viernes, octubre 21, 2011

En el boulevard

Le veo mirarme y me pregunto si será buena idea escribir de nuevo. La cerveza se entibia en el alto vaso que funciona de prisma para filtrar los colores de la tarde y mis dedos cogen un poco de la espuma llevándosela a la boca en el mohín caprichoso que adivino el recordara luego.


Son tan pocas las ocasiones en que me atrevo a ser yo de nuevo que tener un testigo a veces no conviene. ¿Qué haces?- pregunta curioso, mientras yo garabateo cosas en mi mente, la mirada fija en el final de la calle. ¿Hacer?- sonrío, cautelosa. Siento que me ha pillado volando bajo, que ha leído lo que aun no escribo, que pronto hará mas preguntas que no sabré como contestarle.

¿A qué te dedicas?- Agrega, mientras retira el plato vacio. No es inusual que me tutee, si al cabo siempre paso por aquí y pido lo mismo, si me siento y bebo lentamente viendo de vez en cuando el reloj, como si esperara a alguien acaso para no pensar en nada, acaso para no llamar la atención de nadie.

Pienso tantas respuestas, pero he perdido la costumbre de mentir y le digo que escribo. Luego me arrepiento, puesto que siempre preguntan ¿de que escribo, por que escribo o a quien escribo? El me huele la mentira y me dice, Yo también lo hago, con cierto aire petulante que no le había detectado antes, con la barbilla altiva, su mandil impecable, el cabello recortado, el arete brillando en la oreja izquierda.

¿Así?- le digo incrédula y mis ojos se levantan por encima de las gafas. No sé porque me pongo a la defensiva, como si el chico me acabara de golpear a traición con esa frase. Se burla de mí, estoy segura. Apuro el vaso de cerveza en mi garganta cuando él se lanza a contarme su historia, creyendo que de verdad me importa o quizá intuyendo que cada vez que llego a su mesa a mi me sobra el tiempo para oír esas historias.

Una historia que robaré, estoy segura. Su vida ya no será la misma, pienso, ni su nombre, ni su cara. Cada palabra que surge de su boca cobra importancia para mi ahora, me ha atrapado, porque él me habla y yo escribo sobre él, lo ubico en otro plano, lo hago actuar para mi, cobra la vida que no tiene abandonado en ese destino feo de servir platos a los turistas despistados.

Te invito una copa más tarde, como a las diez al salir del trabajo- me dice.

No sabe en lo que se mete, pienso, pero llego a dudar si no seré yo la que ha sido atrapada porque comienza a preguntar cosas pequeñas que yo respondo con frases honestas que no puedo evitar ¿El escribirá sobre mí ahora? ¿Seré yo su personaje raro? El sol cae tibio sobre el blanco tapasol, entibia mi piel y hace visibles las huellas que dejan mis dedos en el vaso vacio. Hay tantos como él, reflexiono mientras me niego a su propuesta. No necesito un solitario mas acompañando mi paso- me repito herida.

Lo prefiero así, inventado, limpiando mi labial del borde de los vasos, escribiendo sin gracia poemas que no enviará. No tengo el valor para una charla completa sobre su vida o la mía, le confieso sonriendo tristemente. Por lo menos esta noche no.

¿Algún otro día?- Me miente guiñando un ojo coquetamente. Si, cualquier otro día- le miento yo.

4 comentarios:

Ray Kawabata dijo...

Uff, suena como algo que en realidad da un poco de miedo, juntarse y atacar el lado más vulnerable desde el principio, conversar sobre las cosas más personales y que más atemorizan quizás, podrías soportarlo? podría él?
Quizás lo odiarías demasiado rápido?
¿Cómo estás?

Laura Martillo dijo...

Yo pienso que si, que lo odiaria demasiado rapido, que perderia ala unica persona que me genera curiosidad en los últimos tiempos.

tengo pereza para conocer y decepcionarme de nuevas personas...o paraa que se decepcionen de lo que hablo

Yo ando bien ...Tu?

Ray Kawabata dijo...

Bien, con muchas cosas en mente.
Has escrito algún cuento?

Laura Martillo dijo...

Algunos...En realidad estoy haciendo la continuacion de varios que deje a la mitad, pero siempre me abruma el desanimo y los dejo en las primeras lineas...a veces pienso que son tan malos que nadie los quiere leer

Te los enviare al inbox! jaaaaaaaaaa

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Es lo primero que escribo luego de una larga temporada. No era mi intención hacerlo, pero el café y este cielo nublado son malos consejeros....