Ay! La vida es tan graciosa, las coincidencias, las frases. Parece que la gente dejara palabras a la mitad del camino para que las cojan otros y hagan en sus líneas laberintos enormes, enormes canciones. Hoy descubrí que no solo es “supongo” mi palabra de manía, sino también “enorme”, siempre digo enorme cuando escribo, cuando hablo. Todo es enorme cuando lo pienso. Cualquiera diría que soy una pequeña hormiguita, una pequeña Laurita, tan, tan shiquitita. Que se esconde en un sombrero y a a veces en un cajón, en las costillas de alguien, ocultándome siempre…como un juego para que me encuentren y al fin me encuentren! Por eso me quedo en silencio, calladita…Mas no puedo contener la risa cuando me imagino encontrada...Dios! Me muero de risa!
Si, he estado risueña. En estos días he escuchado que me decían, esos piropos tontos que reciclan los hombres, de: “Me gustan tus labios, pero me agrada mas tu sonrisa” Y yo no he podido contenerme, ante la frase tan cursi, tan tonta e inesperada. Es que estos días no he podido parar de reír y cada evento se ha concatenado con el otro para que yo esté riendo como una loca. Loquita me ha dicho alguien, mientras jugábamos a hablar de nada y eso me inspiró mas risa, es una risa tierna, no como la que uso cuando me burlo de la gente. No esa mueca de cuando digo algo y espero el contragolpe. La de hoy ha sido risa tonta. Mi ánimo es tonto hoy.
Ay! Cualquiera diría que ando feliz, a lo mejor si. No sé. Estoy en mi semana de estar en celo. Es una joda, me da risa pasar por estas etapas, estar tan eufóricamente sexual que todo me parece digno de ser amado, contemplado, lamido y experimentado. A veces, si lo reflexiono mucho me siento una bitch por pensar esas cosas, pero no pues! No es justo sentirme mal por ser brutalmente estrogénica! Hoy solo me da risa estar nuevamente húmeda sin razón aparente y desear ser devorada, arrasada, mordida, tomada.
Es casi como un juego tonto. El sexo es a veces un juego tonto e inútil, que no está hecho para dar placer a la penetración, sino placer por ese devaneo de los músculos laxos, de la boca abierta, de los dedos crispados arañando la burbuja invisible que nos separa del mundo. Hacer el amor…que bueno, es demasiado bueno…Extraño hacer el amor, me hallo a una dieta obligada de lectura y escritura, sin hombres ni amor de por medio… para volver a hallar el equilibrio nuevamente. Como si me tuviera que cuidar de enamorarme, de sentir, de hacer el amor a gritos cuando necesito hacerlo. Entregarme! Como si no hacerlo me salvara de mi misma...
Pero yo estoy en abstinencia, por eso no salgo a la calle. Cuando estoy así, me guardo en casa, no quiero ver a nadie. Prefiero estar así, inspirada escribiendo. Mas ¡pobre de aquel que se cruce! cuando mi cera se derrite, mi miel se hace líquida, mis fluidos brotan cálidos y diáfanos del centro de mi alma. Pobre de aquel que se cruce. Porque pensara que yo estoy enamorada, que hablo con amor saliendo los poros. Que cuando digo Te deseo es para siempre…Y a lo mejor es cierto. ¡A lo mejor es cierto!
Pero hoy estoy risueña, ahora se que no se debe a nada externo. Debe ser una circunstancia especial que tiene a mis células alteradas, a mis órganos de fiesta, a mis sentidos alerta. Que me tiene completamente sonriente y pura. ¡Si, digo pura! ¿Por que la gente me mira raro? Ninguna mujer es tan pura como cuando quiere entregarse.
Cuando deja de ocultarse y hacer estrategia de conquista perfecta y en cambio solo ríe fácil, como se ríen las putas…no, no, como se ríen las niñas. Esa niñas que son brote de mujer y se ríen sin malicia. Contigo y de ti. Una risa que no es para provocar, es solo risa!
En cambio las putas se venden, tienen un precio para reírse y su mueca es triste.
Mi risa es ahora la de una niña. Con esos ojos brillantes y los labios enamorados de querer experimentar la pasión que brota en cada fibra del cuerpo, en cada hebra de cabello, que permite ser llevada de la mano, cargada a donde sea. Que me hace querer reír y amar sin resistencia. Debe ser la embriaguez del momento, de mi día completamente diáfano, de mi risa completamente pura. Y mi cuerpo totalmente laxo.
Hoy habría salido a tomar unas cervezas contigo, con las zapatillas en la mano, a caminar por al playa , a reírme y tomarme del abdomen, olvidar que la vida se me voltea, me tiene de cabeza, me hace trizas a cada instante. A reírme de mi suerte. De este año tan caótico, que empezó tan mal, joder! tan mal... haciendo el amor en la playa. Llorando para adentro. Huyendo de mi misma, llegando a casa temprano, para que no me pierda totalmente en esas espirales tan fáciles de tomar y tan difíciles de salir.
Encerrándome a escribir alucinada ante un monitor mudo. Para recuperar algo de lo que no ve la gente que me advierte solo como un par de muslos, un par de tetas, un par de ojos.
