Vamos a hablar. Porque estos días se vienen fríos sin llegar a serlo totalmente y a veces me aburro de estos días que no son uno ni lo otro. Igual que con las personas, es que ya sabes yo tengo problemas de radicalidad. Ya me lo han dicho mis viejos, mis amigos, mis intentos de novio, que a veces soy demasiado radical con las cosas. Los más poéticos hablan de apasionamiento. Pero a las finales es lo mismo. Una vez alguien me pasó una definición astrológica de mi yo, según la cual, yo podría ser el mas castigador de los miembros eclesiásticos o el ser mas dado a los placeres carnales. O sea, que podía ser cura de la santa inquisición o bailarina en el Moulin Rouge…Por suerte nací en una época de comodidad de creencias, en que ser ateo es casi una moda aplaudible y la exploración del placer femenino, no es un pecado digno de la hoguera.
Pero puede ser que tengan razón todos los quirománticos, amigos, ex amigos, proyecto de novios y demás seres que se han topado conmigo para bien o para mal. “llevas las cosas a extremos"- me suelen decir…yo pienso que si de verdad las llevara, ya habría sido condenada a cadena perpetua o elevada a mártir. Por suerte, tengo los genes tímidos de mi madre y la indiferencia ante los hechos sociales que tiñe a toda mi generación y no hago gran cosa, excepto estar al margen de todo lo que sea política, aunque no pueda lograrlo del todo. Intento estar informada claro, pero a veces temo ser de la gran mayoría que lee sin entender y opina solo con la mitad de la verdad sobre la mesa. Eso último me genera una gran desazón, porque sabrás que yo he chocado con gente capaz de matar mas gente por ignorar la otra mitad de la verdad y generalizar conocimientos empíricamente obtenidos.
A veces temo opinar, por no decir alguna bobada. Otras veces me dicen que estoy con el martillo listo. No sé, a veces me creo lo que me dicen, tanto que durante un tiempo sentí que era tan, pero tan mala persona, que no merecía el cariño ni el entendimiento de nadie. Pero ya ves las cosas cambian, en un solo click. Es increíble como puedes toparte con personas que aparentemente tienen todas las virtudes señaladas en el catálogo para el hombre perfecto y que simplemente no surja esa química necesaria, para querer mas que una relación amical lejana, de esas en que comentas sobre el clima, dices “pobrecito”, mandas saludos a sus familiares enfermos y luego te olvidas un año entero de ellos, a no ser que te lleguen invitaciones a su velorio por alguna dolencia desconocida.
La verdad, yo siempre me sentí culpable de ese tipo de relaciones. Creía que jamás podría tener a alguien que se quedara conmigo porque simplemente así lo deseara. A veces extraño trabajar o la vida universitaria, en donde no escoges los amigos, sino que te los impone la circunstancia ya sea geográfica o social del momento. Cuando estás lejos de esos círculos que te impone el mal llamado sistema, puedes elegir ...y ¡vaya que eso si es una buena mierda quita-felicidad! El libre albedrío me insta a elegir solo a los amigos que quiero cerca de mí, aunque vivan a millas de distancia, aunque su circunstancia sentimental no esté del todo definida o aunque sus rostros no sean del agrado a mis otras “amistades”. Si tuviera que elegir a mis amigos, me quedaría sola. Los criterios de elección amical son bastante complejos y podrían llevar a una persona a elegir la mas completa soledad, antes de terminar en una orgía de sonrisas falsas o de gente que no entiende que carajo dijiste, porque lo dijiste, o si estás sufriendo mientras te ríes o riendo mientras escribes cosas en apariencia desagradables.
Pero te hablaba de la radicalidad de mi carácter, de que intento no tropezar dos veces con la misma piedra aunque eso requiera paseos interminables para rodearla y no sufrir dos veces con la misma persona. Los seres no cambian según nuestra voluntad y lo peor, tampoco cambian según su propia voluntad. Hay rasgos en el carácter de la gente que muy a pesar nuestro, no cambiarán con todo el amor y la ternura del mundo.
