miércoles, mayo 17, 2006

.........CINCO

****De Cinco_Cuentos
Ella ha regresado, mientras todos dormían. Ha vuelto y ésta vez para quedarse, ha invadido la habitación saturada de olor a alcanfor y ha pasado sus dedos por los vestidos colgados, por la huella de polvo sobre los muebles, ha tocado la cama blanda. Ella ha vuelto.
Se ha ocultado en medio de la noche con luna nueva y ha decidido volver a casa y remover de nuevo todo, punzar en la herida, abrirle los bordes putrefactos, ha vuelto decidida a drenar todo ese dolor de una vez por todas. Todas esas cosas que la familia decidió olvidar por ser vergonzosas, por oler mal. Ella ha vuelto, más feroz que nunca, ahora que se sabe muerta.
La casa es la misma de siempre, allí donde ocurrió todo. Las parades de ladrillos laqueados, la cocina dividida por vidrios, las puertas tapadas por cortinas. Y allá está el colgador de ropa en donde aun está la ropa que Eva no alcanzó a llevarse después de su huida del país. Están las paredes cubiertas de posters de mujeres calatas, recortadas por Gigantón, están los huecos en las paredes, las rendijas. Está toda aquella casa a la que ella ha temido volver por años.
Se acerca a la ventana y ve desde lo alto del edificio la autopista negra, brillando por la reciiente lluvia. las luces opalescentes de los postes de alumbrado público, ve entrar a gente al edificio. La vecina que parecía moribunda desde que llegaron allí y que a pesar de su cuerpo decadente y piel arrugada ya enterró a todos sus muertos. Ve el patio interior donde antes jugaban los perros de raza, los geranios bordeando el edificio contiguo. La puerta metálica de color negro en donde ocurrió el homicidio. Recuerda esa madrugada en que no pudo hacer nada. Parece que el edificio estuviera plagada de sus recuerdos truncos.
Ella ha vuelto y tiene un miedo terrible de esa casa en donde ocurrió todo.
Recuerda a Eva y se pregunta dónde está ella ahora. ¿A donde se fueron todos?. Ella tiene pavor de haber vuelto allí, pero ahora es fuerte, ya no es la niña que se tenía que quedar callada ante las cosas que ocurrían, ahora sabe como sanar una herida. Como gritar en voz alta. Ahora sabe como pudo evitar todo y ese remordimiento la llena de un dolor hondo y profundo.
Ella se sienta en el piso hasta que se consuma la vela que ha traído con ella. No hay electricidad, no hay agua, esa casa es un espectro de lo que fue hace 10 años. Ella juega con un dedo a escribir un nombre en el piso empolvado: EVA, coloca en letra corrida y siente un nudo en la garganta que no sabe como desatar.
Ella ha crecido y ha aprendido a no llorar a solas, porque despierta al monstruo.

6 comentarios:

peyote dijo...

las heridas abiertas, con cuenta gotas rumbo al mar, de sueños de tiempo de ; de danza, un abrazo y gracias por la gentil visita.

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Bonito cuento. Enhorabuena.

Telîthâz dijo...

La encontre!!... por lo visto le gustan mucho las imagenes no?...U_u'

Dragón del 96 dijo...

Me gusta, parece un buen inicio. Esta situacion me hace recordar cuando me mude hace diez años a casa de la abuela... brrr... que meyo.

Ce pequeño dijo...

Es como cuando dejas de ser niña, pero cada cierto tiempo vuelves a tu niñez, a esa casa que ya no es la tuya, pero que nunca deja de serlo.

Es como cuando escribes tu nombre y a pesar de que las letras forman esa palabra que te reconoce, parece desdibujada.

Así lo siento, así me siento, así lo sentí.

Muchos besos.

Alfredo dijo...

no me gustan estos comentarios

son super intimidantes casi atacantes

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