sábado, septiembre 06, 2008

¿Qué haces cuando los personajes se esconden y no pueden salir a escena? ¿cuándo no hay nadie que susurre una historia a tu oído? Supongo que en ese momento una se queda a solas y escribe de si misma.

Es cierto, he estado triste, algunas cosas han salido mal. Aplazar historias, aplazar viajes, dilatar esperas. Lo de siempre.

Y mi amigo el teclado esperando por mi, mientras yo espero cartas que no llegarán. Invitaciones a ninguna parte, charlas inocuas acerca de centauros y seres varios. Conversaciones con seres irreales.

No puedo escribir mi carta, hasta que reciba respuesta primero, que joda, esperar...esperar y confiar, ¿qué más me queda? a veces solo se necesita un buen interlocutor para seguir hablando y elucubrando y creando... pero en los intermedios entre una frase y otra, solo queda seguir esperando.

Hubieron dos cosas deplorables en esta semana. Que en el hospital me nieguen agua para tomar una pastilla (¿qué diablos les pasa a las reposteras, tan mal andamos?) y que hoy me hayan negado mi café de la felicidad, porque ya era demasiado tarde y la máquina no funcionaba...

Me acuesto con un helado delicioso de 3 bolas de colores puesto junto a mi cama y sonrío... Click!Una imagen de final feliz para una semana fatigante. Me tomo una foto así y se la mando por correo a mi madre. Mientras, por dentro voy pensando que detesto el helado cuando me obligan a tomarlo porque no hay café disponible...mientras, voy pensando que en apariencia una luce feliz y perfecta, pero la verdad es que solo ha tomado de la vida la segunda opción en todo.

Lo sé, deprimente. Es sábado a la noche y tengo migraña. C´est tout.

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La Cita

  Su voz es del color del sol, se ha acercado  con paso seguro  sin prisa a la mesa donde sorbo un te del que apenas detecto que es de frut...