi personalidad más buena y accesible, el resto de personas, tal vez no sabría nunca nada de mi o de quien en verdad era.

Solo tengo 27 años y en efecto a veces me siento como una pequeña anciana arrugada en un pellejo demasiado grande. Las arrugas de mi vejez no salen a la luz tan fácilmente, como cuando amo o cuando odio. Las arrugas de mi ser, no son evidentes sino hasta el momento en que abandono la piel de lobo y quiero mostrar mi rostro mas limpio de inocente cordero. Es entonces que es evidente para el que duerme debajo mío, que ya no soy la niña de ayer, sino solo una anciana con miles de recuerdos que no logra contártelos por suficiente a tiempo. A veces mi soledad parece eterna, que la hubiera cargado por cientos de años, que mis odios pesaran más de lo que podría soportar una persona común y corriente, que aun no he reconciliado todas mis partes y por eso vivo en continua introspección, en continua rebeldía contra mi misma.

Creo que mi padre me conoce mas que nadie; esa tarde en la playa vi sus ojos aclarados por una repentina sabiduría, que solo dan los años vividos. Sentí que sabia todo lo que me había pasado, que podía oler ese vaho a melancolía de cuando finjo que solo duermo, para no contestar preguntas, ni hablar con nadie, ni dar demasiados datos de mi estadía en este mundo sin señales de retorno, ni semáforos en luz roja que indiquen cuando al fin detenerse. Sentí que no podía ocultarle nada de lo que embargaba mi ser de dolor o de alegría, que frente a sus ojos, yo ya había envejecido mucho antes que mi rostro o mi piel dieran señales de ello al resto de personas que me rodeaba. Mas allá de mi apariencia frágil de persona inmadura, mis pies habían comenzado a delatar, el proceso de envejecimiento que ya había iniciado en mis surcos cerebrales, en los pliegues de mi iris, en lo tortuoso de mis arterias o en la rugosidad casi invisible de mis uñas. Los ojos de mi padre sobre mi, eran ahora un microscopio que detectaba la velocidad a la que mis células morían, mi cabello caía, mi sangre se reprocesaba. Mas allá de cualquier proceso físico, sentí que en ese atardecer de Marzo, mi viejo acababa de ver a mi alma oculta como un viejo gnomo, en el intrincado laberinto de mi ser.

No siempre fui vieja. Durante el amor he vuelto a nacer muchas veces y me he sentido frágil y temblorosa como una hoja que resiste en la rama otoñal, mi grito se ha apagado en mi garganta a punto de dar un enorme sollozo de dolor ante el retorno a mi misma. Mis ojos se han cerrado bajo un cielo ilimitado de color amarillo.
Al llegar al orgasmo un moco transparente y diáfano ha salido de mí, como el líquido amniótico propio de una persona que nace de nuevo. Que se ha vuelto a parir en el momento en que se deja llevar y se entrega completamente.
Luego, pasado el orgasmos, a cada minuto que recupero la conciencia y cae mi alma desde el techo, en grumos de nostalgia, dolor y ternura, comprendo que mi alma envejece. Que a cada segundo después de mi más reciente nacimiento, vuelvo a envejecer a la velocidad alucinante de los cuerpos celestes que son expulsados de regreso a la tierra. Que son devueltos al amargo dolor de la vida.

Las veces que me he tocado aun sin deseo, han sido para perder la conciencia de mí y de mi entorno. Para lograr el abandono, la redención, el perdón a mi misma. Para poder nacer de nuevo, aunque eso me cueste huellas cada vez más profundas en un alma acartonada de poemas, de amores y de dudas.

Soy un papel viejo, una mujer anciana, una planta de pie con tantas nervaduras como podría tener una flor prehistórica y extraña, que se ha comido carnívora y mala a los seres que ha amado a su paso por el mundo. Los ha tragado y digerido como hombres sucios, simples terrenales, a seres que habitan en recuerdos perfectos, prístinos e inalcanzables. Una flor de colores salvajes que no muere nunca, nutrida por la esperaza lejana de volver al jardín prohibido de las cosas sin mancha.
Estoy tan vieja. Soy yo hace tanto tiempo, que ya ni me acuerdo. En el despegue de la tierra al cielo y del cielo a mi misma, me he perdido de tantas cosas humanas y he vivido solo aquellas experiencias, que me parecieron sobrenaturales, que un día abrí los ojos y me di cuenta que el resto del camino a pesar de tanto amor vertido sobre tanta gente, tendría que acabarlo sola.

martes, marzo 13, 2007

Hay días como estos en que no debiera llamarte ni esperar a que me llames. Ni escribirte o pensar en que me escribas, hay días como estos en que simplemente me dejo destronar por cualquier nostalgia pasajera y bajo al llano. Allí donde son realidad los más oscuros sueños, allí donde la noche es solo el alba de una pesadilla.

Mi querido Lugarteniente, ayer me enteré que ya no estabas, fue de pura casualidad, por una de esas cartas que le envío siempre y que ya no tienen respuesta. Me enteré que ya no estabas y se me anudó en el alma todo un arsenal de penas que no te había contado, de desilusiones mas solucionadas y de amores que ya no se si lo fueron. Se me pasó por la mente que me había quedado sin decirte tantas cosas, por el simple orgullo de no escribir yo primero. De solo enviar líneas que dijeran estoy bien, sigo viva, aquí todo como siempre. Ahora tal vez sea demasiado tarde para enviar líneas que sé, no leerás. Líneas que arrojo al viento tal como se arroja una pena, para ver si como en el pasado las tomas antes, las devoras, las asimilas por mí y me consuelas con eso. Líneas, malditas líneas que no sé si han de llegarte o será otra carta huérfana que no llegará jamás a destino.

Hace unas semanas pretendía escribirte, bajo la excusa que no solo somos amigos en las malas sino también en las buenas. Bajo la excusa de contarte, que han sido todos estos meses mas de dichas que de penas. Que todo iba bien, que de pronto el agua dejó de azotar mi barco y navegué horas de horas sin una lágrima asomando a mi cara. Iba a contarte acerca de mis más recientes amores, de mis kilos en menos, de mi cara que es otra. Iba a contarte, yo que sé, de que dejé la cafeína y me hice adicta a infusiones, que teñí mi cabello de negro y corté los últimos mechones entre rojos y púrpuras que asomaban de mi nuca. Que abandoné para siempre las gafas, que corté un poco mas mi vestido, que dejé de cortarme las uñas, que en fin! Decidí enterrar lo vivido.
Y mira Rafa, mi Lugarteniente, que no vas a creer lo que ocurrió, pero un día me vi al espejo y ya no sabía quien era. Porque no era la del ayer luminoso, que un día fui. Ni aquella oscura criatura que nació de la ciénaga de las mil culpas y que algún día creí ser. No. Ya no era ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario…Un híbrido entre lo que era y lo que creí ser, un híbrido de lo bueno y parte de lo malo. Puta madre, Rafa, me di cuenta que yo era una persona nueva y que ya no me conocía.

No te miento, en vez de horrorizarme ante lo que veía, la sensación fue genial. Verme al espejo toda buena, con el vestido floreado y el cabello suelto, mi mirada sin lágrimas, la boca sin muecas. Fue bacán verme así, hecha una mujercita, pero aun con la cara de niña, muerto el descaro de creerme mujer fatal, muerto el descaro de creerme mala, muerto todo egoísmo sobre mi persona, si finalmente había dejado volar las brujas que habitaron aquí por tanto tiempo.

Y te cuento Rafa, que todo fue fácil. Fue como romper la piel de un fauno con las propias uñas, rasgando tejidos y tendones y viendo sangrar a tajo abierto todo recuerdo pasado, para sentir por fin, a la criatura nueva que ahora palpitaba frente al espejo, libre de toda culpa, libre al fin de todo daño. !Rafa! !No sabes lo que fue Rafa! !Me estaba pariendo a mi misma, mientras el mundo me daba la espalda!

