domingo, noviembre 12, 2006

Forrest

Ayer me llamó Forrest, lo llamaré así, porque no se me ocurre otro nombre.
Cuando lo conocí, pensé que era una ventaja tenerlo de amigo. Que podríamos salir y no tendría que preocuparme por esos tipos que se te acercan cuando caminas o vas a una fiesta sola.

El problema es que Forrest se embriaga y desaparece de escena.
Luego llama,
llama y dice que está enamorado, que me ama, etc de tonteras a la sque prefiero no hacer caso.

El trato era no enamorarse, yo estaba clara al respecto. Forrest no me agrada, excepto para bromear y burlarme un poco. Excepto para cuando quiere que caminemos en la playa y yo quiero alejarme de casa.

Él estaba preocupado porque ese tipo de relación hiciera que yo pensara más de la cuenta, pero no. Yo no pienso ni espero más de la cuenta. Forrest, es una de las razones por las que he pensado que ya nunca podré enamorarme de un hombre, que tengo incapacidad amatoria, o ilusoria, o como quieran llamar a ese sentimiento que te hace pintar pajaritos y mariposas cuando ves a los ojos de alguien.

A mi no me agrada la gente como él. Pero me agrada menos cuando llama a media madrugada y me dice que no deja de pensar en mí. Que se atreva a decir esas cosas solo cuando está ebrio.
Que a veces lo vea andar con otras mujeres y ambos finjamos que ni nos conocemos. Que el me vea salir con otras personas y pierda el control y me atosigue de preguntas sobre si me gusta alguien más, sobre si quiero a alguien más.

A veces, esto se sale fuera de control. Y lo peor, no somos nada.

Hace algunas semanas que no cesa de llamar, a decir cualquier cosa y a reirse y quedarse callado por teléfono como si tuviera 15 años. Me enferma. Parece un maldito oligofrénico, sin saber que decir, sin la mínima dignidad cuando le digo que no deseo volver a verlo.

Lo peor de todo,
ayer por la noche, me sorprendí a mi misma pensando en Forrest.
Imaginando como sería si no fuera tan jerk.

Es detestable, parece que el juego de la insistencia resulta para algunos.
En este juego yo soy la mala de la historia.
Cuantas veces me ha tocado a mi ser la víctima. Tal vez por lástima
debería ser mas gentil con el tipo,
por un sentido de culpa idiota, para alguien que no merece nada.

Pero yo no pienso caer en eso.
No he rechazado a tanto loser,
para caer con el peor de todos, solo porque es más terco que yo.
Solo porque estoy sola y no tengo a nadie más en el menú diario.

No, jamás.

Prefiero quedarme sola para siempre, que caer en las manos de Forrest.

Ese tipo no quiere a nadie. Imposible llegar a quererlo.

2 comentarios:

Ray Kawabata dijo...

¿Por qué Forrest? ¿Corre mucho?
¿De verdad es tan idiota? digo, igual salías con él, tal vez si calmara sus asuntos con el alcohol... ¿mejoraría algo?¿O sano y ebrio es igual de "jerk"?
Sólo preguntillas curiosillas.

Oscar dijo...

uy...
cuidado.
Dicen que:
"el que la sigue
la consigue"
Saludos.

Otoño en Lima

Es lo primero que escribo luego de una larga temporada. No era mi intención hacerlo, pero el café y este cielo nublado son malos consejeros....