lunes, septiembre 08, 2008

Memoria

Sucedió lo que tanto había temido: Estoy perdiendo la memoria.

Siempre pensé que el infierno en la tierra debía ser comenzar a olvidar als cosas que nos hicieron felices, las personas, los nombres, las claves de correo, la línea que seguía a otra en un poema, la dirección de nuestra propia casa.

Sin poder evitarlo lloraba ante los comerciales sobre la liga de Alzheimer. Casi me deshidrato de llanto al ver esa película...fuck! cómo se llama? ...Bueno a eso me refiero. Ya no recuerdo nada.

En la infancia solía jactarme de tener una memoria envidiable, recordadno, fechas, palabras, nombres de cualquier novela que hubiera leído. Supongo que era atribuible al interés que ponía en leer dichos libros, por eso no olvidaba ni siquiera la ubicación de una u otra palabra en un texto. Me sentía orgullosa, ningún esfuerzo para estudiar, ningún esfuerzo para nada.


En medicina tienes que leer bastante, que duda cabe, no solo leer, memorizar datos, cifras, fechas, para que todo cobre sentido. Igual que en matemáticas, que para hacer todos los cálculos has debido saber la tabla de multiplicar, si en medicina no sabes un par de cientos de conceptos básicos, mejor ni intentes hacer hipótesis ni conclusiones.

El hecho es que cada vez me cuesta mas recordar cosas que antes eran simples. O recordar el día del mes en que estamos, o simplemente pagar mis deudas.

Todos estos eventos inocuos no me quitaban el sueño, hasta que comencé a olvidar títulos, eventos, autores y todo se empezó a mezclar como una sola anécdota en mi mente.

Si alguien me decía sobre un libro o tal otro, yo no sabía si en realidad lo había leído. Admito que pueda olvidar cosas médicas ¡pero olvidar novelas que he leído y me han enamorado! eso era un desastre! En qué me estaba convirtiendo?

Lo último que pudo suceder fue haberme pasado la noche investigando sobre un tema en especial por internet y al día siguiente corretear al doctor, para decirle las conclusiones de mi exhaustiva búsqueda y de pronto zas! quedarme con la mente en blanco.
Ni para atrás ni para adelante, porcentajes, relaciones, todo se había borrado de mi mente, incluso enfermedades relacionadas, todo! Ni siquiera una palabra vaga como para florear al respecto...Me sentía una estúpida, el doctor mirándome en espera de mi discurso y yo frente a él, sin recordar porqué lo había detenido a mitad del camino.

No, no estoy enamorada. Simplemente, mi disco duro empieza a estar obsoleto. Me he vuelto un millón de veces mas lenta para recordar cosas triviales. Fatiga mental? o el camino al averno? no espero vivir un millón de años, pero odiaría despertar una mañana y olvidar para que vine a este mundo. Olvidar la continuación de un cuento, olvidar a quien amé, en qué lugar fui mas feliz que nunca. De quienes debo cuidarme, que calle me lleva a casa. O mis olores preferidos, la música que ha acompañado mis momentos mas solitarios. Tal vez habría un montón de gente para recordármelo, gente en comun...Pero y mi intimidad? Esas cosas que solo yo se? Mis pequeñas diabluras para hacer de este lugar un sitio habitable? ¿Quién me recordaría a mi misma?

Es una promesa de tragedia ...

Olvidarlo todo, como si de pronto ups! Yo jamás hubiera existido.

2 comentarios:

George dijo...

ohhhhh... otra vez en mis pensamientos, o no??... no lo sé, no lo recuerdo...

suele pasar... espero que no empeore con la edad...

Edem dijo...

Quizás el problema es que te esfuerzas demasiado, Laura. Y, aunque algunas veces pensamos que somos nuestros propios Dioses, tambien debemos recordar que somos mortales, que tenemos un limite.

Lo se, lo se, la medicina es constancia y no hay posibilidad de fallo, pero creo que te esfuerzas demasiado, o que eres dura contigo misma.

Y tambien se que la medicina es renovarse a cada rato. Si supieras la cantidad de libros que tengo en casa de mi padre... anatomia, fisiologia, etica... y nunca eran suficientes. El decia que "la constancia es algo que los medicos no podemos permitirnos no tener", o algo asi. Que se lo habia enseñado Gregorio Marañon en persona.

Y luego el trato... te esfuerzas tambien en ello, pienso yo. Es algo que aqui, lamentablemente se ha perdido. Si, no dudo que los medicos españoles sepan usar los mejores programas de ordenador, o que tengan buenas notas, pero les falta ese trato humano que alli prodigais tanto.

En cuanto a quien eres y tu memoria, yo creo que eres lo que hacen tus actos, reconocidos o no, y lo que queda de ti tras ellos. Es lo que pensaban los romanos, por ejemplo, que perdurarian a traves de lo que habian echo en este mundo, a traves del recuerdo de sus acciones en la historia.

Piensalo, y verás que, a ti, no se te puede olvidar tan facil, Laura, que te recordaran durante mucho tiempo.

Un saludo de Edem.

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