Me parí yo misma, ahí delante de ese espejo que se marchitaba ante mi más reciente belleza.
Y ojo que tu sabes que no soy bella, ojo que tu sabes que de bonita solo tengo el nombre, pero ahí estaba yo, sintiendo cada órgano dentro mío, nacer perfecto, mis córneas intactas, mi cabello nuevo. Ahí estaba yo Rafa! Nueva, perfecta... pero sin inocencia…Si pues, Rafa, porque la inocencia que ahora me queda es esa parte mía ilusa que sueña en que voy a ser feliz al final de la historia, pero de inocencia ya no tengo mucho. Tu sabes, todo lo he visto.
Y no es que te haya superado amigo mío. No creo haber superado a mi Lugarteniente en ver las patrañas de esta vida perra. Pero lo mío he visto, querido. Y vaya que me ha dolido! Porque tu dirás que duele ser hombre y aparentar ser macho homo sapiens, pero yo te digo que duele ser mas mujer y fingir que eres mucha hembra pero nada de sapiens. Joder, Rafa! Eso ha sido lo peor, tener que fingir que era una tarada como tantas que abundan, siguiéndole la cuerda al hombre de turno y cayendo en el corralito de yo soy menos que tu, claro, si yo soy mujer y no sabo nada.

Pero eso es asunto pasado Rafa, así era yo y me dolió bastante, peor cuando jugué a ser matrona, a la que nada le duele y nada le afecta, tu ya sabes como fue aquello, mucha juerga, mucho salvajismo pero al final nada.
Hasta eso me aburrió Rafa, porque no hay misterios, apenas comienzas a buscarlos prontito se acaban y te aburres de nuevo y yo me aburrí. Me aburrí desde el minuto mismo que volví de la Argentina y me di cuenta, que yo no servía para aventurera ni para mochilera, que yo extrañaba mi casa y quería mi colchón cálido y mi ropa limpia, que el bosque estaba bien bonito, pero no para vivir allí todos los días, que no me iba a casar con nadie que tuviera piojos en las axilas por muy parecido a Eduardo Glez que fuera, no señor, yo descubrí mis límites y me regresé prontito y sin pena, nada de mirar atrás nada de compadecer a Mariano, que suficiente daño me había hecho en esta vida, me regresé en bus y hasta ahora me duelen las posaderas…

Pero sabes, Rafa? La verdad regresé hecha mierda, no sé como sobreviví a ese octubre sin milagros, no sé como no me morí de miedo, no sé como volví intacta (hasta lo que yo recuerdo) y pensé que la había regado, que me había jodido esta vez y para siempre, que ahora si me olvidaba de mi carrera, del libro, de mi familia y de mis amigos, que había pisado fondo, o al menos lo había visto demasiado cerca. Porque cuando me zafé de Mariano, ya ni sabía quien era, jamás estuve peor y nadie sabía, nadie podía saber que había pasado.

Estaba allí yo solita, yo y mi maldita conciencia, que es el lastre que nos pone Dios para vivir en culpa. Estaba hecha mierda y tú por ningún lado y olvídate que le iba a contar a alguien la verdad de los hechos, olvídate que a los mojigatos de mis confesores les iba a contar la verdad palmo por palmo. No. Yo solo podía contártela a ti, Rafa y ni sombra de que aparecieras, carajo! No te volviste a aparecer nunca y ahí fue cuando volví a Lima. Mierda ciudad de Lima, que hasta ahora no sé si la odio o la amo.

No creas que lo de Argentina me dejó traumatizada, volví, claro que volví, pero lo hice para mi cumpleaños y con Hotel 5 estrellas de por medio, a conocer ahora las cosas como las debí conocer siempre, sin bultos que cargar y encontrándome a mi misma.
Y mira que me encontré Rafa…mas de lo que imaginas, regresé hecha de luz, de amor al prójimo, creyendo que todo iría bien…Y casi lo fue, o sea, si no fuera tan quejosa y con mi maldita visión fatalista de las cosas te diría que estos últimos meses han sido los mas provechosos y tranquilos de mi vida, pero…Tu sabes como somos nosotros, compañero y bueno, ayer después de mas de tres meses de haberme parido a mi misma, me volvió a dar la garrotera, me tomó el miedo por sorpresa, me tiré a la cama a llorar para desaguar los ojos después de 4 meses sin hacerlo y la verdad Rafa, no tenia una puta idea de por qué estaba llorando, pero quería hacerlo.

Creo que bendije a mis estrógenos de haberme puesto lábil y predispuesta al drama, pero a medida que lloraba con el mismo esfuerzo y pujo que si no lo hubiera hecho nunca (como dicen ustedes, con mas esfuerzo que cagar sin haber comido) me di cuenta que te extrañaba, que carajo! extrañaba contarte mis vainas aunque sea para sentirme mejor por un par de horas.

Que tenía la agenda llena de teléfonos de personas a quienes llamar y no me apetecía ninguna, no porque fueran malos, o porque no fueran suficientemente amigos, sino todo lo contrario, porque eran demasiado buenos. Y caray! cuando una quiere llorar no necesita personas buenas que le estén diciendo palabras al oído, yo quería llorar a moco tendido y si me preguntaban no iba a saber que decir, porque, en realidad mi llanto no tenía motivo y era como un ejercicio para lubricar los ojos, enrojecer la cara y hacer chorrear la ñata. No pues, Rafa, en ese momento nadie me hubiera comprendido, excepto tu, que sabes el por qué de darnos esas vainas, el por qué de explotar ese derecho a sentirnos por unas horas aunque sea, completamente infelices, desdichados e incomprendidos.

Solo tú, podías saber, por ejemplo, que no necesitaba que me dijeran nada, para mejorar mi estado. Solo había que dejar derramar el vaso hasta que se inunde el piso y así me verían al día siguiente, fresquita y lozana como lo estoy ahora, a mitad de toda jornada, sintiendo que ayer no pasó nada y que esos bajones bien calculados en medio de la regla, nos agarran a cualquier mujer con los ovarios bien puestos. Si, señor, con los ovarios bien puestos...


Ya ves que este e- mail no tenía nada de particular, que no era el motivo mandarte a la mierda por no escribirme o desear que te folle un pez por no estar cuando mas necesitaba. Solo quería escribirte carajo, ¿tan malo es eso? Escribirte con la lejana esperanza que un día buscaras por el maldito google, laura martillo y encontraras una carta toda para ti, ahora que me he desaparecido. Con la maldita esperanza de que llegaras a escribirme de nuevo, ahora que eres tu el mas completo desaparecido. Qué pasó contigo, Rafa? Me lo contarás algun día al menos?

Pues nada, Lugarteniente, que acá sigue lloviendo pero cada vez mas bajito y que el frío no llega a ser tanto como lo fue en un inicio, que si me ves por la calle ya ni me reconoces, que sigo soltera pero sin esperar hombre y que la vida me está tratando bien, aunque no sé si luego me la cobre.

Pero ando bien, compañero y eso ya es bastante, solo desearía una vez tan solo, saber si es que de Valencia a aquí hay tantas horas, que no te da la gana de venir a verme. Que ya acaba el invierno, Rafa, que ya es momento de tomarnos el cafecito que quieras, o la infusión que se me antoje, con un cigarrillo de por medio. Pero que ya es momento de hablar de nuevo, aunque sienta que he superado todos los males, pero que ya es momento amigo, de vernos las caras aunque sea para mandarnos al infierno.

Besos, Hombre y que el destino nos ampare en ésta o en la otra.

domingo, diciembre 31, 2006

El mejor balance al terminar el año, es que llegamos a terminarlo.

