sábado, noviembre 25, 2006

"El Profesor Delgado"

“A esas personas que hoy creen tenerlo todo, yo les digo, que con esa soberbia no van a llegar a ninguna parte”
La voz de mi profesor de literatura sonaba a rabia y a malos deseos. Su mirada se encajaba en mí directamente, mientras yo lo miraba tratando de no pestañear y fingiendo una sonrisa de "No me importa lo que diga"

El profesor Delgado, había sido uno de los mas severos directores de colegio estatal, hasta que al jubilarse entró a enseñar sus horas extras en el colegio particular donde yo estudiaba. Tenía muy buenas referencias de mi familia, excepto de mi padre. Mi padre un maestro también jubilado, había gastado sus mejores bromas a la figura leptosómica del profesor Delgado, cuando este aun enseñaba. Gracias a mi padre los apodos de Alma Calata y Muerto Fresco habían decorado la larga trayectoria del profesor Delgado.

Mi viejo era así, jodía a todo el mundo poniendo apodos y bromeando acerca de su físico. A él también le ponían sobrenombres pero el ni se ofendía. “que me digan chato- decía- lo soy y lo acepto, pero que no se vengan a ofender si los llamo jumentos, cuando esa es su auténtica condición en este mundo”. Mi viejo era así y nadie jamás se vengó con él o con sus hijos, hasta que llegué yo al colegio.

Yo tenía la cara tranquila y la mirada dormida de la familia de mi madre, pero todo el carácter molestoso y hablador de mi padre. Ponía apodos a diestra y siniestra a los maestros que no me simpatizaran y siempre actuaba como abogada del diablo, en esas clases aburridas. Uno de mis profesores de educación cívica, me dijo que yo podía ser una francotiradora eficaz, con todas esas respuestas y argumentos que hacían caer a más de uno, cuando había que discutir sobre constitución o derechos humanos. El hombre aseguraba que yo sería abogada.

Desafortunadamente, no a todos lo profesores les agradaba tanto. Uno de ellos, el profesor Delgado, siempre haciéndome la vida imposible con sus lecciones al pie de la letra, preguntando por las fechas exactas y los detalles íntimos de cada literato estudiado. Yo lo odiaba. Había esperado largamente llegar a 5to año de secundaria, para poder leer esa obra de literatura universal que en casa comentaban tanto. Me sabía de memoria algunos textos y me deleitaba de solo pensar en leer a Víctor Hugo o Cortázar.
Sin embargo, mi maestro no era de la misma idea.

Ya en Literatura Española, nos había hecho aprender hasta el lugar donde había defecado Calderón de La barca, por considerarlo histórico, pero de sus obras, nada. El curso de literatura se había vuelto una materia pesada, en la que solo leíamos fragmentos de los poemas menos conocidos y de los cuales había que hacer un resumen y un dibujito pintado a color. Nada de utilizar acuarelas para pintar los dibujos, puesto que de seguro, eran dibujos hechos por alguien más.


El problema grande comenzó el día en que el Profesor Delgado comenzó a comentar que a mi me hacían los trabajos mis padres, que esas redacciones tenían todo el rasgo de escritura de mi padre y que yo era incapaz de hacer esos textos por mi misma. No quedó ahí la cosa, sino que en las clases sucesivas me acosaba de preguntas acerca del curso, incidiendo como siempre, mas en la vida de los autores, que en el trasfondo de su obra.

Ya que yo peleaba por ocupar el primer puesto del colegio, la cosa se puso color de hormiga cuando empezó a bajarme las calificaciones, a hacer insufribles las lecciones orales y a hacer comentarios en clase de “aquellos alumnos que requerían la ayuda de los padres para hacer sus trabajos”.

Era humillante. En primer lugar, porque yo escribía mis cuentos desde los 8 años y nadie había dudado nunca de mí y en segundo, porque mi apellido estaba en boca de todos como si yo necesitara de alguien más para obtener altas notas en su asignatura. Mi padre como siempre, ni enterado del asunto. Solo me repetía que me cuidara, pues de seguro Delgado le guardaba algún rencor, por aquella vez que de ebrios, mi padre le pasó las ruedas del auto por ambos pies y dejó al Profesor Delgado sin caminar por una semana, con los pies totalmente amoratados. Ese día, el flaco juró venganza.

