
Era Abril y el grafitti de su voz tornasolada
se impregno en mi
como si yo fuera solo
una pared muda
en medio de la gente.
Su voz lo acarició todo
como sol de Noviembre,
cantaba en mis oidos
mientras caminabamos
y se imprimia en cada sueño mio
para siempre.
Me dejo tocarlo,
tocar sus parpados de coral,
sus mejillas de durazno,
hacer braile en esos labios secos
y rugosos.
Y senti que lo besaba sin hacerlo,
con esa voz rozando en todos mis rincones,
en mis valles y mis surcos,
en mi ombligo
y en mi alma.
Me dejo examinarlo
y siguio hablando,
con esa musicalidad suya
que me volvia eterea,
nivea y alada,
que me limpiaba de todo pecado.
Yo no sabia lo que decia,
era un idioma extraño,
no podia descifrarlo,
solo me dejaba entibiar el corazon

por esa voz de brillos
y luces
Era Abril, pero a mi me parecio
la mitad de la primavera,
brotaron en mi cuello
begonias y rosas,
su voz lo hacia crecer todo dentro mio
como un rayo luminoso
que al partirme en dos
abria mi cascara de ironia
y me dejaba fragil y muda
para el
como una pequeña almendra
lista para ser cultivada.
Y yo quise pertenecerle
por un instante fugaz
quise que me haga suya,
el y su voz de terciopelo,
el y su rostro a oscuras,
y yo con los ojos vendados,
sintiendolo todo,
sin llegar a verlo.
1 comentario:
eso si es derretirse.que bien.
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