Unas horas no definen el cambio rotundo de un estado a otro, lo puede definir la presencia de esperanza.
Al despertar mañana, la playa será la misma y el paisaje sin muchos cambios,
solo algunos granos de arena habrán volado lejos al despuntar el alba.
Su brillo a la lejanía, dejará de lastimar los ojos del viajero que busca oasis imaginarios.

Muchos granos de arena volarán hoy por toda la playa, algunos volverán al mar, otros al desierto.

Al amanecer, la playa inventada tendrá el mismo paisaje para todos los ojos;
solo la arena que se va sabe cuál es su rumbo o que cambió en el horizonte.


Un abrazo, al final de un Diciembre lleno de magia y del año que llegó a su fin.

El cambio no lo advierten los que se quedan. El cambio sólo es visible para quien se va.

sábado, diciembre 30, 2006

Los Fines y Los Medios

Últimamente escribo cada vez que me da la gana, trato de aprovechar el tiempo para poner en papel todo lo que tenía que decir. La gente dice que ser blogger es un trabajo que quita tiempo, una ocupación a veces de tiempo completo.
Yo entendía a medias esta expresión, dado que escribir un post, revisando ortografía y eligiendo formato e imagen para acompañar lo escrito, podía demorar en el peor de los casos 1 hora. Revisar los comentarios y responder algunos, podía tomar una hora más. Si tomábamos en cuenta que escribir un post costaba una hora en la mañana y revisar los comentarios, otra hora en la noche, el sacrificio y pérdida de tiempo no era tanto.
Lo que no entendía entonces, es que cuando alguien hablaba de su condición de blogger, tomaba todo lo que rodea a esa expresión. Ya que el ser blogger significaba para ellos, no sólo escribir lo que te viniera en gana, sino leer todo lo que se escribía en la esfera cibernética y pasarse horas, leyendo, comentado, escribiendo, a otros muchos bloggers y eso si que podía llegar a ser un trabajo de tiempo completo.

Comencé a pensar que en realidad el oficio de blogger era como el de una arañita que teje hilos invisibles de contribución para otros, hasta que en un momento determinado no puede ser identificable que hilo es de quien, si todos caminan sobre la misma red.
La individualidad de cada blogger sufre un desgaste para bien o para mal, con un modelamiento de su escritura a medida que pasa el tiempo y tiene contacto con más gente que escribe/bloggea.
Una hipótesis es que mientras menos contacto tengas con otros, la idea original prevalecerá y por tanto la autenticidad de cada persona prevalecerá…pero claro, el no comunicarse con los otros podría sonar a soberbia; el ignorar a muchos para seguir escribiendo podría parecer enfermizo, si finalmente se está escribiendo en una página pública, vamos, algo así como escribir en la calle y la gente que sale a la calle quiere ser vista ¿no? Nadie obliga a nadie.

Después de observar durante un año la blogósfera, llego a la conclusión que escribir lo que a uno se le venga en gana sería solo uno de los criterios de todo lo que significaría ser un blogger, también estaría el repentino interés en la vida ajena, que claro, está puesta al público por quien la escribe.

Un interés benévolo o no en la historia, como de quien sigue una telenovela capítulo a capítulo y se pone de parte o en contra de su protagonista. Así la persona que lee puede familiarizarse excesivamente con cada personaje que el blogger mencione, como parte del entorno de su historia. Y claro, el que escribe puede terminar en un afán exhibicionista, de querer mostrar mas detalles que hagan entendible la situación descrita, cualquiera que ésta fuera.

Lo que me queda claro es que lo que se muestra en un blog son solo los picos visibles de enormes iceberg, de los que el público “blogo leyente” está en completo desconocimiento. Un blog no llega a ser como una telenovela en que la trama, está planeada de antemano de principio a fin y por tanto cada capítulo trata de explicar el siguiente y al final de la novela, no queda ningún capítulo oscuro y todos los personajes son conocidos de forma absoluta, porque ese es el sentido de la telenovela.

En cambio, la mayoría de blogs vienen plagados de estados de ánimo, en donde el lector desconoce la secuencia o el hilo que guía a la madeja, ni las causas reales que los originan, lo cual JAMÁS le permitirá dar una apreciación adecuada, pecando por sobreestimación en la mayoría de los comentarios, buenos o malos que deja a quien escribe.

La actitud de la persona autodenominada blogger, va más allá de simplemente escribir porque siente que nació para eso. Para el blogger, escribir no es el fin último, lo será en cambio, hacer relaciones, buscar contacto humano, vislumbrar las vidas de otros a través de un medio tan promiscuo como éste, a través de la lectura de sus textos, a veces asimilada y otras simplemente tragada, en pro de un comentario rápido.

Y es que no es blogger cualquiera que escriba en público para una página de Internet, al parecer se requieren algunas condiciones específicas(*):

  • CRITERIOS MENORES:
    El blogger será aquél que dedique tres o mas horas de su diaria existencia leyendo las bitácoras de otros, comentándolas, trabando alguna conexión con sus protagonistas.
Leerá y seguirá mas de 10 blogs diarios en promedio(obviamente esas 3 horas diarias le comenzarán a quedar cortas)

Tendrá interés en seguir diariamente lo que sucede con por lo menos tres de ellos, familiarizándose con cada personaje que mencione el que escribe, persona, mascota, etc

(es conocido que la mayoría de blogs tienen la tónica de telenovela, así que después de algunas lecturas, se puede saber exactamente quien es hijo de quien y si la abuelita tuvo novio nuevo)

El interés se extenderá no sólo a lo escrito, sino a la propia persona y a su entorno, para lo cual se creará una comunicación mas allá del blog (Aquí viene el uso y abuso de la mensajería instantánea, correos electrónicos, números celulares y demás artificios para estar “en contacto”)
  • CRITERIOS MAYORES
    Formará círculos y comunidades dedicadas a bloggear (grupos de personas que puedan comentar sobre temas comunes, aunque nunca se hayan visto la cara)

    Habrá asistido por lo menos una vez a reuniones no cibernéticas para conocer a otros bloggers (es decir, a las personas de quienes leen diariamente sus anécdotas, chistes y demás información que linde en lo entretenido)

    Tener con el tiempo varios blogs, de los cuales por lo menos uno será un blog grupal
Definitivamente los criterios de mayores y menores no tienen ningún fundamento científico y solo pretenden ejemplificar en tono médico, lo que algunos nombran ligeramente como "patologías".

En los artículos que se escriben sobre los bloggers, todos coinciden en afirmar que quien escribe en un blog lo hace para beneficio de su ego, para ser aceptado, para figurar un poco. Un afán meramente narcicista después de todo.
Es entonces que la comunidad que bloggea se levanta para negar el "insulto" y se genera la polémica.

Personalmente creo que aquellos considerados bloggers no lo hacen tanto por figurar, como por relacionarse con otros. El blog sería el medio para cultivar relaciones difícilmente posibles, sin el auxilio de un texto como carta de presentación.

Cualquiera puede tener un blog, es tan fácil como tener una cuenta de correo electrónico. Si en un tiempo, el chat y la mensajería instantánea revolucionaron el uso de internet, ahora es el turnod e los blogs. Espacios utilizados por cualquier persona sepa o no sepa escribir, sea frívolo o no en lo que escribe, lo importante sería mezclarse con los otros, llegar a conocerse, entablar relaciones en un mundo de continua soledad. Una especie de Hi5 con mensajes largos, o de una sala de Chat con moderador incluído. Obviamente, con el mismo riesgo de descalabro de cualquier comunicación cibernética.

Si la premisa es que la condición máxima para autodenominarse blogger es relacionarse y tener contacto con otros, el fin último de un blogger no será ya el escribir un post, sino el dejar una respuesta, un comentario.

