viernes, noviembre 05, 2010

De Sueños a la medianoche

A veces sueño y eso es todo. Es el todo que hace que pueda sobrevivir a todas mis pesadillas, a mi vida diaria, a los grilletes que me aferran a lo cotidiano, a lo brutal de mi día a día.
A veces sueño y es suficiente para creer que existo y que las cosas que amo existen.

Hoy es la noche que arrastra blanca millones de estrellas, despierto a la medianoche para contemplarlas y no están. Mi cielo real no es azul, sino lleno de nubes grises en donde se tropiezan las alas de los ángeles. Junto a la ventana mi dedo dibuja mi nombre en la humedad que ha dejado mi aliento y cierro los ojos recordando mi último episodio de felicidad.

Se hunde mi mente en la nebulosa tranquilidad de una sonrisa, de un roce de dedos y busco dormir con eso. Dormirme en esa idea y poder soñar. Porque la vida real es tan roma y aburrida que pierdo la esperanza de la búsqueda y el encuentro y me concentro más en añorar. A veces recuerdos, o tan sólo los recuerdos de los sueños. Mis personas inventadas, los que no fueron, que jamás fueron realmente.

Escucho música mientras algo en mí quisiera que entraras por aquella puerta y me pidieras que deje de soñar, que la vida es ahora, que salgamos a caminar. Pero esa imagen como otras tantas es un sueño, una invención para pasar la hora, mientras alrededor el mundo real se va destruyendo en parches, como un tejido necrótico e inservible.

Me abraza esta sensación como yo abrazo a tus sueños, a cualquiera que estos sean incluso si no me incluyen, porque he aprendido que el amor jamás camina en tu misma vereda y menos en tu misma dirección. Por eso sueño, con las vueltas de camino, con el cruce de calles tormentosas. Con que un día oigas la misma canción que yo y sepas que alguien sueña contigo, incluso si no estás seguro que esa persona exista.

3 comentarios:

Sarah dijo...

Hasta las olas solitarias se encuentran tarde o temprano en sus vaivenes, unidas por la marea. De seguro sueñan con eso también.

Anónimo dijo...

Me encantan tus ideas: "un lugar donde el tiempo no transcurre"...

Laura Martillo dijo...

Preferiria que firmaras

Otoño en Lima

Es lo primero que escribo luego de una larga temporada. No era mi intención hacerlo, pero el café y este cielo nublado son malos consejeros....