Bueno, yo pensaba que era mi culpa. Que yo era el problema, no sé , de esa falta de química. ¿Demasiado exigente? ¿Demasiado caprichosa? ¿Debo culpar a mis padres de amarme tanto, de darme todo lo que estuvo a su alcance? ¿De hacerme creer que uno debe luchar por aquellas cosas que cree merecer con uñas y dientes, antes de conformarse con la mitad del amor, la mitad de un hombre, la mitad de todo? Mala estrategia esa. Si fuera un poco menos radical, aplicaría bien mis objetivos, me hubiera conformado con “una mitad de todo” a mi tiempo, hasta que las cosas salieran como quisiera. A avanzar la mitad , lentamente, con paciencia, hasta que todo saliera como quiero y luego aguantar el peso de ser feliz. Pero debo admitir, que de todas las virtudes que carezco, es la paciencia, la que mas envidio.
Con un poco de paciencia, podría lograr muchas cosas, pero no. Tiendo a deprimirme, a frustrarme rápido. Tal vez porque estaba acostumbrada a que siempre las cosas me salieran bien a la primera y no hubiera golpe de por medio. ¿Debo culpar a mi buena suerte? ¿A que mis habilidades eran mejores al inicio de mi vida que ahora? ¿A que las exigencias de infante eran menores que en la edad adulta? ¿A que la felicidad de los niños se limita a montar bien una bicicleta, a dar bien un examen de matemáticas a saber dibujar mejor que sus compañeros?
¿Y si me hubieran puesto en la mitad de mi vida a alguien que dibujara como Cienfuegos o a alguien con CI mayor que el mío, solo por ese capricho de la vida de retarnos cuando empezamos, para ver si aguantamos y nos hacemos mejores o si simplemente nos frustramos y vivimos el resto de la vida lamiéndonos las heridas?
Yo pensé que era mi culpa, ya te lo dije, el que la gente que eligiera como dueña de mis afectos siempre me diera en el traste. Yo me resignaba a esa idea y comenzaba a dar la razón a Hobbes sobre la idea de que el hombre es malo en esencia. Que el conocimiento no aplaca casi en nada su naturaleza destructora y mas bien la acrecienta, la perfila. Tanto así que el hombre mas malo será aquel, que mejor te trate antes de darte la estocada final. El ardid de la mujer debería ser entonces, saber como acercarse y separarse pronto sin que llegue a sentir daño.
Pero puede ser que tengan razón todos los quirománticos, amigos, ex amigos, proyecto de novios y demás seres que se han topado conmigo para bien o para mal. “llevas las cosas a extremos"- me suelen decir…yo pienso que si de verdad las llevara, ya habría sido condenada a cadena perpetua o elevada a mártir. Por suerte, tengo los genes tímidos de mi madre y la indiferencia ante los hechos sociales que tiñe a toda mi generación y no hago gran cosa, excepto estar al margen de todo lo que sea política, aunque no pueda lograrlo del todo. Intento estar informada claro, pero a veces temo ser de la gran mayoría que lee sin entender y opina solo con la mitad de la verdad sobre la mesa. Eso último me genera una gran desazón, porque sabrás que yo he chocado con gente capaz de matar mas gente por ignorar la otra mitad de la verdad y generalizar conocimientos empíricamente obtenidos.
A veces temo opinar, por no decir alguna bobada. Otras veces me dicen que estoy con el martillo listo. No sé, a veces me creo lo que me dicen, tanto que durante un tiempo sentí que era tan, pero tan mala persona, que no merecía el cariño ni el entendimiento de nadie. Pero ya ves las cosas cambian, en un solo click. Es increíble como puedes toparte con personas que aparentemente tienen todas las virtudes señaladas en el catálogo para el hombre perfecto y que simplemente no surja esa química necesaria, para querer mas que una relación amical lejana, de esas en que comentas sobre el clima, dices “pobrecito”, mandas saludos a sus familiares enfermos y luego te olvidas un año entero de ellos, a no ser que te lleguen invitaciones a su velorio por alguna dolencia desconocida.