Para el blogger escribir deja entonces de ser un fin en sí mismo y se transforma sólamente en un medio.
Yo escribo como una necesidad, un deseo, un placer, más cuando escribo como blogger y recibir comentarios, esa condición cambia hasta sentir a las letras como un instrumento de pago y cambio. Como si de pronto fuera mercader de algo que no debe tener precio.

Últimamente escribo cada vez que me da la gana, incluso cuando parece que no escribo.
Y pones ramitas de chocolate sobre tus labios ansiosos,
Mientras juegas a que eres niña, mujer,
un hada de carne y hueso.
Me cuentas en viejas cartas, que te hizo feliz
Y lo que planeas hacer pronto.
Me cuentas tu vida, tus viajes, me lo cuentas todo,
Pero yo callo, para no decirte
Que mientras hablas,
Yo solo logro ver esa boca
masticando ramitas de chocolate,
a la que imagino dulce y amarga,
imposible de acercar a la mía.


Luego agitas alitas de colores, mueves tu cabeza a los lados,
Cantas y saltas mientras me hablas,
Y mi silencio choca contra tu felicidad mas reciente,
Porque yo sólo puedo imaginarte dormida,
Hecha de sueños de durazno y mazapán,
Guardando en tu pecho suave, el secreto
De las cartas que aún no terminas.


Pones ramitas de chocolate en tus labios dulces,
Y las masticas lentamente
Mientras escribes cartas larguísimas
Que no llega a recibir nadie.
Y te describes de todas las formas posibles,
Pero yo sólo puedo imaginarte así,
Entre amarga y dulce,
Como el sabor que jamás se va de los labios,
Un sabor a ramitas de chocolate crujiente,
Que se derriten con el primer beso de verano.

Cartas al anochecer

Estaba pensando que haría las siguientes madrugadas, si solo dormiría o me dedicaría a leer un libro.
Últimamente son las 11 :30 de la noche, la hora a la que necesito hablar. Por estos día hablo con mi hermana, pero cuando ella ya no esté, ya no sabré con quien hablar.

El blog es una buena salida cuando no tienes sueño y tienes muchas ideas en la mente que no hallas como desanudar, pero la verdad éstos días ando pensando más en mi vida que en ideas para escribir.

No podría poner en el blog que necesito comprar esto o aquello en tal tienda, ni que debo hacer esto o lo otro, tal día. El blog no me sirve para eso, pero puede ayudar a que me relaje.

Hace una semana que intento dar forma a un cuento cortísimo y no puedo. Debe ser que mi cerebro está en mantenimiento técnico, pero no termino de escribir el cuento que era el regalo de navidad para Carlos, mi primer amigo por aquí. El Náufrago lleno de cuentos entre las ropas.

La amistad...que extraña palabra, en la que se escudan tantos.

Estaba pensando que si bien la amistad es un bien preciado, puedo decir que no la conozco realmente. Al menos no la amistad como yo la veo; no esa en la que sales un rato a compartir alguna comida y a chismear de la gente en común. Tampoco la amistad de yo te ayudo si tu me ayudas o esa de "que bien nos vemos juntos". Mucho menos la amistad de quien no te conoce y te hace amiga del alma sólo por la idea sesgada de la lectura de 3 o 4 páginas escritas en una página cibernética.

Ahora que lo pienso, hay pocos amigos a los que recurriría en caso de realmente necesitarlos y lo peor, no están. Son amigos que viven demasiado lejos como para hacer una llamada telefónica o acompañarme a caminar en silencio, cuando me sienta triste.

La primera persona que me envió un e- mail, fue un blogger que con el tiempo se tornaría en mi mejor amigo. Probablemente el único que me conoce personalmente y que me ha visto en mi ambiente natural, con mi nombre real y haciendo cosas simples. Es decir, valoro su amistad, porque creo que llego a apreciarme no como Laura la que escribe, sino como la chica que vive, siente y frecuenta lugares comunes.
Antonino Paraggi, es mi gran ganancia en este año de amistades truncadas. Aunque él me haya ganado la frase en su saludo de cumpleaños.

Ha sido un buen año, no puedo quejarme. Dicen que de los errores se aprende y que el enemigo es sólo la mano de Dios guiándote. Si lo tomo así, creo que en este año conocí a varias de las personas con las que no querría toparme el resto de mi vida, esas que ya sé como evitar, o aquellas de las que sé no debo esperar nada.

Obviamente la experiencia valió la pena, hubo gente que leyó hasta la última línea de lo que yo escribí y que siempre estuvo dejando frases para que no me rindiera y siguiera escribiendo por placer. Recibí ofertas de algunas páginas, revistas e incluso halagos inesperados. No gocé mucho de la presencia de los nada apreciables comentaristas anónimos y aquellos que se filtraron, se cansaron muy pronto de teclear con un dedo. En el balance final, hubo más aceptación que rechazo y mucho más halagos que insultos.

Pero bien dicen que es mejor no creerse los halagos, menos cuando son dados sin una pizca de objetividad. Tampoco aceptar los presentes, si son dados esperando algo a cambio. Y claro, en un medio como este los presentes eran siempre material escrito, que podía variar desde poemas, cuentos, hasta intentona de novela corta.

Después de casi 500 post he conocido a las más diversas personas - o debería decir , personalidades- que abundan por el mundo. No entiendo, ni llego a comprender porque tanta atención en alguien tan minúsculo como yo. Aunque luego reflexiono, que la gente solo desea expresar afecto, soñar con algo, formarse un ideal de alguien, aun siendo inútil todo acercamiento real al personaje de su agrado.

Pero así como hay gente que desea expresar carino sin ningún motivo aparente, hay otros que desean expresar su rabia. Rabia ante cualquier cosa que pueda representar su aflicción, frustración, mala leche. Así, pasas a ser por un momento quien personifique toda su joda contra el mundo, dedicándote las más variadas líneas de reproche, hasta que aparezca alguien más que ocupe tu puesto y comience la historia nuevamente.

Definitivamente, en ambos extremos es solo gente que necesita un poco de atención.

Estaba pensando, que para ésta noche de año nuevo, ya he rechazado todas las invitaciones para salir de fiesta, porque quiero pasarla durmiendo- o mejor dicho, soñando- en lugar de hacer lo de todos los años.
Pensaba que durante bastante tiempo, mi preocupación principal, había sido sobre quién me acompañaría en la salida de esa noche, o qué vestido me pondría, o a qué lugar iríamos. Y ahora, en lo único que pensaba, era en cuál pijama sería el más cómodo y qué almohada la más blanda para soñar con mi futuro.

Desde que volví solo he tenido sueños bonitos y hasta resulta una afición querer pasarla entre sábanas. Ayer soñé que tenía un vestido blanco y pomposo de hombros descubiertos y paseaba por un prado repleto de flores. Las imágenes eran confusas, pero solo puedo recordar la sensación de felicidad que sentía y que me duró hasta que desperté.

hablando de sueños, recordé a Nacho. Por un minuto creí entender un poquito de lo que a veces no entiendo sobre la filosofía de soñar/dormir/ estar entre siestas.

Ahora, procuro cansarme para tener sueños bonitos.

Hace poco recordé a Ana y su gata Chirimoya, en el primer comentario que dejó en el blog y qué me puso una sonrisa de oreja de oreja; y a Maik Pimienta, el joven ceuta con los mejores enlaces de toda la red.
No sé por qué se me vino a la mente que jamás llegué a enlazar a Nam, el médico que escribe desde Osaka, mientras se quesea con textos médicos; ni a Eulalia , la mujer que escribe desde Quinta del 44 con una soltura y manejo de texto que ya quisieran muchos.
Pensé que es una pena no tener noticias de Ray Kawabata o de las pequeñas historias que hacía K. en Mi tiempo libro.
Me dí cuenta entonces, de mucha gente con la que había dejado de frecuentar y ya había desaparecido; gente a la que sin darme cuenta me había sentido unida, por esa admiración a sus letras y a su forma de expresar ideas propias de una forma clara y directa.

