viernes, septiembre 26, 2008

Esa mañana salió sol en la ciudad mas triste del mundo, la gente se desperezó de su largo disfraz taciturno, hicieron muecas extrañas, caminaron ligero y en un santiamén se prepararon para recibir una estación entera de sol y brotes en los árboles. Allá afuera alguien reía diabólicamente de nosotros, era tan fácil hacernos felices bstaba un rayito de sol en el cielo, para volvernos crédulos.

2 comentarios:

Juan Carlos Huaraj Acuña dijo...

Y que más da querida Jamer? La tierra sin esperanza es eso. En el infierno hay un letrero enorme que dice: BIENVENIDOS, EL QUE ENTRA FAVOR DE DEJAR EN LA PUERTA LA ESPERANZA, GRACIAS. Y es allí en donde encontramos arenas incoloras, mares insípidos y rayos de sol que no calientan. Caemos, cuántas veces; lloramos, muchas de ellas sin aparente consuelo; desolación a la puerta de la tristeza... Y qué más da querida Jamer? No nos queda otra sino levantarnos, a mirar el cielo, a buscar el rayo que caliente, la brisa que refresca... la Lima que sonrie cuando tu sonries. Y si nos "cuadran" en la siguiente esquina... qué más da querida Laura??

Yo era un tipo, relativamente bueno... el que tenga oídos para oir que oiga. Viva la subida del pollo!! Sembremos hortalizas en los techos!! Viva Keiko!! Ollanta no es naif!! jajajaja

Pd. Me quito a Valencia dentro de poco... Un abrazo a la distancia de amigo, si es así como me consideras, y si no fuera así, qué más da?? :)

Laura Martillo dijo...

Entonces, un abrazo a la distancia

;)

Otoño en Lima

Es lo primero que escribo luego de una larga temporada. No era mi intención hacerlo, pero el café y este cielo nublado son malos consejeros....