La verdad, yo siempre me sentí culpable de ese tipo de relaciones. Creía que jamás podría tener a alguien que se quedara conmigo porque simplemente así lo deseara. A veces extraño trabajar o la vida universitaria, en donde no escoges los amigos, sino que te los impone la circunstancia ya sea geográfica o social del momento. Cuando estás lejos de esos círculos que te impone el mal llamado sistema, puedes elegir ...y ¡vaya que eso si es una buena mierda quita-felicidad! El libre albedrío me insta a elegir solo a los amigos que quiero cerca de mí, aunque vivan a millas de distancia, aunque su circunstancia sentimental no esté del todo definida o aunque sus rostros no sean del agrado a mis otras “amistades”. Si tuviera que elegir a mis amigos, me quedaría sola. Los criterios de elección amical son bastante complejos y podrían llevar a una persona a elegir la mas completa soledad, antes de terminar en una orgía de sonrisas falsas o de gente que no entiende que carajo dijiste, porque lo dijiste, o si estás sufriendo mientras te ríes o riendo mientras escribes cosas en apariencia desagradables.
Pero te hablaba de la radicalidad de mi carácter, de que intento no tropezar dos veces con la misma piedra aunque eso requiera paseos interminables para rodearla y no sufrir dos veces con la misma persona. Los seres no cambian según nuestra voluntad y lo peor, tampoco cambian según su propia voluntad. Hay rasgos en el carácter de la gente que muy a pesar nuestro, no cambiarán con todo el amor y la ternura del mundo.
Bueno, yo pensaba que era mi culpa. Que yo era el problema, no sé , de esa falta de química. ¿Demasiado exigente? ¿Demasiado caprichosa? ¿Debo culpar a mis padres de amarme tanto, de darme todo lo que estuvo a su alcance? ¿De hacerme creer que uno debe luchar por aquellas cosas que cree merecer con uñas y dientes, antes de conformarse con la mitad del amor, la mitad de un hombre, la mitad de todo? Mala estrategia esa. Si fuera un poco menos radical, aplicaría bien mis objetivos, me hubiera conformado con “una mitad de todo” a mi tiempo, hasta que las cosas salieran como quisiera. A avanzar la mitad , lentamente, con paciencia, hasta que todo saliera como quiero y luego aguantar el peso de ser feliz. Pero debo admitir, que de todas las virtudes que carezco, es la paciencia, la que mas envidio.
Con un poco de paciencia, podría lograr muchas cosas, pero no. Tiendo a deprimirme, a frustrarme rápido. Tal vez porque estaba acostumbrada a que siempre las cosas me salieran bien a la primera y no hubiera golpe de por medio. ¿Debo culpar a mi buena suerte? ¿A que mis habilidades eran mejores al inicio de mi vida que ahora? ¿A que las exigencias de infante eran menores que en la edad adulta? ¿A que la felicidad de los niños se limita a montar bien una bicicleta, a dar bien un examen de matemáticas a saber dibujar mejor que sus compañeros?
¿Y si me hubieran puesto en la mitad de mi vida a alguien que dibujara como Cienfuegos o a alguien con CI mayor que el mío, solo por ese capricho de la vida de retarnos cuando empezamos, para ver si aguantamos y nos hacemos mejores o si simplemente nos frustramos y vivimos el resto de la vida lamiéndonos las heridas?
Yo pensé que era mi culpa, ya te lo dije, el que la gente que eligiera como dueña de mis afectos siempre me diera en el traste. Yo me resignaba a esa idea y comenzaba a dar la razón a Hobbes sobre la idea de que el hombre es malo en esencia. Que el conocimiento no aplaca casi en nada su naturaleza destructora y mas bien la acrecienta, la perfila. Tanto así que el hombre mas malo será aquel, que mejor te trate antes de darte la estocada final. El ardid de la mujer debería ser entonces, saber como acercarse y separarse pronto sin que llegue a sentir daño.
Yo soy una mala mujer, no puedo hacer nada de eso, a las finales no se escapar lo suficientemente rápido de la maldad innata en el ocasional dueño de mis afectos.
Yo pensé que llevaba culpa, la cual no disminuía por ser compartida, solo era culpa y punto.