Pensé que habría gente a la que extrañaría. Que habían escritos en la red realmente inspiradores y de una belleza extraña y genuina.

Que así como hay gente que es feliz siendo blogger y entamblando relaciones amicales, hay otra que solo es feliz escribiendo y lo puedes notar desde la primera línea. Notar eso es una sensación feliz, una sensación de libertad, al leer un pensamiento libre.

Estaba pensando que haría las siguientes madrugadas, si solo dormiría o me dedicaría a leer un libro. Ahora sé que no podría dejar de escribir, aunque esas líneas sean, solo cartas para los amigos, mientras ellos aún estén durmiendo.

viernes, diciembre 29, 2006

El Café con Aroma de mujer

Es Viernes, antes los viernes eran para mis Charlas de Café; y es que hubo un punto durante la escritura del blog, que los posts no eran tanto sobre mi propia vida,sinosobre mas bien las experiencias que le podrían ocurrir a cualquiera durante su crecimiento, acerca del racismo, la apariencia física, el sexo, los amigos o lo que sea que ya no fuera exclusivamente mío, sino algo que le podía ocurrir a cualquiera. En esos viernes me gustaba leer las opiniones de los otros, sus comentarios sean cuales fueran.
Los viernes de café eran como un termostáto de lo que la gente pensaba o sobre lo que le interesaba hablar.

Siempre me gustó el café, pero no el del Starbucks tan de moda últimamente, no por la pose de tomar un café y que me vean hacerlo en un lugar "nice". No por el pequeño placer de elegirse un cafecito de nombre raro y contarlo luego a los amigos, como la anécdota de quien piensa a solas sentada ante una pequeña taza de café humeante y garabatea ideas en un cuaderno para poetas. A mí me gustaba ese café pasadito que hacían en casa en una cafetera vieja. Ese café que mis viejos tomaban como si fuera refresco y que se quedaba siempre sobre la mesa para que lo tomara quien quisiera, frío y a cualquier hora del día.

Me agradaba el olor que inundaba la cocina entonces, ese olor penetrante que te hacía sentir profundamente inspirada y luego ya de mayor, un olor que como mujer te hacía sentir profundamente sexy. He tomado café en lugares caros y baratos, en sitios de mozos elegantes que te llenan la taza antes que digas nada y en casonas trsites en donde solo es café lo que pueden invitarte. Más no he vuelto a tomar el café casero que sale de las tiendas pequeñitas, ese olor a grano de café molido que inunda las calles viejas haciéndolas más románticas que nunca.

Hace poco recibí un correo sobre el grano de café y lo comparaban con la vida misma. De como ante la misma condición adeversa del agua hirviendo, los demás alimentos se hacen duros o blandos según su estructura intrínseca. Solo el café podía cambiar a una condición adversa como el agua en plena ebullición y cambiarla de simple agua a delicioso café. Era el café quien cambiaba al agua y no viceversa.

La moraleja era que solo algunas personas pueden cambiar el problema y volverlo a su favor, la mayoría prefiere que el problema los cambie a ellos. Les cambie la estructura, volviéndolos duros de corazón o blandos de voluntad.

Hoy pensé en el grano de café, e irremediablemente en Colombia y esa historia que no comencé a escribir, pero que no me deja dormir tranquila.

Ya habrá tiempo para cambiar el mundo, tal vez desde ahora mismo. Mientras tanto es viernes y el olor de café inunda ya, la ciudad de mujeres sin nombre.

jueves, diciembre 28, 2006

Diciembre, 28

Ya es 28 de Diciembre, el tiempo pasa rápido, todas las cosas que pensaba hacer se han quedado a medias. Pienso que los cuentos que aun no he escrito y las cosas que aun no he guardado en letras, tienen su razón de ser. Cada cosa, evento y persona busca su propio tiempo para salir a la luz. Tal vez las condiciones no sean las mas adecuadas, entonces, será tiempo de guardar los libros, las notas de prensa, los cuentos a medias y dejarlos dormir, hasta que hallen su momento de salir a la luz.

Pensé que no terminaría el blog, sin antes contar una pequeña historia de viaje, que tomaría varios capítulos. Hoy ya es 28 y no hay tiempo para poner sobre la hoja en blanco los símbolos que narran ese viaje y las aventuras que aun cargo entre los dedos.

Cuando volví pensé mucho en la niña Lorena y su historia de infantiles infortunios. Pensé en como una niña tan contenta y de visión tan ingenua había cambiado hasta que finalemente creció y se olvidó de sí misma.
La historia mas que contar solo eso, trataba de explicar, a mi principalmente, los hechos que en su momento son casi intrascendentes y que terminan formando la personalidad de alguien para sus años poteriores.
Así, le cambiarán el gusto de figurar y aparecer en público, al darse cuenta que mas que beneficios, el ser conocida solo le traerá desgracias y malos ratos. Al terminar la secundaria y entrar a la universidad es obvio que ella no volverá a figurar públicamente y todo lo contrario, buscará desaparecer entre el gris de las paredes, para no volver a los problemas de siempre con la gente que busca ver siempre la manchita en la ventana cerrada, en lugar de dedicarse a contemplar todo el paisaje.

La historia de la niña Lorena era en buena cuenta mi historia y la de todas las personas de mi infancia y posterior adolescencia, pero rememorar cada hecho del pasado traería a mi corazón un diciembre entre triste y melancólico, de historias sin terminar y viejas rencillas contra molinos de viento, así que preferí olvidar la historia y dejar que Diciembre se llenará solo del olor a brisa de verano y de la fragancia de las frutas frescas. Supongo que habrá un momento para la historia de Lorena, la colegiala; mientras tanto yo seguiré escribiendo sin mirar mucho a ese pasado que no tiene solución.

Ya es 28 de Diciembre y tenía tantas cosas por escribir, que ahora solo pienso en que haré con ellas luego. Si volverán al viejo diario, si permanecerán en el olvido, si desaparecerán para siempre.

A mi me gusta escribir pero no me agrada ser blogger. Cuando escribes para material impreso, nadie pone sus comentarios diciendo lo que opina. La gente lee, observa, lo saborea, lo ignora, pero nadie viene a querer modificar lo que escribiste ni a sugerirte el final de una historia, ni el cambio de nombre a un personaje, ni una impresión personal que no contribuye en nada. A lo mucho deja un comentario objetivo al correo, para mejorar la estructura del texto o las faltas ortográficas. Eso ayuda mucho a quien escribe, no busca figuración alguna.

Es como cuando ves un cuadro surrealista. No vas y le pides explicaciones al pintor de que quiere decir tal o cual figura, por qué le puso determinados colores, porqué no le cambió tal o cual imagen. Uno observa el cuadro, lo interpreta a su modo y se calla. Sería poco ético sugerir cambios a algo que pertenece absolutamente a su autor; a lo mucho puedes decir que no entiendes un carajo de lo que significó la pintura y no volver a la galería nunca más.

A mi me gusta escribir y cuando escribo en tono de artículo de revista, recibir los comentarios y leerlos. Las veces que soy mas intimista, prefiero anular la opción u obviar los comentarios que dejan, pero a la gente se le queda la costumbre de escribirte al correo cuales fueron sus impresiones y la relación que tien tu post con su propia vida, aunque a una no le interese saberlo.

Un diario intimista, suele confundirse con una revistilla, tanto para el lector como para quien escribe, ese es un riesgo grande cuando se hace un blog. Te quedas sin intimidad, pues la gente empieza a opinar a partir de hechos tan pequeños, que ya es inútil explicar nada. Obviamente, si se atreven a opinar acerca de lo que no saben, como si fuera su propia vida, ya toda explicación es inútil. Bien dicen que la ignorancia es atrevida.