El problema con delgado es que después de haber sido por 20 años Director de Colegio de Hombres, se le habían quedado las costumbres de gritar y humillarte en público. Fue entonces que me comencé a portar mal, a contestarle a contradecirlo, a volver el salón de clase en un campo de batalla eterno. Las rosas, por supuesto, se las llevaba mi gran contendora de notas, una niña de la que hablaré con detenimiento mas tarde, capaz de memorizar fechas, coplas, detalles escabrosos y lugares geográficos de enamoramiento y otros cachondeos, de cada uno de los grandes de la Literatura Universal, para deleite del exigente profesor, que de lecturas no sabía nada, pero si de la cochinadita personal de cada hombre o mujer que haya osado dedicarse a escribir.

Esa mañana, empezó su larga perorata diciendo que con la soberbia no llegaría a ninguna parte. Que el apellido no aseguraba nada y que siempre viviría bajo la sombra de mi padre, porque no tenía talento propio. Todo esto por supuesto, cuidándose mucho de hablar en plural, mientras me miraba de vez en cuando haciendo pausas para que me asegurara que era dirigida contra mí, toda esa cháchara.

Al terminar la clase, le pedí hablar con él en privado y ahí fue cuando empezó el segundo round. En medio de los jardines del colegio me trató no por mi nombre, sino por mi apellido, preguntando que problema tenía con él o su curso, para que de pronto mi actitud se haya tornado en una falta de atención total durante las clases.

Con la rabia y la humillación de sentir todas las miradas de mis compañeritas de colegio sobre mí, mi cerebro había juntado palabras como mediocridad, mala pedagogía, fracaso como maestro en una sola frase. Esa mañana ninguna palabra fue silenciada de mi boca, le dije todo lo que pensaba de él mientras el hombre alto y delgado como su propio apellido me miraba impávido. Las palabras salían a borbotones, para decirle que era el colmo que trajera el apellido de mi padre a colación en un problema estrictamente de maestro-educando y que soltara frases sobre mi incapacidad para escribir o hacer los trabajos solicitados, ante el resto de la clase.
Esa mañana de Noviembre, se lo dije todo.
Fue casi una victoria, excepto por el pequeño detalle, que mis mejillas ardían, que mi boca se había doblado, que mi barbilla se había hecho pequeña y que la voz se me quebraba de rabia e impotencia, mientras las lágrimas caían sin parar por ambas mejillas.

El profesor Delgado me miró desde toda su altura de viejo Director de colegio de varones, con una sonrisa que mas parecía una mueca de placer y me mandó de nuevo a mi pupitre, diciendo que por un favor a mi padre, olvidaría todo el asunto del reclamo contra su cátedra, para que no me expulsaran del colegio.


Creo que ese día el profesor Delgado, alias Muerto Fresco, cumplió su venganza contra mi padte.Aun hoy, recuerdo la palabra "soberbia" y siento como si toda la sal del mundo me hubiera sido lanzada ese día. Cuando mencionó que la gente como yo, con esa actitud de creer que lo sabíamos todo, no llegaríamos a ninguna parte.

17 comentarios:

junio dijo...

Paja la forma en que sorprendes... sobre todo esa en que conviertes una posición firme en un simple berrinche de niña engreida... Así que salaron a la pobre, no?, ja, pero la niña ganará al final si demuestra que aprendió a controlar sus emociones.

Laura Martillo dijo...

No molestes tío.

Ethaw dijo...

Cómo sorprender con las palabras a alguién que te va limando poquito a poco para que llegue un día y, sin poder controlar nada, sueltas todo aquello que llevabas tan dentro que ni sabías que existía? Da igual. La victoria está en otra parte. Con esa posición de flaco profesor cualquiera hace exaltar a un alumno. Provocar es lo más facíl y, dependiendo que cargo ocupes, lo más cobarde.
Abrazos muy lejanos para que vuelvas a verme entre océanos que nos separan.

Edem dijo...

