jueves, mayo 31, 2012

Post # 4 : La Pereza

...Y de todas las madrugadas que pasamos juntos hablando de mil cosas necias, conociéndonos, intercambiando ya sea una  memoria o un chiste, de todas esas, nunca como hoy lo sentí tan lejos y tan diferente a lo que yo represento. A quien soy …a mis deseos de ser o haber querido.

Es cierto, quizá todo lo vivido sea un espejismo, una ilusión que se ha desbaratado en mi cabeza, una torpeza de apreciaciones, una confusión de palabras, de símbolos, de emociones; sin embargo...Cuántas ganas me han dado de preguntarle  ¿Cómo le va? Aunque sepa de antemano la respuesta…como si se tratara de hablar del clima o algo parecido

....Como he querido preguntarle y hacerle reír aunque sea un poco, aunque sea para probar si aun somos los mismos, si es que yo puedo sonreír delante suyo a pesar de todo lo sentido... Pero todo eso, las preguntas elaboradas y las elaboradas respuestas han pasado a ser de un dia al siguiente, solo ejercicios torpes, escaramuzas inútiles de lo que ya no será. Nunca más.

¡Qué pereza! Si...que pereza reiniciar todo preguntando
¿Cómo estas? ¿Cómo te va? 
Debe ser la misma pereza de la que el solía hablar, esa sensación que ha hecho que yo también me vaya de su vida, pronto y sin retorno. Esa pereza que se traduce en todos sus actos, en conservar una amistad o en conservarme a mí su lado. ¿Después de todo quien era yo? Un espectro hablándole a través de un espejo. Nadie.

¡Qué fatalidad! Saberse objeto de la pereza de los otros. ¿Quién podría quedarse a contemplar cómo lo van dejando solo? En pequeños actos simbólicos, sin discursos, dejando solo simplemente. A empollar sentimientos a solas mientras los otros siguen tomando valor para elaborar un buen discurso de despedida. Una honrosa despedida,   un "no gracias, hoy no estamos interesados" o un "vuelva mañana  con mas suerte"

¡Pereza!  tremenda pereza retomar el hilo de las conversaciones. Intentar volver a poner las cosas en su lugar y que se vean como antes…Antes que se rompan, si. Retomar la confianza, no sentir vergüenza de haberlo mostrado todo y tener que volver a ocultarlo, como si fuera malo. Un pecado, una ofensa el haberse sentido por un breve momento de una breve vida,  jodidamente enamorado...

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Es lo primero que escribo luego de una larga temporada. No era mi intención hacerlo, pero el café y este cielo nublado son malos consejeros....