Creo que fue Borges el que dijo que Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído, me pregunto ¿a quien leerán los señores anónimos?
Hay gente que se la pasa leyendo blogs, otros que se pasan la vida escribiéndolos ¿quién puede sugerir tenre mas vida al otro? ¿El que hace bilis con escritos ajenos o quien se dedica a vivir para poder escribirlo luego?


Es 28 de Diciembre y el tiempo se acorta irremediablemente, me faltan algunas cartas y cumplidos antes que comience el nuevo año, luego, ya veremos que ocurre.

EL Lugarteniente

Hace mucho que no sé nada de Rafa. Suele pasarnos, desde que nos conocemos, ambos desaparecemos por largas temporadas sin muchas preguntas. Al principio yo me desesperaba por no tener noticias de mi amigo, pensaba que podría haber sufrido un atentado, morir en un accidente. Pensaba que sería de mí si él desaparecía y yo no llegaba a despedirme, en otras ocasiones pensaba que tal vez se hubiera molestado conmigo por alguna razón y hubiera decidido desaparecer del mapa.

Rafa es uno de los pocos amigos que logran entenderme, escucharme y escribirme, sin que me sienta asfixiada. No sé si nos parecemos un poco, al principio quería pensar que sí. Cualquiera hubiera querido parecerse a Rafa, pero eso es imposible. Si fuéramos iguales nos aburriríamos en menos de dos minutos. Creo que solo tenemos afortunadas coincidencias y por eso nos soportamos bien.

Son afortunadas las coincidencias de escribir con pasión y aburrirse rapidamente con lo que antes nos gustaba. Yo le llamaba inconstancia, Rafa dice que no es eso, es solo que cuando nos gusta algo lo exploramos hasta el mínimo mecanismo y cuando ya no hay misterios, lo dejamos en el acto. Que son gajes de pensar mucho... Que la depresión que a veces nos abruma es el precio por tener algo de materia gris para no pasar la vida como simples animales.
Yo me río, pensando que sus frases son consideradas soberbias, propias de español que se cree dueño del mundo. Lo peor es que a él no le importa ni le incomoda, "Me encanta levantar murmuraciones en los puritanos"- suele decir. Sus cartas suelen ser de un humor tan corrosivo, como inteligente.

A mi me encanta Rafa, nos conocemos hace tiempo y no nos hemos aburrido nunca. Comencé a escribirle a él toda mi historia, cuando estuve deprimida y el hacerlo pudo hacerme respirar de nuevo. Cuando terminé de hacerlo, él no opinó ni me puso curitas, nada. Me envió una carta igual de larga, que me daba fuerzas para seguir adelante, sin hacerme sentir víctima, sino vencedora.

Cuando ya estuve mejor, seguí con las costumbre de escribirle, aunque con menos frecuencia. Rafa siempre tenía la palabra exacta para mejorarme el ánimo, incluso una buena grosería. pero yo ya no me sentía bien escribiéndole de cosas mas generales como mi casa, lo que sentí en tal o cual caminata o lo que me inspiró a escribir de nuevo, esas ya parecerían cartas de enamorados y no de compañeros de batalla ( la batalla diaria ppor no deprimirse muy rápido).

Empecé el blog como una manera de escribir lo que sentía sin que sonara a carta que espera respuesta. Rafa me podría leer siempre que él quisera, pero yo podría escribir de cosas más íntimas y menos trascendentales de los temas que usualmente compartíamos.

Creo que la comunicación con Rafa, fue en buena cuenta un ensayo de blog. Lástima que el término blog entrañaba muchos aspectos que yo aun desconocía y de los cuales no terminé de adaptarme.

Espero que al reaparecer Rafa, podamos reestablecer la comunicación epistolar que nos unió tanto, de todos modos la manía de compartir lo que se escribe no es exclusiva de ser o no ser blogger y escribir cartas para los amigos, suele ser siempre una experiencia gratificante.

Pequeños Secretos

Escribiré para sosegarme, para dejar las últimas palabras, hasta que el ritmo de la canción descienda sobre todos nosotros y nos deje inmóviles y mudos, a la espera de un nuevo sonido que despierte el corazón y la mente al mundo.

Los días son bastante claros, pero aun no hace el calor suficiente como para salir a caminar de la mañana a la noche con la misma ropa. Yo camino, a veces no me ven, p0orque camino mientras estoy en el teclado, camino por calles que ya sé de memoria, cerca de pastelerías con olores exquisitos y de escaparates con ropa para pequeñas princesas. Yo camino, aun cuando me quede sentada. Es entonces que lo urbano sabe a poesía y la marcha se hace canción, porque yo escribo mientras camino y voy caminando cuando solo escribo.

Me gustan los olores a fruta fresca y a flores adormecidas por el caer de la tarde. Me gusta armar sueños con las cosas que no están a mi alcance, con los seres que ya se han marchado. Tejer de ilusiones los hechos simples y grises, poner luces a lo que permanece oscuro. Me gusta caminar sin hablar, para poder soñar a gusto.

Antes viajaba y por la ventanilla veía el cambio de paisajes de plateados arenales a costas azules, de verdes brillantes a cielos magentas. Yo veía el cambio de paisajes y solo podía pensar en el día que te los mostraría todos, mientras, no podía hacer más que observarlos y guardar cada detalle en palabras que trataban de ser exactas. En palabras que luego se las llevaba el viento.

Mis sueños color mantequilla y mi visión de las cosas simples, son hechos en los que dejé de pensar hace tiempo. Las caminatas mientras permanezco ante el frío teclado y los sueños que tejo mientras voy en movimiento, son placeres guardados en mi diario personal, placeres que voy desenterrando de entre hojas amarillas y flores secas. Placeres pequeños.
Pequeños secretos.

miércoles, diciembre 27, 2006

Y te vi, cuando la noche caía
Me acerqué a tu cuerpo dormido,
De hada recién parida,
De luz que nace al mundo,
Mi mundo.

Me acerqué tanto a tu cuello,
Que podía oír el murmullo de tu sangre fresca
Bajo los pétalos de tu piel desnuda.

Me acosté pequeño e indefenso
A la sombra de tu pelo,
Al fuego de tu piel,
Esperando a que despertarás
A ese mundo que te veía nacer.

Y te vi, cuando tus ojos se abrían
Al cielo del que habías caído,
Suplicantes, confusos,
Como los de un ángel que pide respuestas,

Desde mi refugio tibio
Vi tus ojos abrirse bellos,
Tan cerca mío,
Pero con una mirada tan larga,
Que supe de una vez y para siempre,
Que tu, hada de azúcar,
Precisamente por tenerme tan cerca,
No me mirarías nunca.

Día Cinco




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Los muchos Yo

Nos hallamos el día que dejé de buscar y me senté en la vereda a admirar el paisaje. Densas nubes acababan de pasar por el cielo gris y la ciudad aun húmeda por la transpiración de miles de árboles.
Digo nos hallamos, no pensando en alguien en especial (o quizás si) Cuando hablo de hallarnos, hablo de esas dos mitades de uno misma que normalmente andan separadas por el mundo, caminando en aceras diferentes y haciendo cosas diametralmente opuestas, aunque en el fondo sean ambas la misma persona.

A veces pienso que todos nosotros, somos el fruto de muchos Yo enraizados en tierras que jamás nos pertenecen, pero de las que nos hacemos una suerte de patriotas. Varios yo, luchando unos contra otros, bajo cielos distintos, que a veces parecen ser uno solo, alumbrando a todos esos Yo desperdigados y huérfanos.