Yo pensé que llevaba culpa, la cual no disminuía por ser compartida, solo era culpa y punto.
Pero... hay hombres buenos y no porque lo diga yo, ni porque lo quiera creer y me ciegue con esa idea, hasta la estupidez de vivir en la ilusión de que la gente no te causará daño concientemente. O explotando al máximo esa virtud que nos dan a los seres humanos de vivir en la ignorancia para sufrir menos. Lo digo, porque llevo apenas un cuarto de siglo en este planeta y puedo dar constancia de que existen hombres esencialmente buenos, con miles de defectos como todos, pero finalmente BUENOS. Alguien dirá entonces que un Leviathan no podría reconocer jamás la bondad en su vecino, porque es la maldad intrínseca la que lo vuelve malo, malísimo. Pero creo que puedo saberlo, saber que existen también los hombres buenos y eso me da una esperanza.
Porque mientras alguien pueda creer en la bondad oculta, es esa luz la que nos libera de nuestras propias sombras. de nuestras propias culpas. El hecho d epoder confiar en otro, en la bondad del otro y esperar que éste otro hombre use la poca de bondad que tiene para intentar no dañar, no hacer mas daño.
Me declaro radical, me declaro esencialmente mala, impaciente por naturaleza, tímida hasta la cobardía, medianamente razonable para comprender que hay seres que sí son realmente inteligentes y que tienen la oportunidad de hacer algo. Me declaro culpable de creer en que los hombres pueden ser buenos y las mujeres llegar a amarlos por lo que son y no por la fortaleza que aparenten. Me declaro culpable, pero por favor... no se lo digas a nadie, que lo que he dicho podría sonar subversivo para los que leen solo la mitad de la verdad.
Me declaro radical, me declaro esencialmente mala, impaciente por naturaleza, tímida hasta la cobardía, medianamente razonable para comprender que hay seres que sí son realmente inteligentes y que tienen la oportunidad de hacer algo. Me declaro culpable de creer en que los hombres pueden ser buenos y las mujeres llegar a amarlos por lo que son y no por la fortaleza que aparenten. Me declaro culpable, pero por favor... no se lo digas a nadie, que lo que he dicho podría sonar subversivo para los que leen solo la mitad de la verdad.
23 comentarios:
tu sabes que lo de radical lo note, cierto? sin embargo eso nunca me parecio malo. si vienes a decir que eres culpable por radical, tiene que haber alguna falta y yo no encuentro ninguna. o tal vez sera que no he recibido un verdadero martillazo aun?
me parecio excelente lo de los amigos impuestos por las circunstancias. solia decir algo similar, aunque bastante mas simple, aplicado a relaciones amorosas. no habia pensado que en el caso de los amigos podia ser igual de cierto.
como que eres esencialmente mala?
acepte lo de mala mujer... pero mujer mala? no lo creo.
Las chicas buenas van al cielo; las malas, a todas partes. ;)
Debe ser el tu karma,siendo martillo no tuvistes clemencia,cuando te toque ser yunque te resignaras a la paciencia.
Lo bueno y malo de una mujer con el corazon roto es empieza a repartir los pedazos.
Paciencia,el amor siempre vuelve a nacer de la nada y muere de todo.
Y recuerda que una mujer amada siempre tiene exito,
Y el riesgo de ser feliz,conlleva el riesgo a que nos rompan el corazon.Pero el amor es mas fuerte,comprale golosinas a cupido.
Me gusta leer tu blog aunque seas mala (segun tu) . Nadie es esencialmente malo.
Todos tenemos a dios y al diablo dentro.
Qué texto tan íntimo. Y, la idea es esa, reconocerse y aceptarse. Después llega la tranquilidad y los sufrimientos son menos dramáticos. Empiezas a afilarte para escribir mejor las páginas de tu vida.
Laura, no he creído una sola palabra acerca de tu "maldad", y en cambio casi todo acerca de tu radicalidad.¡Querida laura,es imposible que seas mala! Si lo fueras, hace mucho tiempo que nos habríamos dado cuenta...Te falta, quizá, hacerte resistente a la frustración.¿Lo tuviste todo, como dices? Pues la vida fuera de la familia protectora te enseña que la realidad no es así. Y hay que aprender a encajarla. Por lo demás, querida mía, tú eres tú, y también los demás aprenderán a encajar eso. Un abrazo muy fuerte.
