martes, noviembre 25, 2008

Tengo 8 minutos.
8 minutos para escribir una respuesta, una carta o el final de un cuento q ya lleva 8 semanas ahi metido en las ranuras de mi mente.

En cosas como escribir o hacer dibujitos, nucna me pongo plazos, tiempos, límites de horas...pero ahora...no sé, a lo mejor temo extenderme, decir alguna tontera, ponerme algo sensible.

Hay días como estos, esos días de los profundos cambios de ánimo, de las añoranzas o de la risa sin causa. Aun me molesta estar a mitad de una carcajada y ser sorprendida por un pensamiento triste, una evocación al pasado, una foto mental de lo que nunca sucedió.

Es increíble que el pasado se componga mas de imágenes de lo que una quiso creer que de lo que realmente sucedió. Extraño es mirar atrá y no distinguir el límite entre la realidad y la ficción. A veces despierto con la certeza de que me han amado desesperadamente, otras veces me doy cuenta que solo fui yo. Que las demás personas solo tuvieron para darme el reflejo opaco de lo mucho que yo di. Es malo eso? entregarse tanto a una ilusión, que no permitas al otro dar nada más que reflejos opacos?

2 minutos.

Tengo 2 minutos, para enviar un cable a ninguna parte y esperar una respuesta que dudo si llegara. Ya no tengo certeza de nada excepto de la fuerza de los sueños, que hacen que pase por la vida viendo las calles doradas, el cielo color vainilla, las manos de mi madre con olor a hierbabuena y sentir que mi csa, esa vieja casa es el subamarino que me oculta de cualquier tempestad.

Salgo a flote y me hundo de nuevo...son estos días tan raros, previos a desangrarme y morirme de nuevo. Son estos días tan raros.

Me excedí un minuto. Creo que no dije nada.

5 comentarios:

nacho dijo...

Dijiste mucho.

Nadie nos previene de la fuerza de los sueños, nadie nos enseña a amarlos, nadie nos explica como defendernos de ellos, porque nadie es capaz de distanciarse lo suficiente como para conocerlos.

TINTA DEL CORAZON dijo...

hola doc, dicen que los sueños son como la revolución se producen en los callejones sin salida...
cariños

Laura Martillo dijo...

Nacho querido, he releído tus palabras y hasta me parece que lo dices está lleno de sabiduría

Un abrazo desde mis sueños mas ingenuos.









Carlos: Como siempre apuntando en el blanco.
Yo también te envío muchos, muchos cariños.

Cookie Munzter dijo...

no tiene caso medir el tiempo en ningun momento, ni predecir el futuro, ni estresarse por llegar tarde o no terminar o terminar muy rapido.

Es que, Einstein tenía razón, es relativo

Jol dijo...

¡Uy! La ciencia. Acá no va, ah.

Martillera, nada más creo que el tiempo no solo se mide solo con el reloj, ni en horas, ni en minutos, segundos y otras maneras que hayamos aprendido a crear o usar. Se puede medir con palabras, signos, con decir que no digo nada.

Sin embargo, es más probable que no podamos medir el tiempo sin decir soñé que estuve midiendo el tiempo. Con honestidad, sin recurrir a otras inversiones, no podemos por nosotros mismos saber cuánto tiempo duró el sueño porque no existieron el reloj, minutos y segundos.

¡Así que eso! Y es también curioso aceptar que hay algunas imágenes en nuestros recuerdos que jamás ocurrieron. Que tal vez las soñaremos ayer: en los sueños quién te asegura que hoy no es mañana.

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