Cuando yo escribo, hallo varios yo que no sabía que tenía. A veces llego a pensar que soy promiscua por escribir en un tono y luego en otro; que le soy infiel a algun yo que en ese momento es el predominante y que a la primera pestañeada es invadido, incluso ultrajado, por el nuevo yo, que desee hablar en ese preciso momento.

A veces siento que mi yo es hombre. Ese yo me agrada, escribe los poemas, que a mi me gustaría me sean escritos y habla con dolor y dulzura de la mujer idealizada que jamás llega, porque siempre se está yendo. Ese yo, que yo juzgo masculino, a veces se vuelve bueno, doliente, melancólico...otras, simplemente es un asesino. Alguien que quisiera matar, para hallar debajo de la carne, el alma prístina de aquella virgen que no puede ser suya.
A veces siento que quiero a ese Yo, aunque sea el mas triste de todos. El que siempre anda sin solución. Supongo que amo a ese yo, por ser el hombre en el harem de mujeres tristes que abundan mi mente. Supongo que amo a ese yo, porque cuando posee mis dedos, habla claro y no le importa decir que ama hasta el delirio, queriendo llegar hasta la muerte por el amor correspondiso, pues simplemente este Yo: Ama.

Los otros yo, son mujeres, varias...muchísimas. Adoptan actitudes extremistas al no poder hallar su equilibrio. Una es demasiado carnal, la otra demasiado espiritual, una de ellas demasiado cerebral...creo que esa no está casi nunca, pues predomina la frívola que se larga de compras para no pensar en nada ni en nadie.

No sé cual me agrada más. Lo que sé es que no puedo controlar a la deslenguada y carnal, que es la primera. A veces ella me da miedo, me doy miedo, pues se que soy Yo explorando los linderos de mi voluntad y mis pasiones. Ese Yo se ha presentado mas veces este año, que lo que apareció en toda mi vida. Ese YO, indómito, aventurero, carnal e incontrolable, me da miedo, pues una vez que se lanza a volar, no le importa si cae, se lastima, muere, o hace daño a otros. Ese yo, no mide consecuencias ni peligros, pero cuando als cosas se ponen feas, se larga y me quedo con el otro Yo, miedoso, tímido, paranoíco, pendiente de las consecuencias de sus actos y del mínimo detalle que causó tanto desmadre; ese YO que no quiere mover un dedo, pues teme dañar a alguien mas que si mismo.
Finalmente, para arreglar la situaciónproblemática aparece el Yo cerebral, mucho mas calculador, carente de toda piedad al resto, un Yo que piensa solo en como solucionar el asunto, de la forma mas rápida e incruenta`posible, sin buscar causas ni culpables, ni hechos aislados, abocándose en la solución solamente e ignorando cualquier llamado de auxilio espiritual. Por supuesto, solucionado el problema, e i gnorados todos los implicados en el asunto, aparecerá el último Yo, que es el culpabilizador, el que juzga, atormenta, hace daño, no deja vivir en paz, pues solo recuerda una y otra vez las circunstancias que llevaron al hecho desastrozo del apasionamiento ilimitado y busca culpar a cualquier otro yo que se parezca en el camino.
Ese Yo, parece salido de la Santa Inquisición y castiga mas que cualuier testigo cercano a los hechos, aun en tiempos de paz y tranquilidad.

Lo que parece un expediente de psiquiatría, NO es tan severo como suena, ni tan gracioso como se lee, pero es algo real y que me sucede varias veces al día, desde que pude identificar las causas de mis cambios anímicos, relacionados con la predominancia de uno u otro Yo. Desde ese entonces me volví conciente de que las personas actuamos de una u otra forma, según la personalidad esté desfragmentada o trabaje en unidad. Supongo que los varios Yo, ya existían desde mucho antes, fruto de un crecimiento solitario y de continua introspección, pero vivíamos todo en armonía y sin pleitos, dado que había predominancia de un Yo que equilibraba al resto.

Este último Yo que era el predominante, fue el que recuperé hace algunas semanas. Un Yo que se escabullía de mi situación actual, pues no tenía valor para mirarse al espejo. Un Yo que ahora parecía fingido y abandonado, pues era el mas inocente, ingenuo, sonriente y bueno de todos. Era el Yo infantil, del que cree en el amor, en als buenas personas, en la esperanza y que espera lo mejor del futuro. Ese yo que perdemos en el camino, pues no nos sirve de nada tener a un Yo "tonto" como copiloto de nuestras acciones mas arriesgadas, si solo servirá de freno y será castigado y convertido en hazmereir de todos si aplica su lógica de Hacer el Bien sin mirar a quien.

El recuperar ese Yo ha costado, trabajo, sudor y lágrimas. Aceptarse fue lo más difícil, luego que te aceptas cmo eres y en lo que te convertiste con el tiempo, el resto del camino es una pendiente para caminar de ligero. Una pendiente en que te puedes recuperar y disfrutar aun de als pequeñas cositas, como si fueran vistas por primera vez, dado que ese Yo, no espera mucho y siempre recibe a manos llenas. Un Yo, que evidentemente cree en todos para poder creer en si mismo y viceversa.

Con ese Yo nos hallamos hace algunas semanas.

Pudo haber sido cualquier lugar el del hallazgo, pero Buenos Aires parecía ser un buen sitio. Neutro y sin fantasmas. Sin testigos, sin nadie cerca. Era como volver a nacer, eso sentí los días que me fui. Volver a nacer, con la misma piel de hacía siglos, pero con la experiencia a cuesta de als cosas pasadas, mucho mas tolerante con situaciones que antes me sacaban de sitio y mucho mas serena con respecto a todo y a todos.

Cuando nos hallamos, Mi Yo y yo, era una tarde media nublada de Diciembre, y aun el clima era bastante húmedo, pero el calor del verano permitía caminar con ropa ligera y sandalias bajas.
Estábamos en una banca del Parque San Martín y las luces caían sobre la ciudad tornando als calles de color rosado, mientras los árboles se confundían en tenues esmeraldas, como los mudos testigos de algun extraño pasado.
Yo me senté y contemplé el reloj inglés a lo lejos, rodeada por los edificios de múltiples ventanas y techos de corte europeo. La pista negra humedecida ante el rocío de la tarde y el horizonte naranja con las grúas abandonadas de Puerto Madero, vigilando la ciudad desde lo lejos.

Era mi primer día allí y yo sentí que tenía toda la vida por delante, no para remendar errores y vivir del pasado, sino para vivir con un futuro real y tangible entre las manos. Un futuro que podía comenzar a pintar desde ya o desde el momento que me diera la gana. Tenía entre mis manos la carta blanca de aquellos que ya terminaron su penitencia y están listos para reintegrarse a la vida, a la gente, al futuro, esta vez como dueños de él y no como simples inquilinos asustados por el riesgo de ser arrojados a la primera falta.

Era Diciembre, era verano, era Buenos Aires, era el mundo girando a mi ritmo, era la vida con una centésima oportunidad para caminar descalza, sonriente, sin culpas, niña, mujer, todo junto. Era YO con toda la nada en los bolsillossintiendo que por primera vez en largos meses, esa nada, era suficiente para caminar de ligero y sin prisas por el mundo. Mi mundo, el que finalmente me pertenecía.

martes, diciembre 26, 2006

La Buena de La película

Mi ex era medio extraño. Jamás se acercaba a ver los montones de ropa que estaban en oferta en las tiendas, no tuteaba a nadie que fuera subalterno, así fuera menor que nosotros y no comía el pescado que nos daban a todos, pues decía no haber comido jamás pescado con espinas.

