lunes, marzo 20, 2006

tatoo


Los tatuajes duelen, pero es un dolor tolerable, un dolor lacerante, intenso hasta cierto pùnto exitante. Tal vez porque a veces yo sea masoquista y me agrade aguantar el dolor corporal, para olvidarme del dolor usual. A veces he llegado a depilarme con pinza los vellos pubianos y ese dolor que te saca lagrimas de los ojos, no me ha hecho retroceder.

Nunca pense que aceptaria voluntariamente a un dolor como el de tatuarse una mariposa de cientos de detalles, sombras y colores...porque es un dolor torturante que deberia ser incluido en la convencion de Ginebra...pero lo hice, es raro que un dia salgas a la calle sin animos de nada y regreses tres horas mas tarde con un tatuaje en la zona lumbar, si alli donde nacen las nalgas, adolorida y feliz, por haber soportado el reto.

Pensar en ello, me hizo pensar en la muerte. Los dias pasan y aunque la idea de morir se aparezca con cierta frecuerncia, uno sabe que no tendra el valor de hacerlo voluntariamente, de tomar las riendas y decir, quiero este dolor. Pero supongo que un dia, uno puede amanecer aburrido y simplemente ceder a ese capricho y no volver jamas a casa. No hablo de suicidio, hablo de dejarse morir.

Como lo del tatuaje me puso algo reflexiva, le hable a mi hermana y le di el numero de cuenta de mi tarjeta de credito, por si algo me pasaba. Para que tomara ese dinero, antes que hicieran mas investigaciones al respecto, si la causa final de muerte no quedaba esclarecida. Lo decia en buena onda, no con el afan de asuatarla, sino como una posibilidad que no debia descartarse.

Claro, mi hermana casi me golpea por ser tan estupida. Me dijo que si ya tenia decidido morirme, entonces tomara todo ese dinero, me fuera a Egipto, hiciera mil locuras y luego recien me muriera. Me hizo reir. Ella no cree en eso de ceder el dinero, ni aunque fuera para ella.
- Vete a un crucero- me dijo- Asi al menos supimos que te fuiste feliz.
Nos reiamos, como necias. Pero cuando volvio la cordura, le dije, quie eso era imposible. Porque cuando uno se deja morir, no digo autoeliminar, ya no tiene fuerzas para nada, solo quiere cerrar los ojos y no despertar. No hay una sola cosa que sirva de pretexto para quedarse, ni un viaje, ni un amor, la persona solo quiere no volver a despertar.

No soy una suicida, pero no descarto la muerte como una posibilidad frecuente en mi vida. Aunque si lo veo de otro angulo, tal vez aun no es mi momento, porque la vida solo te la quitan el dia que al fin eres feliz, esa es la ironia. Y yo estoy a medio camino.

Ese dia durante el tatuaje yo sentada como vaquera en la silla, con el pantalon abajo y el tatuador detras mio, abriendome la piel para que nazca una, aun fragil mariposa, senti que todfo podia ser posible. Frente al espejo el tipo me limpiaba la escaza sangre y me decia " aguanta, no llores". No estoy llorando le grite, yo jamas lloro!
El me tomo de las caderas y me dijo en un susurro " ya casi terminamos".
En medio del dolor senti un extraño estremecimiento de placer y excitacion.
Es asi morir? Un placer desconocido en medio del dolor?

Aun no es tiempo de saberlo. Aun guardo la esperanza de ser feliz.
Que ingenua soy...

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Otoño en Lima

Es lo primero que escribo luego de una larga temporada. No era mi intención hacerlo, pero el café y este cielo nublado son malos consejeros....