Este año que empezó tan disonante, enamorada de Cienfuegos, ilusionada, apasionada, creyendo de nuevo en el mundo. Hasta perpetrar ese crimen terrible que es para los depresivos, el querer aceptar la vida de nuevo. Bebértela entera, sentirla pasar por la garganta así sepa amarga. Tomármela entera como una medicina que me devuelva al mundo. Y luego esos meses de estudiar idiomas, de hacer deporte, de escribir a extraños, de estar en la playa, de crear historias que no termino nunca. De creerme enamorada por segunda vez, pero ésta vez de un tipo sin rostro una imitación feliz de un Eduardo Glez que aun no nacía entero para el Cuento Sucio. Me enamoré del tipo, dos días y una noche. El resto es una mala historia.
Solo por esa charla frente al mar a mitad de una noche sin estrellas le perdono todo el mal recuerdo. Todo lo que vino luego. Me quedo solo con esa punta de la caracola. Esa caracola que cuando acerco a mi oído, me dice que el mar está a la mitad del desierto si cierro los ojos y confió lo suficiente en los fantasmas marinos de seres inexistentes.
Y luego la depresión de nuevo, meses nadando para no ahogarme de nuevo en la maldita depresión de ser tan buena chica y ahora ya no ser nada. De ser una médico con futuro y de pronto ya no ser nada. ¡Nada! ¡Que depresión por Dios! Si no tuviera todos esos disfraces de cara bonita, de sonrisa ancha, mis viejos se hubieran dado cuenta. A lo mejor lo supieron, a lo mejor por eso no dijeron nada cuando dije que me iba a México con el Innombrable y ¡bah! una nueva recaída, en el amor que no es amor y sigue siendo. ¡Mierda! Como duele enamorarse!
Y luego toda esa gente enviando correos, poemas, promesas. Luego toda esa gente , una multitud en la que yo no reconocía a nadie y de pronto. Perdida otra vez. Perdida y llevada a rastras a quien sabe donde por esa multitud de gente que dice gustar de lo que escribo, gustar de lo que soy...gustar de lo que ven…¡como si supieran quien soy!
Y perder a Cienfuegos, otra vez y para siempre, cuando pensé que jamás nos dejaríamos del todo, sin saber a donde fue, dejándome con la impresión que solo fue un hechizo de mi mente devastada. ¡Que dolor! Horrible dolor, perderlo nuevamente. Ese Adiós lacónico, ese orgullo marchito. Lo dejé ir y me quedé sola. Porque esta vez ya no tenía la fuerza para insistir en lo que no existe. Una delusión solamente.
Y llegó Julio, fiestas patrias y de nuevo ilusionarme, de nuevo creer, enamorarme sin amor, pero enamorarme. Leer mientras él toma fotos, dormir mientras el se bañaba, soñar mientras él se dormía y verlo convertirse en mejor persona. Verlo sonreír, dejarlo libre. Que buen tipo es él. Si se le hubiera ocurrido enamorarse de alguien como yo, a lo mejor hubiera resultado. Estaba en un momento en que quería dar todo de mi, cambiar, dejar de estar sola. Pero ¡la maldita química! Eso hizo que no funcionara, ya parece mi vida una broma de humor negro.
Oh! My Cat! voy casi dos páginas y escribo embriagada de la honestidad brutal que me echa en cara Diego y El clavo y toda la gente blogger que de pronto y trato mal por solamente ese humor martillo que tengo yo. Ese humor de vendetta que uso a veces.
Ay! Debería ser siempre dulce como cuando ronroneo en la cama. Pero él, mi bufaloso amigo ahora, sabe que yo NO soy tan dura, ni tan ácida, ni tan loca. El sabe que yo no soy Hammer, solo soy YO.
Llevo mil líneas!!! Dios!!!! Que importa! Se que nadie lo leerá , porque es taaaaaan largo, tan estúpido, tan carente de belleza, de ritmo, de métrica, que es insulto para la gente que busca en mi algo de poesía. Y a la vez tan falto de cochinadita, de sexo, de frivolidad, que es un fraude para la gente que viene aquí buscando leer solo cosas Light, cortitas y fáciles de comentar.
Seguro el único que llegó a esta línea es Junio, ¡el insoportable y adorable Junio! que no me deja comentar en venganza. Tan parecido a mi, como diferente. Un día le cambio mi vida de descalabro por la suya. Cambiamos papeles y hago que me paguen por escribir, en vez de pagar esta cuota de felicidad a blogger por poder hacerlo. Por eso un día le acepto esas cervezas que dice trajo de Berlín y nos vamos a reírnos a alguna playa inexistente, de esta proeza que es seguir viva y reír a mitad de toda desgracia.
Reír y hacer el amor con el teclado, creer que cada palabra me humedece, me limpia, me aferra a ese amor por la gente sin rostro, esos seres que ni conozco. Mis otros demonios. Mi yo paseando en las calles vacías de Lima la ciudad caótica y de todas las demás. Todas las que camino y en donde siempre soy foránea. Siempre Laura La Extraña.
Voilá. Terminé.