Hoy hablare de mi
y cesaré de escribirte historias ¿Después de todo que es un blog sino una bitácora
publica?
Como te contaba
durante el café de esta tarde, he llegado a la conclusión de que para las
relaciones padezco una suerte de daltonismo que me impide diferenciar con
seguridad unos sentimientos de otros. No sé cuando cruzar o no la línea, o debo preguntar muchas veces si estoy tomando
el camino correcto. Varias veces ante el semáforo del amor – concuerdas conmigo
que suena huachafo este término- he cruzado demasiado a prisa y me han
atropellado o simplemente he vacilado tanto que nunca he llegado a conocer que
hay en la otra acera.
No todas las
mujeres son como yo- al menos eso espero, lo mío se ha adquirido a fuerza de
intentar una y otra vez cruzar la misma calle o varias calles distintas. Es más,
en este pueblo lleno de océanos y costas de idiomas diferentes, he caminado
tantos caminos buscando el por qué de las cosas, que he debido cruzar pistas,
veredas y puentes como buena testaruda, soñadora, idealista, como prefieras
llamarme, y claro, en varias ocasiones me he caído, me han
atropellado o simplemente he pasado de largo sin ver quien estaba a mi lado
para ayudarme a cruzar.
Hubo un tiempo
que como las jóvenes de mi edad, podía saber cuándo una relación iba en serio o
no. Pero ¡vamos! ¿Cuántas relaciones reúne la gente de mi edad antes de casarse
o hacer un hijo? ¿Cuántas relaciones o parejas llevan escondidas en el armario?
¿Bajo la cama? ¿Cuántas de mis amigas han ajustado las piernas meses enteros
hasta hallar el amor perfecto que les quite la culpa de entregarse a un hombre
sin el amor suficiente? Y cuando han comprobado que no, no era el príncipe encantado
han cerrado los ojos y han seguido tirando en la fe de que la función hace al órgano…Estúpidas…!Se
han enamorado del amor y ahora se inventan personas que no existen dentro de
cuerpos a los que no aman!
En el camino me he vuelto una cínica dices, y yo te respondo que quizá sea yo la ultima romántica.
Me entrego en la intimidad creyendo absolutamente que un día el
complemento perfecto para mí se me entregara por entero como yo a él; pero mientras tanto, nada de rezos y esperas inútiles.
Necesito acción…Hay que cruzar caminos, subir y bajar puentes, vencer las luces
del semáforo, aunque no sepamos con seguridad que color llevan. Así que yo soy
otra suerte de estúpida, la que piensa que su cuerpo y su sexo son
independientes de las pulsiones de su corazón o de su cabeza hiperactiva. Que podrá
actuar con la claridad de un hombre terminado el sexo, aun teniendo millones de
receptores químicos modificando su ciclo mensual, demostrándole que no, que las
mujeres vivimos ciertas vainas con un poco mas de presión social y química que
nuestros compañeros XY.
Como en la política,
en el amor existe la gente romántica teórica y existe la gente práctica llena
de acciones suicidas. Supongo que yo soy de la última especie. No de los que
esperan, sino de los que hacen camino al andar. No solo de los que creen sino de
los que se tiran del techo esperando que le salgan alas en la caída. En el amor
debo ser tan ingenuo como los que defienden las causas perdidas.
¿No es la búsqueda
del amor una causa perdida?
Debo aceptar sin
embargo, que no puedo diferenciar con certeza los sentimientos. Me termino
enamorando platónicamente de los amigos que admiro. Y ese es un sentimiento
perfecto e intangible, que de llegar a consumarse solo me sume en la desazón de
comprobar la realidad de que no será correspondido ni en la misma medida ni en
igual intensidad.
Una vez dije: Estoy
enamorada de mi porque ¿quién podría amarme mejor que yo? Pasa lo mismo
con los sentimientos sobre personas idealizadas, incluso queriéndote de la
forma en que ellos honestamente te quieren, nunca ese cariño es suficiente. Han
tenido que pasar meses para aceptarlo de forma consciente.
Si, estaba
equivocada, mis sentimientos han sido los sublimados de niña idiota que espera
en la perfección de lo intangible algo de la eternidad que no puede conseguir
en el día a día.
¿Acaso no
perduras más en el recuerdo de la persona que amas? ¿Acaso no es eso lo que
buscamos todos? Un testigo de nuestra humanidad, de la peor y de la mejor versión
de nosotros. Alguien que acepte lo que somos y que a través de su recuerdo, no desaparezcamos
del todo al momento en que nos toque desparecer…
En esa quimera
rara que es el amor y que mi corazón daltónico no puede reconocer a tiempo, es
un buen bastón el aferrarse a cosas más materiales como el sexo o la amistad a
secas.
Puedo saber cuándo
empieza y cuando termina el sexo, pues su consumación quita la ansiedad de
preguntarse si gustas o no, si te quieren o no. Se borran los puntos ciegos o
las predicciones a futuro.
Pero como toda solución
de emergencia, esta suele ser un problema en sí mismo. No hay peor veneno que
la propia medicina. ¿Acaso en el sexo no interviene el deseo? ¿Y no es el deseo
una pulsión inherente, instintiva que no responde a órdenes lógicas? ¿Acaso no
termina el deseo confundiéndose con sentimientos más nobles y altruistas como
el amor?
Yo solía
confundirme demasiadas veces. Ahora en lugar de mezclar pócimas, de amistad,
deseo, sexo, sentimientos…trato de no mezclar nada, pues mi fórmula siempre será
incorrecta.
Me declaro
incapaz de iniciar nada y con ceguera
electiva para las relaciones.
Me resulta
agradable tener amigos, o hallar por el contrario alguien que terminado el sexo
conmigo, espere casi con el mismo ardor que yo a que se repita. Me gustan los
hombres que pueden desearme, no con un deseo ficticio por un personaje, sino
desearme con ojos y manos, física y primitivamente. Puedo saber que es cada una de esas
sensaciones: Amistad o Sexo y si se dan en personas distintas disfrutarlas plenamente…pero
¿mezclarlas en una sola?
¿Confundir todo
de nuevo? ¿Y morir atropellada por una confusión de colores y sensaciones que
no puedo manejar? No, ya no. Me aterra saber que soy analfabeta en ese tipo de
lecturas… Seguiré caminando cada vía sin mapa de respaldo, cruzando los semáforos
sin saber qué color marquen. Un día tal vez cruce a tiempo hasta la otra
calzada ¿Quién sabe? La verdad no es algo que pueda esperar con fe.