jueves, diciembre 21, 2006


Y tu voz que me ronda, que pone fresca mi piel,
Que susurra deseos
Que trato tontamente de contener.
Y tu voz que canta, aunque no diga nada.

Te acercas a mi entre la gente,
Me tocas con tu aliento de vainilla,
Despiertas en mi,
Amores que creí olvidados,
Me llamas entonces a resucitar,
A ponerme en pie,
E ir detrás de ti.

Veo en medio de la gente
Tu mirada que lo aclara todo,
Que hace cristalina la lluvia que era gris,
Verde la hierba que moría,
Que me hace sentir,
Sin fantasmas en la voz.

Corro hacia ti, me detengo cuando estoy cerca
Pero tu no me ves,
Sigues caminando insensible
Ante mi cuerpo que tirita,
Mis manos que se humedecen,
Mi lengua que se seca.

Tu te muestras insensible y yo muero,
De a poquitos y en silencio,
Como un ser invisible,
Al que te niegas a mirar
En ese, tu juego absurdo.

Desaparezco y soy engullido,
Por esa multitud de gente
Que sigue en movimiento,
Mientras yo me quedo quieto,
Inmóvil, hechizado…

Esperando otro susurro tuyo
Que gire sobre mi cuerpo,
y me haga despertar
y salir de mi corteza de cemento,
para ver como la noche se aclara,
la lluvia es cristalina,
la hierba se vuelve verde,
cuando tu pasas cerca mío,
susurrando directo a mi deseo.

10 comentarios:

Edem dijo...

Amor, deseo, pasion... todo en uno. Me encanta, Preciosa...
Es curioso... es un momento esperado, pero tambien odiado si no es correspondido, verdad?. Los humanos somos unos seres bastante contradictorios. Sobre todo para estos temas.
En fin, eso es lo hermoso de ser humano, no?.
Con cariño... Enrique.

Jol dijo...

La lluvia deja ser turbia y la hierba cobra su matiz verde vivo de nuevo. Estas dos figuras juegan en favor de aquel susurro que al individuo del poema devuelven la vida y la rescatan del gentío en donde desparece sin esa voz melodíosa, pese a que existe en invisibilidad. Sin embargo, esta es una posibilidad que no se llega a resolver en el desarollo de los demás versos. A medida que las estrofas se rinden ante los ojos del lector, o el lector se rinde ante los versos, este puede encontrar una belleza nívea en la voz que circunda algunas de la sensaciones ya mencionadas. ¿Podrás, Hammer, ponerle algún título a, al parecer, este poema? O ¿esperarás que el título se devenga en el abordaje de los versos y el parecer del lector? No sé, pues, Laura. Espero que nada más consideres estas dudas. No involucres ninguna prepocupación por resolvervemelas. Resuelvelas sola. Otra vez guardo silencio y aguardo tu silencio en la música de tus versos...

Laura Martillo dijo...

Me hace sonreir la idea de que el comentario está mejor escrito que las estrofas en mención.

De hecho creo que no merece tener título alguno.

George dijo...

extraño poema, o verso o palabras.

Unknown dijo...

Y así es la vida, de contradicciones entre lo que se quiere y lo que se tiene.

Me gusto,aunque lo tuve que leer varias veces.

Un abrazo navideño. que ande todo bien por allá.

Doc

Anónimo dijo...

Love the blog, hope you keep updating it - Blogs I visit seem to dissapear often :(

Yamina del Real dijo...

El deseo en su máxima expresión. Dejarlo todo no al azar, sino al imaginario.El otro ese que inventamos. El temor a que sea y al serlo no nos sea.Me gusto mucho

Mi querida ingenua, pasé a desearte que disfrutes las fiestas, ya sabes darle vuelo a los sentidos y que el próximo año te sea feliz

un abrazo muy grande

y

Laura Martillo dijo...

Querida Yreal,
una muy Feliz Navidad para ti
y un abrazo con mucha música,
letras y
buen humor.

TINTA DEL CORAZON dijo...

Y. Felices fiestas.feliz 2007 que el 2007 sea para ti un tsunami de alegrias.
gracias por tanto ,perdon por tan poco.

Salvatiere dijo...

Sera haberte leeido oyendo "Behind the wheel" (Pero el Sasha & Digweed mix), quizás el margen a la izquierda, antes no considerado opción para mis garabatos, o tal vez que, hace unos dias probe otros labios mas, aunque estos, jamas fueron tan suaves.........

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