Sí que eres radical, pero yo te acepto así. como tú dices, también tre esa proclamado extremismo, queda espacio para la pasión y el conocimiento de los demás. Bhesos Laurita.
Soy esencialmente mala, para engañar. A eso me refería.
Y hablaba de la maldad anidada en todos los seres humanos. Somos malos, pero hay seres BUENOS, cuando reconozco a alguno delante mio, me lleno de esperanza, pensando que si puedo ver la bondad ajena, es que entonces hay algo de ella en mi. El malo puramente malo, no puede reconocer la bondad ajena, porque nmo le interesa, nis abe lo que es.
Radical si soy, una pena. pero al menos no soy fanática, aun tengo sentido del humor y del amor.
Para mi, pensar que una/o es buena/o, malo/a o regular, es poco importante.
Lo importante es el tiempo que se dedica a pensar en eso.
buenos quedan muy pocos, no importa lo que seas laura, el asunto es que eres consciente de ello, no?
oe dragon, aunque sea deja las alitas del angelito !!
Se que no es reprochable ser quien uno es. Se que somos una mixtura de cosas, se que a algunos les da salpullido pensar en eso, pues son cosas que en apriencia no valen la pena.
Para aceptarse,es necesario saber que es lo que eres, o al menos vislumbrarlo. Y los martillos se rompen, ¿quién dijo lo contrario?
Bueno, dejo a su criterio lo que quieran entender. Un beso. Hasta el lunes.
Has descrito tantas cosas de tu ser exterior...de tu ego, pero no he visto nada del ser de luz que habita en tí y que en realidad eres...
Un beso,
Isaac
Laura, que buen blog, te pasaste.
No habia podido agradecer tu comentario en mi blog a proposito del cabezaso de zidane a materazzi. GRACIAS! Y hecha todas las chuchadas que se te den la gana, no problem.
Toma nota de mi nuevo acceso:
http://www.bitacoreta.blogspot.com/
Un abrazo, bitacoreta.org
Creo que sí hay gente "mala" que sabe muy bien reconocer la bondad en otros y aprovecharse de eso. En cierta forma la bondad se puede transformar en una debilidad en manos de la maldad. Pero bueno, tampoco habría que meterse en esa discusión sobre lo bueno y lo malo que no terminamos nunca ^^U
¿Te he dicho que escribes fantastico, mujer bufalosa?
Yo no creo que seas mala para engañar... sino que mala para engañar...te. Es una joda tener a todos creyendosela pero tener uno claro que nada es verdad. Una joda no?
Mala? Mala para quien o para que? Nadie es más malo o más bueno que el resto. Sólo son más malos o buenos para ti. Los hombres "buenos" para ti de hecho que existen...
Creo que la radicalidad es parte de la autenticidad. Todos somos (y tenemos que ser) radicales ante algo. Si no, que seríamos? como nos definiríamos? como podríamos dar nuestro punto de vista ante algo si no fueramos radicales con respecto a algo?
Uff...soy la ultima en entrar a tu blog...y no se si eres buena, mala o una buena-mala....
Pero me pondré al día...te ire leyendo a ratos libres...Me ha encantado tu blog, compartimos cosas....
Me encanto¡¡
Querida Laura...la gente como nosotros no tropieza con las piedras...las patea y maldice el estado de los dedos,llena su alma de furia y para descargarse le pega una patada a una roca mas grande
ahhh,si supieramos donde cuerno vive el limite de lo normal....pero ni siquiera lo sospechamos...gracias al cielo ,por eso
salud y mas que suerte
por que tanto martilleo sobre ti???
Que es entonces lo que dentro tuyo te hace leer todo, menos radical, mas letras. Desliz emocional de lo que en tu narrativa, provocas ser. Y que gusto que seas Local. Mis saludos para ti.
Agustin
"Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace" (Jean Paul Sartre).
Publicar un comentario