Yo me quedaba idiota, a veces no decía nada, otras me burlaba de él con mis amigos. Es que tenía actitudes extrañas que rayaban en lo ridículo, como no querer comer nada que fuera hecho en la cafetería del hospital así se estuviera muriendo de hambre, o declinar cualquier invitación navideña a chocolatadas o repartición de biscochos, si es que eran gratis. A veces le molestaba mi efusividad o que me alegrara demasiado por tonterías…Mi ex era un buen tipo, pero tenía tantas actitudes raras, que la gente se preguntaba como podía soportarlo…

Una vez saliendo del cine, luego de darles monedas a unos niños que vendían dulces, yo me quedé hablando con ellos y haciéndoles bromas muy a mi estilo. Él me jaló del brazo y puso su cara de molesto por hacer eso. Yo me enojé por supuesto y dejé de hablarle todo el camino a casa. Él luego me explicó que no podía quedarme hablando con esos niños que vendían dulces afuera del cine, porque sus madres les pegarían si se quedaban sin vender, o podían venir y hacerme el lío a mi, asi que no anduviera con actitudes de payasita, para sentirme feliz, si a las finales les hacía un daño a ellos.

Era una forma bonita de decirme: No seas tan egoísta, con esas actitudes de hacerte La buena de la película, si no beneficio a nadie.

El día 24 de Diciembre, mi familia y yo salimos en el auto a regalar algunas cosas por navidad. Eran algunos juguetes, zapatos y ropa para niños. El problema es que no había muchos niños necesitados por las calles, así que fuimos a uno de los pueblos jóvenes que abundan por aquí, pensando que sería cosa fácil.

Ya en uno de los cerros, divisamos a un niño pequeñito que jugaba con su perro. Llamamos a su madre y al preguntarle si tenía otros hijos y decir que sí, procedimos a entregarle parte de los regalos que habíamos llevado. Desde las otras casas, que quedaban en zonas mas altos, comenzaron a salir niños, madres, perros, gente corriendo…En definitiva tendríamos para unos 6 niños mas , peor no para todos.
La peor parte era que los niñitos mas pequeños solo pedían juguetes y ya solo quedaba ropa y zapatos.

Pero mi hermana insistía en medirles los zapatos a cada uno de los niños tratando de hacer justicia con los juguetes, cuando todo se estaba volviendo un desmadre de críos llorando y mamás diciendo que no importaba, que ya le crecerían los pies a sus niños.
Por fin, mi padre se animó a encender el auto y salir de allí…Todos felices por haber hecho la buena obra navideña, mientras yo me hundía cada vez mas en el asiento trasero, pensando que se alegraban por haber contentando a menos de 10 niños, mientras de todos los cerros, bajaban como cincuenta, gritando por un juguete.

Creo que mas que sentirme alegre, yo me sentía peor. No era la gran cosa irse a casa con esa sensación. Mas parecía un alarde de “Que buenos somos nosotros por dar una limosna a un par de niños pobres”. Una especie de penitencia por la buena navidad que pasaríamos luego.

Mi hermana me llamó injusta por pensar así, si lo habíamos hecho con la mejor de las intenciones. Yo solo creo que la intención no es suficiente para hacer bien las cosas.

Mi familia dice que razono mal, que le veo el lado malo a todas las cosas, no entienden porque tengo que echar a perder los buenos momentos familiares.
Mi ex era medio extraño. Mi familia suele decir lo mismo de mí. Tal vez segúnb ellos yo sea ahora, La Mala de la Película.

Al Día Siguiente

Al día siguiente de la navidad, el sentimiento es casi el mismo, en todas las personas que conozco: ¡Que abusos he cometido! ¡Cómo pude comer tanto! ¡Parece la panza de Santa Claus!
Dos días después de la Noche Buena, las pesadillas fruto de la maratón de comida continúan, además de darse cuenta de que “Todos los regalos malos de este año me los dieron a mí…"

Realmente los padres y amigos, aciertan muy pocas veces en estas fechas. Parece que la mezcla de prisa y poco dinero, trajeran a casa siempre los regalos menos deseados.

Las cosas que uno menos desea, nos son obsequiadas en las envolturas mas vistosas, para lograrnos una sonrisa plástica, de “qué lindo…gracias” aunque no sepamos bien ¿para qué demonios puede servir eso?

Siempre pensé que yo era buena recibiendo y dando regalos, pues generalmente doy tantas indirectas antes de las fechas cruciales, como cumpleaños, aniversarios y navidad, que juzgo que solo alguien muy ciego, sordo y terco (como mis padres) podrían equivocarse a la hora de comprarme algo. Incluso hago listas de regalos por precios y lugares donde se pueden comprar, pero nada…Todo mi trabajo estratégico, cae en saco roto con mis padres.

Pero no solamente ocurre con mi familia.Creo que lo testarudos al momento de regalar, ya es un mal extendido a todas las esferas...

Para mi cumpleaños, recuerdo que lo único que pedí fue un perfume y unas flores… (un ramito de flores, vale solo un peso!) El problema es que los hombres jamás aceptan sugerencias de poco valor económico, pues lo toman como que “ya no será sorpresa” o "Date cuenta que yo sólo regalo cosas espectaculares".

Yo me pongo a pensar que se echaría a perder la sorpresa, si yo dijera el nombre del perfume o eligiera el tipo de flor, pero si solo menciono el género del obsequio deseado...¿Cuál es el problema?

¿¿Acaso no es espectacular regalar lo que la mujer desea aunque solo valga dos pesos??

Ese día por primera ( y supongo que única vez en la vida) me llevaron a comprar ropa como si fuera una escena de Mujer Bonita…lo cual debo decir, por experiencia propia, no es tan divertido…Es decir, cualquiera podría pensar( incluso yo misma) que pedir lo que se te antoje, mientras las vendedoras se vuelven locas por atenderte será una experiencia de ensueño…pero, no equivocarse, cuando te llevan a esas tiendas en que un calzón vale lo mismo que unos pantalones en cualquier almacén normal, la actitud de “winner”, cambia por una de “Dumber” pensando en “¿por qué demonios no fuimos a Falabella, donde podría comprarme 3 prendas por el mismo precio de esta polerita rala de diseñador con nombre andrógino, que ni siquiera podré usar?

Es que hay cosas que no van con una, los delirios de grandeza tienen su límite dependiendo de cada mujer y ese día yo conocí el mío. Las cosas pueden narrarse y verse como en las películas, pero la sensación no es la misma, delante y detrás de la pantalla.

Para ésta navidad, yo estaba podrida pensando en las razones filosóficas que habrían llevado a mis padres a regalarme un reloj…si era la única cosa en la que había insistido no necesitar. Luego miraba la ropa nueva y me daba cuenta que con tanto engorde navideño, necesitaría una dieta rigurosa de agua y verduras feas, para poder estrenarlos sin parecer un tamal.

Mi hermana me comentaba que a ella le habían regalado ropa dos tallas menor ...Por un momento llegamos a pensar que habían confundido los regalos para ella con los míos, pues lo que yo pedí se lo regalaron a mi hermana y viceversa.

Entonces reflexionamos, en que tal vez fuera una estrategia de mis padres, para obligarnos a comer menos y hacer mas ejercicio…aunque luego de mirarnos, nos dimos cuenta que Naaaaaah, mis viejos se habían vuelto a equivocar por su terquedad en comprar cosas que nadie pidió, en las tallas que teníamos hace 5 años.

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Al día siguiente de navidad, cuando todo lo bebido parece demasiado. Cuando todo lo comido parece un abuso pantagruélico y cuando cada regalo, parece ser el obsequio no solo equivocado sino comprado con segunda e irónica intención, la única satisfacción que queda es haber podido estar en familia y regalar aquello que pensábamos haría feliz a los otros, aunque eso haya sido solo otra ilusión de navidad.

La Cita

  Su voz es del color del sol, se ha acercado  con paso seguro  sin prisa a la mesa donde sorbo un te del que apenas detecto que es de frut...