A mi me pasaba lo mismo con el profesor de historia.
Por naturaleza, no soy vengativo, y, si me enfado, se me acaba pasando el berrinche. Pero con Carlos Paris... creo que de pequeño entendí la palabra odio muy bien.
Reconozco que tenia fama de revoltoso (no te fies de un gordo, parece modoso, pero en su interior puede tener un volcan), y que, junto a un amigo quemaramos polvora en el pasillo de las clases, y que llamaran a la policia, a los bomberos y demas gente de orden no me beneficiaba.
Pero... desde que entré, la tomó conmigo.
Y una asignatura en la que nunca he tenido problema, al contrario que otras, se convertia en una pesadilla. Era su forma de meterse conmigo, sus puyas, el saber que tenia que aguantarme, ya que el "tenia la sarten por el mango", como me decia, lo que me enrabietaba. Castigos a la menor oportunidad no mejoraban el asunto, claro. Y lo peor, que castigaran a mis amigos solo por sentarse a mi lado, eso ya me enfadaba todavia mas.
Pero no podia suspenderme. En historia no. En otras asignaturas, mi nota no subia del 5, cuando me las daba el, pero en historia no podia.
Pero la venganza es dulce, y se sirve con cuchara. Y llegó un dia, que estaba explicando el Imperio Romano. Para esa vez, estaba preparado, y, con ayuda de mi padre, me habia leido clasicos, me habia estudiado su historia, etc.
Y como siempre, quiso humillarme, preguntandome mas de lo que explicaba. Esta vez, iba por mi, y se extendió a fondo en el tema. Creo que, el examen de historia de Roma en Hispania en la universidad fue mas facil que ese.
- Hableme de la historia de Roma, Kike (siempre kike, nunca el apellido, nunca Enrique. Creo que sabia que Kike era el apodo de mis amigos de verdad).
- Que epoca?.
Profesor Sorprendido.
- Como que que epoca?.
- Hombre, hablamos de La monarquia, de la Republica del Imperio?...
Fue una mañana muy larga, de unas dos horas, pero, mi pequeña venganza se recordó en el colegio durante mucho tiempo, de como un alumno habia humillado a un profesor... en su campo. En el conocimiento.
Y fue mejor que cualquier daño fisico que hubiera podido hacerle, creeme.
Todavia lo recuerdo con una sonrisa y con su cara roja de la rabia.
Un beso de Enrique.

luis sanchez dijo...

casi una victoria...

me dio pena que no lo fuera pero creo que tenia que ser asi o no hubiera habido leccion aprendida, no?






igual, vamos en mancha a quemarle la casa al tio.

Laura Martillo dijo...

Sanchez!!
Sabía que volverias algun dia, aunque te haya quemado todo el aserrin de la casita de juguete...




Igual vamos a hacer el tour de comida cuando vuelvas a Lima.

Anónimo dijo...

¿Al maestro con cariño?... jaja

Recuerdo a mis dos profesores de Historia, El de Universal, un tío malhumorado, y el del Perú, uno de 40 pero un maestro de verdad. El primero quería las citas, las fechas...la tontada de la memoría. El segundo llegaba, ni recordaba en que nos habíamos quedado, pero una vez que empezaba era simplemente excepcional. Con el primero nunca llegué a 15, con el segundo también, pero éste último me animaba, no me bajaba la moral. Éste hombre, Miguel Villanueva, podía relacionar la historia de la Independencia con la canción "tiburón" de Rubén Blades. Se parecía más ese borrachito maestro de kung fu de "Retroceder nunca 3" que tenía de enemigo al zambito Billy Blanks, quien después sacó su cd´de tae bo.

Terminé la secundaria, y elegí ser historiador. Años después me encontré a mi querido maestro Miguel en la misma cola para postular a un cole'... Pequeño, jodido pero hermoso mundo. Ahora yo también soy profe y sus consejos son parte de mi trabajo.

Laura y Edem, ambos escriben de polendas, los leo con sumo agrado. Un saludo cordial. JCHA

Anónimo dijo...

Al maestro con cariño

Recuerdo a mis dos profesores de Historia, El de Universal y el del Perú. El primero un señor canoso y mayor, algo malhumorado; el del Perú, de unos 40 años, pero un maestro sincero. El primero quería las citas, las fechas...la supremacía aparente de la memoria. El segundo llegaba, no recordaba la lección de la sesión anterior, pero una vez que empezaba era simplemente excepcional. Con el primero nunca llegué a 15, con el segundo también, pero éste último me animaba, no me bajaba la moral. Éste hombre, Miguel Villanueva, podía relacionar la historia de la Independencia con la canción “tiburón” de Rubén Blades. Físicamente se parecía más ese maestro borrachito de Kung Fu de la peli´ “Retroceder nunca 3” aquel filme que tenía como enemigo antagonista al zambito Billy Blanks (quien años después fue el inventor del Tae Bo)

Terminé la secundaria, y elegí ser historiador. Muchos años después me reencontré con mi querido maestro Miguel… en la misma cola para postular a un colegio privado. Pequeño, jodido, soprendente pero hermoso mundo. Ahora yo también soy profesor y sus recuerdos son parte de mi trabajo.

