sábado, marzo 04, 2006

blood

Hoy desperte temprano, pensando en todo a la vez. Ideas que explotaban en mi cabeza como fuegos artificiales y luego me dejaban de nuevo en la penumbra absoluta, completamente catatonica mirando al piso mientras me quedo sentada en la cama con peces naranjas volando alrededor mio, peces que ya no gritan, silencios que me atormentan.

Me lave lentamente el cabello en esa compulsion extraña de creer que si esta seco no esta limpio e intente desenredarlo. Recorde cuando era niña y mis cabellos eran cortos y lacios, no esta enredadera de algas rojizas, sobre mi craneo moreno. Recorde mi adolescencia dolorosa, el soñar despierta a la espera de un amor imposible. La llegada de Abril y ese olor a ceniza en el aire que me devolvia laas nauseas de saber que volveria a la escuela. Los zapatos lustrados, las medias altaaas, laas faldaas cortas y la respuesta correcta. " llegaras lejos " me decian todos y yo les creia. Tercer año de secundaria y un profesor de biologia inutil que jamas supo explicar la teoria de membrana de doble fluido en la celula. Fue la primera vez que senti que los profesosres eran unas bestiaas, que la secundaria no me enseñaria nada, que habia misterios ocultos, que debia descubrirlos. Temia a la sangre y a los animales muertos, al color interno de los parpados, temia todo lo que tuviera que ver con mucosas y de pronto sin saberlo un dia me volvi medico.

Llegar a la universidad a los 16, tratando de superar aun esa fase de adolescencia tardia, de aceptacion de la apariencia fisica y de que se es siempre diferente, peero no tanto como para ser elogiada, sino solo para ser temida. Mis primeros anteojos y la perdida total de la vision natural, quitarmelos y sentir que el mundo habia cambiado, ahora era una nebulosa de rostros difusos. Jamas volvi a estar sin lentes. Y esperar que alguien me explicara el porque de la vida, el porque de las cosas. Y descubrir que en la universidad los maestros tambien son unas bestias y los medicos hace tiempo que ya no son humanos.

Recorde la frustracion de ya no ser la primera en una clase de 120 alumnos, de conocer a gente mucho maaas inteligente que yo que no sabia porque habian seguido esa carrera absurda. Yo halle mi vocacion en el camino, me agradaba hablar con la gente. El misterio de la vida no te lo enseñan los libros, ni la ciencia parametrada.

Cada persona te muestra un universo extraño, cada persona esta tan sola, que no necesita un medicamento sino alguien silencioso que pueda escucharlos. He oido cientos de historias que no tenian que ver con la enfermedad final, me he sentido un reportero de sus vidas vacias, un confesor, un complice de sus intentos de suicidio, de su miedo a la muerte, de la soledad en que los abandonan su hijos, de los juegos de los pequeños del pabellon de quemados. he escuchado a cada persona y por fin he entendido algo de lo que no me supieron enseñar en la escuela: La vida nace en cada uno, es mas que un bloque de celulas bien organizado, la vida es algo que no se puede despreciar yendo por el mundo leyendo libros, hay que sentarse a escuchar y cada persona te dira sus secretos y a traves de tu silencio conocera los tuyos.

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Otoño en Lima

Es lo primero que escribo luego de una larga temporada. No era mi intención hacerlo, pero el café y este cielo nublado son malos consejeros....