Laura y Edem, ambos escriben de polendas, los leo con sumo agrado. Un saludo cordial. JCHA

Marea dijo...

Me hicistes recordar una confrontación que tuve con mi profe de Cívica, a fin de año la mujer renunció. Esos profesores que joden en lugar de inspirar no deberían existir, lástima que los que inspiran y motivan sean tan pocos.

Anónimo dijo...

Le dijiste lo que pensabas y posiblemente el dijo despues eso y gano la batalla, porque se mantuvo mas frio.

Anónimo dijo...

¿En verdad creen que ganó él la batalla?
Viejo engreido, amparadose en una posición de poder para humillar a una jovencita, como venganza por no poder medirse con el padre de la chica?
Cobarde grandullón, ¿porqué no se metía con los de su tamaño?
Quizás, porque para meterse con alguien de su tamaño emocional, tendría que haber ido a un parvulario.

Chalo dijo...

Todos tuvimos un Delgado alguna vez. Y me has hecho recordar por que cuando alguien llama "Aguilar", en voz alta, todavia me sigue dando cierta angustia.

Liz dijo...

El problema con gente así es que no se fijan en sus limitaciones y encima tratan de hacer sentir mal a los que piensan diferente.

En fin, Laura, miralo de esta forma... kizás la única alegría de un viejo limitado fue haberte hecho eso pero a fin de cuentas es lo único que tiene en su vida.

saludos

Angélica Camacho dijo...

La maldición de Delgado... imagino cómo fue ese choque, e inmediatamente rememoro a las monjas de mi ex colegio, especialmente a una que me hacía la vida a cuadritos sin motivo aparente. Después descubrí que le llegaba que mi padre fuera masón.

Oscar dijo...

ups, mis papás son profesores y recuerdo mucho que les ponía apodos a todos sus alumnos... Por suerte no lo hacía con sus pares y no se atravezó con ninguno con el que tuviera yo que lidiar despues...
Si recuerdo una vez, en que sus alumnos, me molestaron mucho y me siguieron molestando, yo era muy chico, quizá fue la forma de descargar lo que sentían cada vez que el les ponía algún apodo. En todo caso, nunca fueron ofensivos, pero en fin.

Otra cosa, que lata eso de vivir o que te hagan vivir a la sombra de...
mala cosa.

Saludos y filo, las maldiciones no existen.

Anónimo dijo...

TERMINAREMOS TODOS ASI

Estimados : como Profesor Universitario, de la Universidad Kennedy. Dictaba cinco asignaturas, entre ellas, Ejercicio y Administración Farmacéutica. Con mas de 50 excelentes alumnos, inquisitivos, ávidos de adquirir conocimientos, mi misión además de enseñar Legislación Farmacéutica, era explicarles como es esta actividad comercialmente, tal es así, que como trabajo practico averiguamos al azar el costo de un descongestivo nasal en gotas, droga base nafazolina, tiempo en el mercado mas de 40 años, consultado el proveedor mas importante de drogas para la industria farmacéutica, dio el costo por frasco, 0,03 centavo, precio de venta 11,25 pesos, ganancia por unidad 37500 %, por supuesto esto no tiene parangón con ninguna actividad licita, a todo esto se me invita el 5 de junio de 2007 al Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, donde se realizaron unas Jornadas sobre " Ética y Medicamentos " estando presentes, legisladores, funcionarios gremialistas , las Cámaras Farmacéutica que supuestamente no habían sido invitadas, pero ahí estaban en segunda fila, farmacéuticos, etc, finalizada la Jornada se podían exponer posiciones de cada uno que quisiera hablar, yo fui uno de ellos y en particular me dirigí a las Cámaras de la Industria a los que tenia a pocos metros, el drama es la accesibilidad de nuestro pueblo a los fármacos, se nos mueren compatriotas, en particular niños ,muchos de ellos muy pequeños y esta gente sin ninguna culpa gana el 37500 %, esto es un escándalo de proporciones y el Estado debe y puede solucionarlo, no puede hacerse el distraído .

La respuesta a mis palabras no se hizo esperar, no para intentar solucionar el tema sino para sacarme del medio. Me cito mi Decano Dr, Capon Filas y La Directora de Farmacia Farmaceutica Magariños, y con un discurso Kafkiano e hiriente, me sacaron la cátedra de Farmacia, días después todas las demás, no estoy arrepentido, no puedo ser cómplice de tamaño despropósito.

Como curiosidad mi ultimo sueldo, aguinaldo incluido fueron 231 Pesos.

Lo saludo cordialmente.

Profesor Universitario.

Eduardo Marcelo Cocca

e-mail : profcocca@gmail.com


ESTOS SON LOS MAIL DE LAS PERSONAS RESPONSABLES DE MI SEPARACION DE TODAS MIS CATEDRAS, ES A LOS EFECTOS DE QUE SI ALGUIEN LES QUIERE DECIR ALGO.
UN FRATERNAL ABRAZO A TODOS
EDUARDO COCCA

Dr. : Rodolfo Capón Filas caponfilas@fibertel.com.ar

Farmacéutica : Maria del Carmen Magariños
magarino@biol.unlp.edu.ar

mcmagarinos@fibertel.com.ar

Rectorado


rectorado@kennedy.edu.ar


Este es un e-mail legal, libre de virus y contiene informacion que consideramos de su interés.
De acuerdo con la nueva Ley argentina Nº 26032 la libre distribución este email está autorizada
por tratarse de propósitos de información, sin embargo, si le hemos causado alguna molestia por el mismo,
le rogamos acepte nuestras disculpas y nos envie un mail a
ecocca@fibertel.com.ar para no ser contactado nuevamente.



SERVICIO DE INTERNET


Ley 26.032


Establécese que la búsqueda, recepción y difusión de información e ideas por medio del servicio de Internet se considera comprendida dentro de la garantía constitucional que ampara la libertad de expresión.


Sancionada: Mayo 18 de 2005

Promulgada de Hecho: Junio 16 de 2005


El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc.

sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1°

— La búsqueda, recepción y difusión de información e ideas de toda índole, a través del servicio de Internet, se considera comprendido dentro de la garantía constitucional que ampara la libertad de expresión.

ARTICULO 2°

— La presente ley comenzará a regir a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial.

ARTICULO 3°

— Comuníquese al Poder Ejecutivo.


—REGISTRADA BAJO EL N° 26.032—


DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS DIECIOCHO DIAS DEL MES DE MAYO DEL AÑO DOS MIL CINCO.


EDUARDO O. CAMAÑO. — MARCELO A. GUINLE. — Eduardo D. Rollano. — Juan Estrada.


mvzte

Elmer dijo...

Recuerdo q en 5ªsecundaria enel colegio nacional Alfonso Ugarte tenia un profe (de Arte) q era gordo blanco ojos pardos y bien racista, siempre decia "estos cholos palomillas" o "en el colegio particular donde enseñaba antes los chicos eran decentes nada palomillas claro eran blancos siempre los blancos son decentes, no como uds q son cholos pues" Undia vimos al profe enel cafetin solo pidio leche con milo. Yo y 5 patas mas nos sentamos enuna mesa al rincon y en eso me acerco donde el profe q justo estaba tomando su 2ª sorbo de leche, paso por su sitio y por joder me suelto un pedo jeje. Regreso ala mesa con mis patas y les cuento mi broma y me dijeron "jejeje que buena, que tal broma ah, pero esta bien, se lo merece por ser blanco racista" y en eso vemos q el profe deja su vasote de leche con milo (logico porq ese sitio oleria a pedo jejejeje) y nos mira recontra furioso y dice "carajo quien de uds fue, quien fue el serrano palomilla q hizo esta asquerosidad" me miro y me dijo "tu Elmer Condori tu fuiste claro porq tu te acercaste a mi mesa" y nos fuimos corriendo jejejejeje. Que les parece la broma? ta buena no? se la merecia verdad?

La Cita

  Su voz es del color del sol, se ha acercado  con paso seguro  sin prisa a la mesa donde sorbo un te del que apenas detecto que es de frut...